"La vida se ha re¨ªdo de m¨ª"
"La vida se ha re¨ªdo de m¨ª. ?Qu¨¦ digo yo re¨ªdo! ?Burlado! Escuche nom¨¢s, nac¨ª en Samaipata, Bolivia, que en quechua significa 'descanso en las alturas', y trabajo como una mula, pero eso s¨ª, al nivel del mar. Me cri¨¦ en Valle Grande. ?S¨ª ubica d¨®nde es? La tierra donde muri¨® el Che Guevara. Mi abuelo lo conoci¨®. ?S¨ª le cont¨¦? Una vez el Che lo intercept¨® para quitarle el tabaco que llevaba encima. ?No ve que fumaba puro? No, mi abuelo no. El guerrillero. No se lo quitaba ni para retratarse. ?S¨ª ha visto las fotos, verdad? Mi abuelo era agricultor, sembraba tabaco, fr¨ªjol y ma¨ªz, sus tierritas las ten¨ªa ah¨ª cerca de la cueva donde se escond¨ªa el guerrillero, a cada rato ¨¦l y sus hombres robaban a los pobladores. Se llevaban las reses, gallinas, ?lo que encontraran! A mi abuelo nom¨¢s le quitaron hojas de tabaco. Yo tambi¨¦n aprend¨ª a sembrar tabaco. ?S¨ª le cont¨¦? No es f¨¢cil, tiene su gracia, pero a m¨ª no me gust¨® la vida del campo, lo m¨ªo eran los libros. Desde ni?a fui muy estudiosa. ?Uuuuy!, hubiera visto mi padre lo orgulloso que estaba de m¨ª, se pavoneaba en los desfiles de la escuela cuando me daban mi diploma. Yo era su hija predilecta y no me dejaba salir ni a la esquina. A las mujeres all¨¢ nos celan mucho. Por eso sufren hart¨ªsimo cuando una se viene para Espa?a, piensan que nos vamos a echar a perder. ?S¨ª ha visto que hay mucho libertinaje, verdad? Entonces me tuve que escapar, porque mi padre nunca me hubiera dejado venir.
"Me vine a Barcelona para pagar la deuda de mi pap¨¢. Trabaj¨¦ un a?o sin parar"
Me vine para pagar la deuda de mi pap¨¢. Deb¨ªa veinte mil d¨®lares al banco. Firm¨® como aval de su compadre y el muy cobarde se fug¨® con toda su familia cuando recibi¨® el cr¨¦dito. ?Hubiera visto! se enferm¨® de los nervios y fue cuando decid¨ª salir del pa¨ªs. Me fui de noche y cog¨ª el avi¨®n rumbo a Barcelona. Trabaj¨¦ un a?o enterito sin descansar y la pagu¨¦ todita, pero ?qu¨¦ cree? Se me muri¨® mientras estaba yo ac¨¢. Cuando me avisaron me puse como loca. Andaba yo inconsolable. ?Lloraba y lloraba! A veces pienso que se muri¨® por mi culpa, que lo mat¨¦ de tristeza, pues. Le digo que mi vida parece burla. ?Traerme a mis hijos? ?Ni lo mande Dios! No me gustar¨ªa que cogieran los malos modos de ac¨¢, ?No se ha fijado aqu¨ª como contestan los ni?os a sus mayores? ?Ya ve! Yo mantengo a toda mi familia, tambi¨¦n a mi mam¨¢, mi abuelito y dos hermanas.
No crea, cuando le doy de comer a los ni?os que cuido, pienso que deber¨ªa yo estar con los m¨ªos, cuando acompa?o a la viejita donde trabajo por las tardes, pienso que deber¨ªa estar con mi viejecita. ?S¨ª le cont¨¦ que a la abuelita que cuido le dio una embolia? Camina, pero el brazo no le funciona. Tiene tres hijos, pero como si no tuviera ninguno. ?Ingratos! Nom¨¢s me llaman por tel¨¦fono para que les d¨¦ raz¨®n de su mam¨¢, yo les digo: ?Vengan a verla! ?Est¨¢ muy solita! Siempre dicen que no tienen tiempo. Cu¨¢nto quiere apostar que en estos d¨ªas santos tampoco se van a aparecer. A la pobrecita la quieren mandar a un asilo para poder vender el piso, toda la familia est¨¢ peleada por la herencia que dej¨® el pap¨¢. ?Hijos del demonio! ?Ay, no escriba eso! ?Qu¨ªtelo! ?No ve que estamos en Semana Santa? Yo a veces la visito fuera de mi horario, el otro d¨ªa le pregunt¨¦: ?Do?a Nuria, qu¨¦ quiere que le traiga? ?Un novio!, me contest¨®. ?Ay, c¨®mo me hizo re¨ªr! Dice que me quiere como a una hija, yo creo que lo dice sinceramente. Si te regresas a Bolivia me muero, me dice. No diga eso, le digo. La verdad, aunque no me pagara nada, igual la cuidaba, nos hacemos compa?¨ªa. Ya le promet¨ª que estos d¨ªas le voy a llevar unas pel¨ªculas de Cantinflas. ?S¨ª las ha visto, verdad? Ver¨¢ que vamos a llorar, pero de ?pura risa! ?se va ser nuestro s¨¢bado de gloria y domingo de resurrecci¨®n".
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