Muere Cor¨ªn Tellado, maestra de lo sentimental

Cor¨ªn Tellado, la escritora m¨¢s prol¨ªfica en castellano, la m¨¢s le¨ªda en espa?ol (seg¨²n la Unesco) tras Cervantes, y paradigma de la cumbre de la novela sentimental en los ¨²ltimos 60 a?os, falleci¨® ayer en su domicilio de Gij¨®n (Asturias), a los 82 a?os, 15 d¨ªas antes de que cumpliera 83. Deja una vasta obra de m¨¢s de 4.000 novelas cortas del g¨¦nero rosa, 400 millones de ejemplares vendidos y numerosos relatos, que sigui¨® publicando quincenalmente hasta su fallecimiento.

Desde que en 1946, con 19 a?os, publicara Atrevida apuesta, por la que le pagaron 3.000 pesetas de la ¨¦poca, Tellado se erigi¨® en una referencia de la vida espa?ola para millones de lectoras. Denostada muchas veces por el tipo de g¨¦nero que cultiv¨®, de corte amoroso y sin mayores pretensiones, su literatura fue, a juicio de su autora y de cuantos la han reivindicado, una escritura sin especial m¨¦rito estil¨ªstico, pero con gran destreza y eficacia, t¨¦cnicas para conectar con el p¨²blico popular ("alguien ten¨ªa que hacer las historias de amor", dijo). Tambi¨¦n abri¨® una ventana a la felicidad para muchas mujeres. Incluso fue avanzadilla en la liberalizaci¨®n: en sus novelas hab¨ªa besos mientras en la calle se prohib¨ªan.

Guillermo Cabrera Infante la calific¨® como "la inocente porn¨®grafa"

Asturiana de pro -naci¨® en el pueblo pesquero de Viav¨¦lez-, Tellado puso en pie una producci¨®n novel¨ªstica vast¨ªsima que trascendi¨® fronteras, ocult¨¢ndose ella misma de la curiosidad ajena, hasta que en 1981 la visitaron en Gij¨®n Mario Vargas Llosa y Guillermo Cabrera Infante.

Su obra ocultaba el talento de una mujer de rompe y rasga, lib¨¦rrima, capaz de sacar adelante una familia en solitario. Construy¨® historias de enamoramientos idealizados, pero su vida sentimental encall¨® en un matrimonio fracasado, del que tuvo dos hijos, que siempre vivieron con ella y que le han dado seis nietos. "He sacrificado mi vida a la literatura. Me hice da?o a m¨ª misma".

Mar¨ªa del Socorro Tellado L¨®pez fue la ¨²nica mujer de los cinco hijos de un ama de casa y un maquinista naval de la marina mercante. Socorr¨ªn -diminutivo que deriv¨® a Cor¨ªn- hall¨® en los juegos infantiles la v¨ªa de superaci¨®n de la timidez cong¨¦nita.

En esa transici¨®n fue decisivo el hallazgo, en el desv¨¢n de la casa familiar, de un ba¨²l donde su padre guardaba obras de grandes escritores. Los Dumas, Blasco Ib¨¢?ez y otros le permitieron descubrir un mundo de creatividad. Sus inicios como escritora fueron producto del orgullo. Uno de sus hermanos escribi¨® una novela durante una larga convalecencia. A su madre le gust¨®, pero Cor¨ªn la juzg¨® poco real. Al d¨ªa siguiente escribi¨® su primer relato para demostrar su superioridad.

En 1945, el librero al que compraba novelas la puso en contacto con la editorial Bruguera. En 1946 se public¨® su primera novela, Atrevida apuesta, y al a?o siguiente Bruguera ya la incluy¨® en su n¨®mina. Ah¨ª arranca un fen¨®meno que llega hasta fines del siglo XX, con una sistem¨¢tica de trabajo que arrancaba a las cinco de la madrugada, con un caf¨¦ solo, un paquete de cigarrillos mentolados y una m¨¢quina de escribir Hispano Olivetti.

La revista Vanidades, que entonces se editaba en Cuba, le contrat¨® en 1951 dos relatos al mes. Con ella, la tirada pasa de 16.000 a 68.000 ejemplares. El corrector de pruebas era Guillermo Cabrera Infante, quien a?os despu¨¦s calific¨® a Tellado como "la inocente porn¨®grafa, aunque ni era tan porn¨®grafa ni tan inocente".

Varias de sus obras (Tengo que abandonarte, Mi boda contigo y otras) fueron llevadas al cine a partir de 1970. Y en 1977 debut¨® en la radio con el serial Lorena. Con la democracia, Tellado dio un giro a sus novelas. En 1979, con el seud¨®nimo de Ada Miller, public¨® hasta 26 novelas er¨®ticas de bolsillo.

La quiebra, en 1985, de la editorial Bruguera le devolvi¨® la libertad. Irrumpe entonces como autora de novelas juveniles. A¨²n tardar¨ªa una d¨¦cada en dar el salto a la novela larga, su eterna aspiraci¨®n. Lo hizo con Lucha oculta (1993), un retrato de la Espa?a de la transici¨®n, a la que le siguieron tres m¨¢s. En 1992 le fue diagnosticado un problema renal que le obligar¨ªa desde entonces a seguir sesiones de di¨¢lisis en d¨ªas alternos. Continu¨® escribiendo, aunque a partir de entonces dict¨® los textos a su nuera, y cumpliendo su compromiso quincenal con Vanidades. "Dejar¨¦ de escribir, cuando me caiga la cabeza sobre la m¨¢quina. Yo no me rindo", dej¨® dicho.