De reojo, siempre el mar
Riveira huele a sal y marisco. Del mirador del monte Curoti?a a las dunas de Corrubedo, una ruta por la comarca coru?esa de Barbanza
Despu¨¦s de la ca¨ªda del sol, cuando el cielo enrojece, la playa del Castro (pr¨®xima a Santa Ux¨ªa de Riveira, en direcci¨®n a Agui?o) se llena de mujeres que, con pa?uelos anudados a la cabeza y faldones remangados, rastrillan la playa en busca de almejas y berberechos. Estos bivalvos viven en esos territorios lim¨ªtrofes, entre la espuma de la orilla que no descansa y la arena batida que est¨¢ hecha de animales menudos, algas di¨¢fanas y alg¨²n que otro pl¨¢stico y mondas de naranja. Se ha abierto la veda, y resulta espectacular ver a las mujeres rastrillando o hincadas de rodillas, escarbando la arena. Tambi¨¦n se encuentra el berberecho a unos metros de la orilla, y entonces la costa se llena de los colores chillones de las lanchas o las dornas, desde donde se hace el marisqueo con un ra?o (garfio de hierro).
A 62 kil¨®metros de Santiago de Compostela, Santa Ux¨ªa de Riveira, cabeza de la comarca del Barbanza, es uno de los municipios de Galicia m¨¢s ligados al mar, con la mayor flota de bajura de Espa?a, comprendiendo las parroquias de Agui?o, Artes, Carreira, Casti?eiras, Corrubedo, Oleiros, Olveira y Palmeira.
No creo que los berberechos y las almejas recogidos en la playa se vendan directamente en el mercado de pescado de Riveira (entre otras cosas, porque hay que depurarlos), pero no suele haber problema en encontrar all¨ª otros ejemplares ya listos para el consumo. Mientras alguien se queja de que "hoy las sardinas tienen precio de diamante", una ristra de mujeres con mandilones de cuadros justifican la subida, llamando con sus gritos y sus gestos desmedidos (ojos al cielo, brazos en el aire) la atenci¨®n de los extranjeros que disfrutan del espect¨¢culo de reojo, sin atreverse a entrar en discusiones.
El pescado llega aqu¨ª desde la lonja, una de las m¨¢s activas de Galicia. Una vez que arriban los barcos al puerto, se descarga y se pesa para la venta. Las cajas se van exponiendo ordenadamente, y, entonces, el subastador comienza a cantar un precio que ir¨¢ bajando con una rapidez s¨®lo comprensible para unos pocos. La cantinela se acaba cuando uno de los compradores detiene el precio con un "?meo!" y compra la caja poniendo una etiqueta sobre ella.
No muy lejos de la lonja y del mercado de pescado, los s¨¢bados hay en Riveira otro mercadillo callejero, de ropa y de comida. Todas las viandas y exquisiteces de Galicia pueden encontrarse aqu¨ª, y resulta enternecedor ver c¨®mo una misma paisana saca de una caja orujo casero, grelos fresqu¨ªsimos, pimientos de Padr¨®n y lechugas rizadas de su propia huerta, todo para la venta. En los tenderetes de los camiones se venden quesos del pa¨ªs, chorizos, zorza, pan de ma¨ªz, empanada y tarros de miel.
En realidad, no resulta dif¨ªcil degustar todo esto en los numerosos bares y tascas situados a lo largo del puerto, por muy poco dinero. Esto es algo que se ha perdido en otras partes de Espa?a: en cualquiera de ellas, un ribeiro, o cualquier otra bebida, suele venir acompa?ado de tres tapas gratuitas, de modo que, muchas veces, uno abandona el local con la sensaci¨®n de haber comido sin propon¨¦rselo. En todo caso, si el aperitivo no resulta suficiente, se puede pedir una raci¨®n de almejas ¨¢ mari?eira o combinadas con el rape y el pulpo, de xoubas (sardinas peque?as), o de mejillones a la vinagreta o al vapor. Pero esta zona del Barbanza no s¨®lo tiene una oferta culinaria.
01 Para mirones
La primera excursi¨®n que proponemos es la del mirador del monte Curoti?a, declarado sitio natural de inter¨¦s nacional y en donde se pueden ver manadas de caballos salvajes. El camino m¨¢s c¨®modo para subir al mismo sale del centro de A Pobra do Carami?al (a cuatro kil¨®metros de Riveira). Valle-Incl¨¢n sol¨ªa ir a buscar inspiraci¨®n por estos parajes cuando ya ten¨ªa todo su aspecto bohemio y extravagante (luenga barba, amplia melena y grandes gafas) con el que le conocemos. Por eso, en el primer mirador que da a toda la r¨ªa de Arousa, rodeado de pinos sobre matojal y tojales, hay un monumento dedicado a su persona. Siguiendo adelante por la misma pista llegamos al segundo mirador, en la misma cima del Curota. Desde ah¨ª tenemos una de las vistas m¨¢s espectaculares de Galicia, abarcando A Pobra do Carami?al y su puerto pesquero, la Isla de Arousa, con su cord¨®n umbilical de dos kil¨®metros hacia Vilanova, O Grove, Riveira y la Isla de S¨¢lvora, es decir, casi toda la costa occidental gallega, desde Fisterra al monte Tegra.
