Bachillerato con adultos
En el irreversible proceso de deterioro de la lengua hablada y escrita en Espa?a, se est¨¢ ya alcanzando la fase m¨¢s irritante y escandalosa, que es aquella en la que quienes hablan y escriben mal creen adem¨¢s hacerlo bien, y se permiten se?alar como "incorrecciones" en otros lo que justamente s¨ª es correcto. Es el mundo al rev¨¦s, como se lamentaban nuestras abuelas. Las personas que afean usos correctos no son s¨®lo ignorantes, sino temerarias y perezosas, pues ni siquiera se molestan en comprobar si llevan raz¨®n. Est¨¢n convencidas de tenerla porque la mayor¨ªa ya habla y escribe como ellas, y dan por sentado que un error de muchos se convierte autom¨¢ticamente en acierto. Por supuesto que todo el mundo puede hablar y escribir como le venga en gana, eso no est¨¢ multado: no soy ning¨²n purista, la lengua est¨¢ en evoluci¨®n permanente, la conforman los usuarios, y hay palabras que, por el insistente significado err¨®neo que ¨¦stos les han dado, han pasado a querer decir tambi¨¦n algo distinto de lo que significaban, o aun opuesto. As¨ª "¨¢lgido" y "l¨ªvido". Eso no supone, sin embargo, que "¨¢lgido" y "l¨ªvido" ya no puedan ser empleadas en sus acepciones originales, de "glacial" y "amoratado" respectivamente, y ser¨ªa rid¨ªculo -adem¨¢s de necio- reprocharle a alguien tales usos. Pues el equivalente a esto ¨²ltimo es lo que est¨¢ ocurriendo.
"El l¨ªo con 'lo', 'le' y 'la' es may¨²sculo entre los hablantes, abandonados a una educaci¨®n grotesca"
Hace ya a?os que algunos lectores me han acusado de recurrir al verbo "deber" para expresar una inferencia, ignorando que, as¨ª como no puede nunca decirse "deber de" para lo imperativo (esa es precisamente la f¨®rmula para la inferencia: "debe de haberle sentado algo mal", y jam¨¢s "el Gobierno debe de atender nuestras peticiones", como sueltan casi todos los pol¨ªticos y locutores), s¨ª puede decirse "deber" a secas para las suposiciones: "debe ser amigo suyo" es correcto, y yo a veces, por una cuesti¨®n sil¨¢bica y de ritmo de la prosa, he omitido el "de" en teor¨ªa preceptivo en estos casos. Es una opci¨®n, no una incorrecci¨®n.
Pero lo que me mueve a escribir este art¨ªculo es que hace poco un respetable y veterano periodista se dirigi¨® a este suplemento "suplicando a quien corresponda que ponga remedio al insoportable lo¨ªsmo de Mar¨ªas". Me reprochaba escribir "LO" a menudo cuando, seg¨²n ¨¦l, "corresponde LE", y pon¨ªa como ejemplo flagrante una columna m¨ªa sobre Bernhard en la que yo dec¨ªa, refiri¨¦ndome siempre al autor austriaco, "Y se LO ley¨®, ya lo creo que se LO ley¨® ? No fueron pocos los novelistas que LO imitaron". Y luego: "Se LO ley¨® bastante mal", y tambi¨¦n "? que se LO tradujera". Tan insoportable le parec¨ªa todo esto al periodista que instaba a alguien responsable a impedirme seguir incurriendo en lo que para ¨¦l era "ese defecto ling¨¹¨ªstico". Le contest¨¦ privadamente, pero quiz¨¢ no est¨¦ de m¨¢s aclarar la cuesti¨®n tambi¨¦n p¨²blicamente, y esto es lo que vine a explicarle:
"Muy se?or m¨ªo: Gracias por su carta relativa a mi supuesto defecto de 'lo¨ªsmo', y por lo tanto por su atenci¨®n. Debo decirle, sin embargo, que usted considera defecto algo que es absolutamente correcto, como comprobar¨ªa si se molestara en consultar una gram¨¢tica. Lo correcto en espa?ol, cuando se utilizan verbos transitivos como 'leer', 'imitar' o 'traducir', es utilizar 'lo' aunque se trate de personas. As¨ª, decir 'A Juan lo vi ayer en la calle' es m¨¢s correcto que 'A Juan le vi ayer en la calle', aunque esta ¨²ltima opci¨®n sea muy frecuente en Espa?a y est¨¦ ya admitida y aceptada. Rara vez ver¨¢, pese a ello, que la empleen ning¨²n andaluz ni ning¨²n latinoamericano, que observan m¨¢s que otros hispanohablantes la mayor correcci¨®n de ese 'lo'. Si se tratara de una mujer, dir¨ªamos todos, sin duda, 'A Juana la vi ayer en la calle', y nunca 'A Juana le vi ayer en la calle', lo cual le indica que Juan y Juana son acusativos o complementos directos, seg¨²n las antiguas denominaciones, y que por ello lo m¨¢s correcto es decir 'lo' y 'la', respectivamente, en la frase puesta como ejemplo. A usted le parece 'insoportable' mi 'lo¨ªsmo'. Est¨¢ en su derecho, pero antes de calificarlo de 'defecto ling¨¹¨ªstico', cerci¨®rese de que lleva raz¨®n. Se?alar como defecto lo que precisamente es correcto s¨ª que me resulta a m¨ª insoportable".
Me temo que a estas alturas el l¨ªo con "lo", "le" y "la" es may¨²sculo entre los hablantes, abandonados desde hace lustros a una educaci¨®n grotesca. En el af¨¢n por evitar el "la¨ªsmo", que est¨¢ especialmente condenado y es muy feo, oigo sin cesar frases como "A Isabel hay que ayudarle", o "que o¨ªrle", o "que temerle", cuando deber¨ªa ser "ayudarla", "o¨ªrla" y "temerla". Quiz¨¢ va siendo hora de recuperar las viejas reglas para saber si un verbo es transitivo y exige "lo" (aunque "le" est¨¦ admitido) y "la" para sus complementos directos masculino y femenino, respectivamente. Uno se preguntaba, recuerdan: ?Qu¨¦ o qui¨¦n es lo le¨ªdo, imitado, traducido, visto, ayudado, o¨ªdo o temido? Bernhard, Juan, Juana, Isabel. Luego "lo" y "la" en todos los casos, o, si se prefiere, "le" en los de Juan y Bernhard. Parece mentira que haya que volver al bachillerato con adultos, maldita sea.
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