Salgado asume el reto de acelerar las reformas y ganar peso pol¨ªtico

Una crisis de Gobierno motivada por una crisis econ¨®mica deja poco espacio al humor. S¨®lo la decisi¨®n de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero de asumir las competencias sobre el deporte ha dado pie a alg¨²n chascarrillo. Para lo que s¨ª queda sitio tras la rectificaci¨®n de su gabinete es para la duda, tambi¨¦n en el ¨¢rea en la que el presidente quiere dar un golpe de tim¨®n: al frente de la pol¨ªtica econ¨®mica ha sustituido a Pedro Solbes, un peso pesado, por Elena Salgado, a la que pondera por su eficacia y pide resultados inmediatos. Las reticencias del cesante Solbes a iniciativas contra la crisis y el perfil t¨¦cnico de Salgado abren paso a la idea de que Zapatero ocupar¨¢ el centro del escenario econ¨®mico. Igual que ser¨¢ ministro de Deportes cada vez que haya triunfos de relumbr¨®n, ser¨ªa ministro de Econom¨ªa cuando los focos se enciendan para dar a conocer el ¨²ltimo mensaje, la ¨²ltima propuesta contra la recesi¨®n.

"Zapatero dirigir¨¢ la pol¨ªtica econ¨®mica sin interferencias", opina un ex asesor

La elecci¨®n de Solbes tambi¨¦n cre¨® dudas en 1993 por su perfil t¨¦cnico

La labor de Salgado dir¨¢ si se queda en una ejecutiva expeditiva o si logra voz y voto en el dise?o de nuevas pol¨ªticas. Antes, en el plazo de semanas, la nueva vicepresidenta deber¨¢ hacer bueno lo dicho el martes por Zapatero: "Es determinante que las medidas contra la crisis se lleven a la pr¨¢ctica con m¨¢xima celeridad". Un ramillete de iniciativas atascadas en la mesa de Solbes ser¨¢ su primer banco de pruebas. El v¨¦rtigo de la recesi¨®n agota su margen de error antes casi de empezar.

- 'Sprint' contra la crisis. "Con los problemas que tenemos, no podremos esperar ni 100 d¨ªas para valorar su gesti¨®n". La frase es de Jes¨²s B¨¢rcenas, presidente de la patronal de la peque?a y mediana empresa, pero vale como advertencia general. Zapatero est¨¢ convencido de que las medidas que dise?¨® junto a Solbes -m¨¢s de 20.000 millones en ayudas directas, 70.000 millones en cr¨¦ditos a empresas y banca-, son suficientes para este a?o. Pero salta a la vista que no est¨¢ contento con su aplicaci¨®n. "Hay que imprimir un cambio de ritmo", afirm¨® para justificar el nombramiento de Salgado que, como ministra de Administraciones P¨²blicas puso a trabajar los 8.000 millones del fondo extraordinario de obras municipales en dos meses. ?Se puede correr m¨¢s? Estos 100 primeros d¨ªas dar¨¢n fe de la contundencia de Salgado como gestora. Hay un rosario de medidas maduras, inaplazables o ya aprobadas, pero sin eficacia plena. Antes de la crisis de Gobierno, Econom¨ªa daba los ¨²ltimos retoques a un fondo de recapitalizaci¨®n para cajas con problemas, tras el descalabro de Caja Castilla La Mancha. Y ultimaba un instrumento para avalar la deuda o adelantar dinero a las pymes afectadas por la morosidad de los Ayuntamientos. La financiaci¨®n para empresas y familias del Instituto de Cr¨¦dito Oficial est¨¢ a medio gas. Est¨¢ tambi¨¦n pendiente una de las dos leyes que sostendr¨¢n la anunciada reforma para liberalizar el sector servicios.