02 El dolmen de Axeitos
Saliendo de Riveira en direcci¨®n a Porto do Son, nos desviamos a la izquierda por la carretera LC-303, en direcci¨®n de Corrubedo y Olveira, y a los 1,4 kil¨®metros vemos la pista que sale por la derecha para una aldea. El dolmen de Axeitos, uno de los m¨¢s hermosos monumentos megal¨ªticos gallegos, emerge entre los pinos, tojos amarillos y brezos malvas como un milagro arqueol¨®gico: ocho piedras verticales, ligeramente abatidas, que sostienen una losa horizontal.
03 El embrujo de la duna
Continuando en direcci¨®n a Corrubedo, dejando atr¨¢s altos eucaliptos e hileras de casas recubiertas de azulejos de colores, con higuera, cruceiro y h¨®rreo, llegamos a Olveira (cuatro kil¨®metros), donde hay varios accesos al parque natural Complejo Dunar y Laguna de Carregal y Vix¨¢n.
Entre la arena de la playa de la Ladeira despuntan los restos de lo que podr¨ªa ser un campanario, y, como en muchas lagunas de Galicia, la leyenda habla de la ciudad de Valverde sumergida. Una versi¨®n dice que la ciudad fue inundada por las aguas bajo la marisma de Carregal, merced al encantamiento de un viejo moro decepcionado por el amor de una princesa; otra leyenda nos cuenta que la gente de este pueblo se hab¨ªa vuelto muy codiciosa, y que un d¨ªa una mujer llamada Mar¨ªa se pas¨® por all¨ª anunciando una terrible maldici¨®n que acab¨® por sepultar Valverde bajo montes de arena y barro.
En todo caso, lo que s¨ª existe es un inmenso tesoro ecol¨®gico de 1.000 hect¨¢reas de superficie. Durante mucho tiempo se pudo subir y bajar libremente por la duna, y al ser el acceso libre, incluso pod¨ªa llegarse en coche sin ning¨²n tipo de control. En 1992, despu¨¦s de que los ecologistas denunciaran reiteradamente que su altura estaba menguando debido a extracciones clandestinas, se nombr¨® el enclave parque natural. Se construy¨® entonces un centro de acogida y una pasarela de madera que lleva hasta la mole de arena. Este centro propone tres itinerarios dentro del parque: camino del viento (dunas de Corrubedo y marisma de Carregal), camino del agua (playa de Vilar y laguna de Carregal) y camino del mar (playa de Vilar y laguna de Vix¨¢n).
04 El faro de Corrubedo
Unos kil¨®metros m¨¢s all¨¢, el faro de Corrubedo se encuentra en la punta del cabo. Muy recomendable este lugar: a la derecha se abren las desapacibles playas de la ensenada de Valieiros, en donde, seg¨²n los versos de Porto Rey, el mar "ronca e choran as nais dos mozos marineiros". El faro es una hermos¨ªsima construcci¨®n del 1853, obra del ingeniero Celedonio Uribe, autor de numerosas obras y reformas urban¨ªsticas llevadas a cabo en Riveira en la segunda mitad del siglo XIX. Hasta hace poco, cuando todav¨ªa viv¨ªa el ¨²ltimo farero, pod¨ªa visitarse su interior.
05 El castro de Baro?a
M¨¢s al norte, en direcci¨®n a Porto do Son, el castro de Baro?a constituye otro de los atractivos de la zona. Declarado patrimonio art¨ªstico nacional, este castro romanizado del siglo I despu¨¦s de Cristo est¨¢ situado en una pen¨ªnsula al lado del mar y con unas vistas impresionantes. Posee una primera defensa con dos muros de piedras paralelos y foso. Tambi¨¦n hay otros tres m¨¢s escalonados que s¨®lo dan acceso por una puerta precedida de una escalinata p¨¦trea. El poblado consta de dos grupos de viviendas circulares separadas por una plaza.
06 Arena s ¨²nicas
Y si el tiempo lo permite (porque por esta zona, como dir¨ªa Cela, "llueve sin principio ni fin"), la zona cuenta con playas para todos los gustos: abrigadas o expuestas a los vientos atl¨¢nticos; con aguas fr¨ªas y brav¨ªas, como la ya mencionada de la Ladeira; nudistas y de gran oleaje, como la de Area Longa, o que combinan mar y monta?a, como la de El Vilar. De entre ellas, recomendamos especialmente la playa de R¨ªo Sieira (Porto do Son), formada en la desembocadura del r¨ªo Sieira, con un sistema lagunar que permite ba?os de agua dulce y donde se puede practicar el surf, y la playa de las Furnas, en donde el mar ruge a trav¨¦s de las grietas de las rocas.
? Cristina S¨¢nchez-Andrade es escritora. Su ¨²ltima novela publicada se titula Coco.
Gu¨ªa
Informaci¨®n
- Oficina de turismo del Concello de Riveira (www.riveira.es; no todo el a?o. 981 87 30 07).
- Oficina de turismo en Boiro (981 84 26 54; www.boiro.org).
- Centro de Recepci¨®n de Visitantes del parque natural Complejo Dunar de Corrubedo y Laguna de Carregal y Vix¨¢n (981 87 85 32).
- M¨¢s informaci¨®n sobre el parque natural en la web www.corrubedo.costaweb.es.
- Mancomunidad de Arousa Norte (www.arousa-norte.es), que incluye los municipios de Rianxo, Boiro, A Pobra y Riveira.
Turgalicia (www.turgalicia.es; 902 20 04 32).
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