La terra trema
Italia es tierra de se¨ªsmos. No menos de cuatro grandes terremotos en los ¨²ltimos 30 a?os, por no citar el que hace un siglo se llev¨® por delante el sur del pa¨ªs, han marcado a la naci¨®n transalpina y dejado tras de s¨ª miles de muertos (Friuli, N¨¢poles), adem¨¢s de la destrucci¨®n de patrimonio art¨ªstico irreemplazable (As¨ªs). La devastaci¨®n y la experiencia acumulada han ido sirviendo para mejorar la resistencia de las construcciones, en general obra de f¨¢brica muy vulnerable en las viejas ciudades, y la eficacia de los servicios de urgencia.
El temblor que ha desplomado la ciudad medieval de L'Aquila y otra veintena larga de peque?as localidades vecinas ha sido extremadamente destructivo (casi 20.000 personas sin casa), pero se han perdido menos vidas de lo que cabr¨ªa esperar tras un se¨ªsmo de esa magnitud. Los servicios de Protecci¨®n Civil italianos est¨¢n funcionando con profesionalidad y presteza, al margen de la palabrer¨ªa suscitada por la eventual predecibilidad de la tragedia de Los Abruzos, teor¨ªa desacreditada por estudiosos de todos los colores. Se trabaja con razonable eficacia d¨ªa y noche en una b¨²squeda de supervivientes que se prolongar¨¢ hasta ma?ana. Los efectos del terremoto italiano muestran una vez m¨¢s a los pa¨ªses del vulnerable arco mediterr¨¢neo lo indispensable de una exigente edificaci¨®n antis¨ªsmica.
Como no pod¨ªa ser de otra manera, una oleada de solidaridad recorre el conmocionado pa¨ªs. Y Silvio Berlusconi, dislates pol¨ªticos aparte, saldr¨¢ probablemente reforzado del desastre con sus visitas a la zona y sus llamamientos a la unidad de acci¨®n, que han trasladado a la opini¨®n p¨²blica una imagen cre¨ªble del compromiso gubernamental. En un pa¨ªs acostumbrado a las promesas incumplidas, el primer ministro italiano ha asegurado que en dos a?os habr¨¢ viviendas nuevas para los miles de damnificados. Quienes lo han perdido todo le han tomado la palabra.
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