Algunos plazos son apremiantes. En julio, Econom¨ªa tiene que aprobar el techo de gasto presupuestario, el primer indicador de por d¨®nde ir¨¢n las cuentas de Salgado, para las que el Banco de Espa?a pronostica un d¨¦ficit r¨¦cord. El segundo aniversario del Estatuto catal¨¢n, a primeros de agosto, marca una nueva l¨ªnea roja para la reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica, que s¨®lo est¨¢ a falta de un complicado empuj¨®n final: poner m¨¢s dinero sobre la mesa. Y la pr¨®xima semana tomar¨¢ el pulso con sindicatos y patronal a un di¨¢logo social atascado.

- La experiencia de la primera ministra de Econom¨ªa. El extenso curr¨ªculum de Elena Salgado no deja dudas sobre su capacidad. La disparidad de opiniones empieza cuando se inquiere sobre si es la persona id¨®nea para transmitir, d¨ªa a d¨ªa, el mensaje del Gobierno contra la crisis. Y se extrema cuando se cuestiona su iniciativa pol¨ªtica para lanzar nuevas propuestas. "Con esta decisi¨®n, Zapatero demuestra que no quiere pelear con alguien que de vez en cuando le diga que no", afirma un ex secretario de Estado de Econom¨ªa socialista, quien considera a Salgado "muy competente, pero muy poco conocida en los foros internacionales".

"Es una persona muy prudente y muy firme, como Solbes, que estaba deseando dejarlo hace tiempo", discrepa otro ex secretario de Estado de Econom¨ªa socialista. "Para Zapatero, representa la seguridad de que va a ser capaz de organizar y ejecutar en tiempo y coste", a?ade. "Es tan inteligente como buena gestora", afirma un economista que asesor¨® a los Gobiernos socialistas en los a?os ochenta y noventa, cuando Salgado desempe?¨® varios cargos en Econom¨ªa y Obras P¨²blicas. Pero objeta: "No tiene la capacidad de liderazgo para hacer las reformas que hay que hacer". En su opini¨®n, dada como las anteriores con la condici¨®n del anonimato, "Zapatero dirigir¨¢ la pol¨ªtica econ¨®mica sin interferencias".

- El examen final, antes de septiembre. Los expertos creen que lo peor de la recesi¨®n viene ahora, pero si el pron¨®stico vuelve a fallar, tocar¨¢ examinar la capacidad pol¨ªtica de Salgado para dise?ar y comunicar nuevas propuestas. El Gobierno se ha emplazado al verano para evaluar la necesidad de otro plan de est¨ªmulo. Zapatero ya ha anunciado que el aumento de gasto p¨²blico se orientar¨¢ a innovaci¨®n y energ¨ªas alternativas, a reforzar un "nuevo modelo de crecimiento". Pero si la destrucci¨®n de empleo no cesa, se reabrir¨¢ el debate sobre medidas de efecto inmediato. Ser¨¢ el momento de comprobar la influencia de la vicepresidenta en La Moncloa. Y de conocer su opini¨®n sobre temas como la rebaja de impuestos, la negociaci¨®n laboral o hasta d¨®nde estirar los l¨ªmites presupuestarios, con una deuda p¨²blica a¨²n moderada.

"Sus cualidades como gestora responsable est¨¢n acreditadas, ?pero cu¨¢l es su discurso econ¨®mico detallado?". La urgencia de la crisis precipitar¨¢ la respuesta, aunque esta vez la pregunta no era para Salgado. La formul¨® este peri¨®dico en un editorial de 1993, a cuenta del nombramiento de Pedro Solbes como ministro de Econom¨ªa. Y sintetizaba las dudas que gener¨® la designaci¨®n del entonces titular de Agricultura, un hombre de marcado perfil t¨¦cnico, en lo m¨¢s crudo de la anterior recesi¨®n. Solbes sali¨® con buen pie de aquel trance, que inici¨® con una misi¨®n que le sonar¨¢ familiar a Salgado. En palabras de Carlos Solchaga, el peso pesado sustituido entonces: "Imprimir¨¢ al ministerio un nuevo dinamismo para resolver los problemas".