Pablo Neruda, "de otra dimensi¨®n"

Jorge Edwards, que vivi¨® con ¨¦l aventuras diplom¨¢ticas, pol¨ªticas y literarias, e incluso alcoh¨®licas, dice en el pr¨®logo de la antolog¨ªa de Pablo Neruda que ma?ana publica la colecci¨®n de poes¨ªa de EL PA?S: "Uno se detiene, respira, suspira, piensa que ya no existen poetas de esta dimensi¨®n, y regresa despu¨¦s a sus asuntos. A sus tristes asuntos". Nostalgia de un poeta, versos que nos hicieron vivir otras vidas cantadas por ¨¦l como quien ara?a un vientre.

Un poeta de otra dimensi¨®n; fue comunista, enamorado, y enamoradizo, jinete, fugitivo y clandestino, coleccionista de baratijas y de tesoros, contemplador del aire y de las piedras, un hombro hecho y luego roto, y rehecho, cre¨ªa que por el mar nadaban mesas de escribir, guardaba objetos imposibles, desde mascarones de proa a luces encendidas, era un fetichista, un viajero, un bebedor, un hombre encantador, un poeta. El poeta.

Edwards escribi¨® un libro sobre ¨¦l, Adi¨®s, poeta. Ah¨ª estaba en toda su dimensi¨®n, el hombre, el pol¨ªtico, el ciudadano que quiso ayudar a Salvador Allende a culminar el tr¨¢nsito del Chile de siempre a un Chile nuevo; y en esta antolog¨ªa est¨¢ el Neruda enamorado, sobre todo, el hombre que era capaz de cruzar cordilleras para buscar tesoros escondidos en los pliegues de sus amantes. Ese poeta abrasado por la pasi¨®n de querer era tambi¨¦n el poeta que se cansaba de ser hombre, el que al final de sus d¨ªas, sobrecogido por el desastre de su patria, contempl¨® destrucci¨®n donde antes s¨®lo quer¨ªa ver una colecci¨®n de amor sobre la tierra.

Ese poeta de la despedida triste no ha podido romper la imagen del poeta feliz. Aqu¨ª est¨¢, en esta antolog¨ªa.