La alternancia vasca

Socialistas (PSE-EE) y populares (PP-PV) firmaron el mi¨¦rcoles en el Parlamento de Vitoria el documento que transcribe sus acuerdos para toda la legislatura. Las recientes elecciones del 1-M otorgaron la mayor¨ªa absoluta en esca?os de forma conjunta a los representantes socialistas y populares, rompiendo as¨ª el largo periodo de hegemon¨ªa parlamentaria del nacionalismo vasco. La principal consecuencia del acuerdo reci¨¦n suscrito ser¨¢ poner fin al monopolio de la lehendakaritza ejercida por el PNV desde los primeros comicios posteriores al Estatuto de Gernika celebrados en 1980.

Porque el objetivo del pacto entre socialistas y populares es propiciar la alternancia en el poder tras 29 a?os ininterrumpidos de Gobiernos presididos por dirigentes jeltzales (Garaikoetxea, Ardanza, Ibarretxe) bien en solitario, bien en coalici¨®n (con la presencia subordinada de los socialistas, EA y EB/IU). Los dirigentes del PNV jam¨¢s han hecho ascos a ninguna alianza, tanto dentro como fuera de la comunidad aut¨®noma, siempre que la estimen ventajosa para el convento: sus diputados votaron en 1996 la investidura de Aznar en el Congreso con las bendiciones de Arzalluz; e Ibarretxe negoci¨® en el Parlamento de Vitoria el apoyo del brazo pol¨ªtico de ETA cuando lo consider¨® oportuno. Pero los jelkides, en cambio, consideran una violaci¨®n del sistema democr¨¢tico el entendimiento entre socialistas y populares para privarles de la lehendakaritza.

El Partido Popular se compromete a apoyar la elecci¨®n parlamentaria del socialista Patxi L¨®pez como 'lehendakari'

La concepci¨®n patrimonial del poder del PNV, apoyada sobre la fan¨¢tica sin¨¦cdoque que confunde el todo del Pa¨ªs Vasco con la parte de una formaci¨®n pol¨ªtica (incluida bandera e himno), utiliza para justificarse la c¨®mica vestimenta historiogr¨¢fica inventada a finales del siglo XIX por Sabino Arana de un Pueblo Vasco (con may¨²sculas) que permanecer¨ªa id¨¦ntico a s¨ª mismo -entre el Ebro y el Adour- al menos desde el neol¨ªtico, poseedor de una lengua propia milagrosamente conservada, un indomable esp¨ªritu independiente, una religiosidad acendrada y unas sanas costumbres. De nada vale que las elecciones democr¨¢ticas pongan una y otra vez de manifiesto el irreductible pluralismo ideol¨®gico, cultural, idiom¨¢tico y pol¨ªtico de la sociedad vasca.

En el documento suscrito el pasado mi¨¦rcoles, el PP-PV se compromete a votar la investidura del socialista Patxi L¨®pez y a no respaldar durante esta legislatura ninguna moci¨®n de censura contra el lehendakari electo (salvo incumplimiento del acuerdo). El PSE-EE, por su parte, anuncia que mantendr¨¢ una relaci¨®n preferente con los populares y que negociar¨¢ con ellos previamente los Presupuestos, sin excluir acuerdos con otras fuerzas que no contradigan los ejes del pacto bilateral: la aplicaci¨®n de todos los instrumentos del Estado de derecho para combatir el terrorismo, la defensa del Estatuto de Gernika y del biling¨¹ismo, el rechazo de la pol¨ªtica de frentes y la afirmaci¨®n del pluralismo, la tolerancia y el consenso.