Salgado, primera mujer al frente de Econom¨ªa por su "acreditada eficacia"

La nueva vicepresidenta segunda y ministra de Econom¨ªa y Hacienda, Elena Salgado, dec¨ªa, en una entrevista con EL PA?S en 2006, que nunca se tatuar¨ªa el nombre de Zapatero ni ninguna otra cosa. Ahora no tendr¨¢ m¨¢s remedio, aunque sigue pensando igual, que llevar bien grabado en la cabeza el nombre del presidente y la misi¨®n que le ha encomendado. Nada menos que liderar el "nuevo impulso" que el jefe del Ejecutivo quiere dar a la pol¨ªtica econ¨®mica del pa¨ªs en la "fase decisiva" de la crisis.

Le toca asumir el cargo en un momento de profunda recesi¨®n y futuro imprevisible que ha acabado con el aguante de Pedro Solbes, quien, aseguran, recomend¨® su nombre a Zapatero para sustituirle. Es un reto de los que le gusta a esta menuda mujer en la que Zapatero ha visto a la persona "adecuada" porque "conoce muy bien la Administraci¨®n" y tiene "una visi¨®n amplia" de la realidad y "una acreditada eficacia en la gesti¨®n". Lo suficiente, a su juicio, para una "direcci¨®n integral" del departamento con "iniciativa, capacidad de di¨¢logo y cooperaci¨®n" frente a otros posibles candidatos, como Miguel Sebasti¨¢n.

Adem¨¢s de esa visi¨®n global que destaca Zapatero, Salgado sabe de econom¨ªa, materia en la que se licenci¨® tras hacerse ingeniera industrial. Ocup¨® varios cargos con Felipe Gonz¨¢lez, sobre todo con Jos¨¦ Borrell, uno de sus mentores. Como titular de Administraciones P¨²blicas, se encarg¨® del nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica y local, que precisamente le ha granjeado serios reproches desde Catalu?a, donde se la acusa de centralista y dura.

Dicen los cr¨ªticos de Salgado, que no le faltan, que apenas tiene peso pol¨ªtico y es elitista y opaca. Pero la gesti¨®n como ministra de Sanidad, primero, y de Administraciones P¨²blicas, despu¨¦s, la avalan como seria y eficaz. Seguramente por eso es de los pocos que ha estado en todos los gobiernos de Zapatero, junto a De la Vega, Espinosa y Moratinos. Se lo ha ganado a pulso. "?Qu¨¦ peso ten¨ªa Solbes cuando, siendo ministro de Agricultura sustituy¨® nada menos que a Carlos Solchaga en Econom¨ªa en 1993?", se pregunta un ex ministro.

Salgado es la primera mujer que pasa a engrosar la hist¨®rica lista de m¨¢s de dos siglos de ministros de Econom¨ªa y Hacienda. No deja de ser una an¨¦cdota para una mujer que siempre ha defendido la igualdad de g¨¦nero; pero que a buen seguro tratar¨¢ de no dejar en mal lugar el suyo.

Para ello deber¨¢ emplear toda la tenacidad y persuasi¨®n que se le atribuye, como demostr¨® con la pol¨¦mica ley del tabaco, que fue contestada por algunas comunidades gobernadas por el PP, como la de Madrid de su amiga Esperanza Aguirre, que en 1996, nada m¨¢s ser nombrada ministra de Cultura, oblig¨® a Salgado a dimitir como directora del Teatro L¨ªrico. Salgado se neg¨®. Aguirre cort¨® por lo sano y aboli¨® el cargo.

Como titular de Sanidad tambi¨¦n intent¨® implantar la denominada ley del vino, proyecto de prevenci¨®n del consumo del alcohol entre menores; se enfrent¨® con Burger King, a la que inst¨® a retirar la publicidad de las hamburguesas XXL, y se mostr¨® a favor de la selecci¨®n gen¨¦tica de los embriones con fines terap¨¦uticos, lo que provoc¨® los ataques de la Iglesia y la derecha m¨¢s recalcitrante. En 2006 opt¨® y no logr¨® la presidencia de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).

A esta gallega de Ourense, aficionada a la ¨®pera y a la monta?a que cumplir¨¢ 60 a?os en mayo, divorciada y con una hija, le encantar¨ªa desconectar el m¨®vil y hacer sus largas marchas sin escolta; pero ahora lo va tener m¨¢s dif¨ªcil. Su bautizo electoral fue en 2008 como candidata del PSOE por Cantabria, a donde lleg¨® como cunera para sustituir a su amigo Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, pero se amold¨® pronto. Entre sus defensores ac¨¦rrimos figura el presidente c¨¢ntabro, Miguel ?ngel Revilla, quien ayer afirm¨® sentirse "orgulloso" de su nombramiento.