"Estuvimos cerca de abandonarlo todo"

Ahora ambos pueden mirar hacia atr¨¢s con orgullo. Pero Ross Brawn y Nick Fry vivieron momentos realmente dif¨ªciles y muy duros antes de poder salvar el ex equipo Honda y demostrar a todo el mundo que su trabajo de la pasada temporada no hab¨ªa sido en vano: hab¨ªan creado un gran coche. La retirada de Honda amenazaba con quitarles el caramelo de la boca antes de saborearlo. Cuando el Brawn lleg¨® a Australia hab¨ªa causado tal sensaci¨®n que la mayor¨ªa de los ingenieros del paddock hab¨ªan descubierto ya que era el mejor dise?o del a?o.

"Nadie puede imaginarse lo cerca que estuvimos de tirar la toalla y abandonarlo todo", explic¨® Nick Fry, copropietario y director de operaciones del Brawn GP. Fry fue el hombre que convenci¨® a Honda de que Brawn era el ingeniero adecuado para dirigir el proyecto de la escuder¨ªa japonesa hacia la victoria. "Era el ¨²nico al que quer¨ªa en mi equipo; y nos cost¨® ficharle". Sin embargo, a finales de 2007, cuando todo se concret¨®, el fantasma de la crisis a¨²n no hab¨ªa llegado y Honda ten¨ªa todo el dinero del mundo. ?sa fue una de las claves que permiti¨® a Ross Brawn dedicar todos los recursos humanos y t¨¦cnicos que necesit¨® para desarrollar el proyecto de su monoplaza para 2009, olvid¨¢ndose por completo del de 2008. "La crisis comenz¨® cuando el coche estaba pr¨¢cticamente terminado", agreg¨® Fry. "Entonces Honda comenz¨® a cerrar el grifo".

El pasado mes de diciembre, Honda buscaba comprador. Slim y Virgin renunciaron. Encontraron la F-1 demasiado cara. "Si hubi¨¦ramos cre¨ªdo que estar¨ªamos al final de la parrilla no habr¨ªamos hecho tanto esfuerzo. Apretamos los dientes y seguimos luchando", relat¨® Fry. "Si no hubi¨¦ramos estado los dos y el resto del equipo tan unidos, eso no habr¨ªa sido posible. Cuando Ross se ca¨ªa a las catacumbas, all¨ª estaba yo para sacarle a flote, y viceversa".

Sin embargo, eso tampoco hubiera bastado. Desde el momento en que Honda anunci¨® su retirada de la F-1, hubo mucho movimiento de solidaridad no s¨®lo en paddock sino tambi¨¦n en muchos otros estamentos. "El primero que nos dio su apoyo total fue Bernie Ecclestone. Estaba en constante contacto con nosotros. Luego nos llam¨® Luca di Montezemolo y nos ofreci¨® motores Ferrari. Y despu¨¦s Ron Dennis que, al margen de su apoyo moral, puso a nuestra disposici¨®n los motores Mercedes. Mucha gente estaba a nuestro lado: Jacky Stewart, Jody Scheckter y otros ex pilotos. Incluso el Gobierno brit¨¢nico, a trav¨¦s de su Departamento de Negocios, envi¨® al embajador de Jap¨®n a persuadir a los responsables de Honda de que deb¨ªan ayudarnos".

El equipo salv¨® la situaci¨®n gracias a la aportaci¨®n de Honda -unos 60 millones de euros- y el adelanto de Ecclestone -unos 30 millones-. Ahora las cosas han cambiado. La presencia del Brawn en Australia despert¨® el inter¨¦s de Richard Branson, que pag¨® 200.000 euros por aquella carrera. El magnate quiere comprar todo el espacio publicitario del coche por 30 millones la pr¨®xima temporada para luego venderlo y hacer negocio. El acuerdo para ¨¦sta y la pr¨®xima campa?a est¨¢ a punto de firmarse. Sin embargo, Brawn deber¨¢ despedir a 450 empleados para quedarse con una plantilla de 370. "Es la ¨²nica forma de hacer viable el proyecto", agreg¨® Fry. "Creo que nunca tendremos la estructura para estar entre los grandes. No podemos pensar en el t¨ªtulo. Tenemos un buen coche, partimos de una base s¨®lida: lo iremos mejorando".