Un fen¨®meno

Cor¨ªn Tellado fue un fen¨®meno social y cultural extraordinario. Hizo leer a gente que jam¨¢s lo hubiera hecho, personas a las que les permiti¨® so?ar. Yo nunca le¨ª ninguna de sus novelas, pero la entrevist¨¦: me encontr¨¦ con una persona sencilla, muy natural. Conect¨® con la gente simple y lleg¨® a un p¨²blico inmenso. Pocos autores habr¨¢n tenido tanto p¨²blico. Me sorprendi¨® por lo poco que conoc¨ªa de la enorme difusi¨®n de su obra. No ten¨ªa consciencia de su repercusi¨®n. Creo que los editores ganaron con ella m¨¢s dinero que la propia Cor¨ªn, una mujer de provincias que vivi¨® siempre en la periferia so?ando en su mundo de fantas¨ªas rom¨¢nticas, de seres imposibles e irreales. Con esas novelitas ligeras daba a sus lectoras esa raci¨®n de fantas¨ªa e irracionalidad sin la que los seres humanos no podemos vivir. La trat¨¦ con respeto, como era l¨®gico, y desde entonces siempre me mostr¨® una gran simpat¨ªa y cari?o. Las tres ¨²nicas veces en que la vi siempre percib¨ª ese cari?o en las conversaciones cordiales que manten¨ªamos. Por eso siempre la he guardado mucha estima. La primera vez me recibi¨® con reticencias, porque ETA acababa de pedirle dinero, pero congeniamos. Fue creadora de una literatura menor y popular, sin pretensiones intelectuales, dirigida a un p¨²blico humilde y poco informado. En cambio, era una fabuladora nata, sin una gran formaci¨®n, pero con una intuici¨®n rom¨¢ntica que iba al comp¨¢s de los tiempos. Cuando esos tiempos cambiaron, fue cediendo en dosis de credulidad. Seguro que hoy habr¨¢ muchos lectores que la estar¨¢n recordando con cari?o y nostalgia.

Era una fabuladora nata, sin gran formaci¨®n, pero s¨ª gran intuici¨®n