Berlusconi promete la reconstrucci¨®n
Nuevas sacudidas desatan el p¨¢nico en las zonas afectadas del centro del pa¨ªs - Los edificios p¨²blicos encabezan la lista de inmuebles derrumbados tras el se¨ªsmo
Repetidas y, a veces, violentas sacudidas marcaron ayer el ritmo del fren¨¦tico y angustioso d¨ªa despu¨¦s del terremoto que golpe¨® el centro de Italia en la madrugada del lunes. Los escombros siguieron devolviendo cuerpos atrapados a los equipos de rescate, y el n¨²mero de v¨ªctimas mortales se elev¨® a 235. Al menos 15 personas permanec¨ªan ayer desaparecidas. El primer ministro, Silvio Berlusconi, viaj¨® nuevamente a L'Aquila, la capital m¨¢s cercana al epicentro, y prometi¨® reconstruir con la m¨¢xima rapidez posible la zona afectada. "Las labores de construcci¨®n empezar¨¢n en cuanto las condiciones lo permitan. Los ciudadanos ya pueden reservar su plaza", dijo, refiri¨¦ndose a las viviendas fruto de su proyecto de reconstrucci¨®n y desarrollo para la zona.
Una r¨¦plica de magnitud 5,3 se lleg¨® a sentir en Roma
Expertos espa?oles dicen que "la calidad del hormig¨®n era deficiente"
Poco antes de que Berlusconi hablara, sobre las 11.30 de la ma?ana, una sacudida de 4,7 en la escala Richter inyect¨® nuevas dosis de p¨¢nico entre los vecinos de la zona. El p¨¢nico, como el temblor, se propag¨® y adquiri¨® rasgos de psicosis. Durante toda la tarde, en varias localidades de la regi¨®n de Los Abruzos, multitud de vecinos abandonaron sus casas y, en la ciudad de Teramo, un hospital estuvo a punto de ser desalojado antes de que se desmintiera una falsa alarma. Mientras, L'Aquila y sus exhaustos vecinos trataban de resistir a los nuevos temblores -muy impresionante uno a las ocho de la tarde, de magnitud 5,3 en la escala Richter, percibido tambi¨¦n en Roma-, que amenazaban a muchos inmuebles en precario equilibrio.
Significativamente son tres edificios p¨²blicos los que simbolizan la tragedia de L'Aquila: la prefectura -equivalente a la Delegaci¨®n del Gobierno- que qued¨® destrozada; la residencia para estudiantes universitarios, que se trag¨® la vida de una decena de veintea?eros, y el hospital San Salvatore, que qued¨® casi totalmente inutilizado a causa de los desperfectos, dificultando el tratamiento de los 1.500 heridos por el se¨ªsmo, 100 de ellos muy graves.
"?sta es una regi¨®n clasificada como de riesgo s¨ªsmico muy elevado, de primer grado. Eso impone la aplicaci¨®n de criterios de construcci¨®n y seguridad estrictos. Por ello, estos destrozos llaman la atenci¨®n, sobre todo los del hospital, que se termin¨® de construir a principios de esta d¨¦cada", apunta Antonio Saia, diputado del Consejo Regional de Los Abruzos por el Partido de los Comunistas Italianos (PCI). Al observador externo, le llama mucho la atenci¨®n c¨®mo los inmuebles desplomados cayeron de forma aislada, mientras los colindantes lograron resistir, casi sugiriendo la debilidad intr¨ªnseca de los derrumbados.
A la espera de pericias m¨¢s profundas, expertos espa?oles en rescates entre escombros, de grupos de ecolog¨ªa activa, observaron que el inmueble sobre el que trabajaban ayer en L'Aquila, un bloque de viviendas, presentaba "claras deficiencias en la calidad del hormig¨®n" y en otros aspectos de la construcci¨®n. No s¨®lo se derrumbaron estructuras p¨²blicas, pero la gravedad del fallo de centros estrat¨¦gicos como la prefectura y el hospital da que pensar.
Berlusconi concentr¨® sin embargo su intervenci¨®n en el compromiso de su Gobierno con los afectados, anunciando la constituci¨®n de "fondos para garantizar a las v¨ªctimas hipotecas de bajo tipo de inter¨¦s" y la determinaci¨®n del Ejecutivo de "proporcionar todos los recursos necesarios" a un pueblo azotado por la crisis financiera adem¨¢s de por la naturaleza, tambi¨¦n con la ayuda de particulares que "ya se han movilizado".
El primer ministro renunci¨® a visitar personalmente las ¨¢reas m¨¢s golpeadas de la ciudad, como se hab¨ªa sugerido anteriormente. Por una vez, las exigencias de la sustancia -sobre todo el temor a dificultar las tareas de rescate- primaron sobre las de la apariencia, a las que Berlusconi otorga notable importancia. La foto entre escombros y afectados en L'Aquila no pudo ser.
En la parte baja de la ciudad, los centros de acogida rebosaban de gente, pese a que las estimaciones sobre los desplazados se redujeron ayer de 70.000 a 17.000. Los relatos de quienes animaban uno de los centros trazaban los contornos de la tragedia. Desde la grieta que se le abri¨® "bajo las piernas, y muy larga", a Alfredo Bernardi, estudiante de 25 a?os mientras trataba de huir, hasta la suerte de Bruno Turilli, de 67, a quien su oficio de escultor le salv¨® la vida. "La puerta de mi bajo se hab¨ªa bloqueado, no s¨¦ describir la desesperaci¨®n y angustia que viv¨ª. Mis herramientas me permitieron forzarla y salvarme", relata Turilli, enfundado en una larga y tupida barba blanca.
Desde la b¨²squeda desesperada de Maximiliano Berghella, que no sab¨ªa nada de su ex novia Valeria, hasta los brazos de Francesco, Ylenia y Vincenzo, chavales que llegaron desde Bari con sus medios para ayudar a descargar vituallas y hacer cosas. "Lo que se nos diga".
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