El relevo

Manuel Chaves ha sido un gestor honrado y prudente, que ha protagonizado una de las mayores transformaciones vistas por Andaluc¨ªa. Lleg¨® en medio de una confrontaci¨®n interna en el Partido Socialista y ha sabido pacificarlo de tal modo que ha llamado la atenci¨®n la manera r¨¢pida y un¨¢nime en la que se ha buscado un sucesor a su propio puesto. Es seguro que con el paso del tiempo se ver¨¢ la estela de su gesti¨®n y la impronta de su personalidad. Estuvo siempre pendiente de los equilibrios: de sexos, de territorios, de sensibilidades en su propio partido. La moderaci¨®n ha sido su manera de trabajar. Quiz¨¢s se haya echado en falta un liderazgo m¨¢s fuerte y un car¨¢cter m¨¢s audaz. En las elecciones americanas hicieron un anuncio de televisi¨®n para invalidar a Nixon con el eslogan "?le comprar¨ªa usted un coche usado a una persona as¨ª?" . En el caso de Chaves la respuesta ser¨ªa afirmativa. Tras 20 a?os en la presidencia de la Junta y m¨¢s de 30 en la vida p¨²blica deja el gobierno andaluz como una persona digna de confianza. Cosa distinta son las dudas que puede plantear su nuevo destino. La Vicepresidencia tercera del gobierno de la naci¨®n con un Ministerio de Cooperaci¨®n Territorial al que le han desgajado la funci¨®n p¨²blica parece poca cosa para el peso pol¨ªtico del ex presidente andaluz y presidente federal del PSOE. Quiz¨¢s Zapatero pretenda dotarlo de poder pol¨ªtico y Chaves sea capaz de dotarlo, pero el nivel de sus competencias no se corresponde con la talla pol¨ªtica de quien va a ocuparlo.

El terremoto pol¨ªtico motiva por la salida de Chaves y la subsiguiente de Zarr¨ªas ha cogido a contrapi¨¦ al Partido Popular, que pierde una parte importante de su mensaje pol¨ªtico. Con el desahogo que le caracteriza Arenas ha pedido elecciones anticipadas, cosa que no hizo su partido en Castilla la Mancha o en Valencia cuando se produjo un relevo similar, aunque esto no deber¨ªa sorprender. Arenas ya nos tiene acostumbrados a salidas de esta naturaleza. Bien es cierto que ha propuesto una distinci¨®n al ex presidente Chaves: a enemigo que huye, puente de plata. Pero decir que Chaves abandona Andaluc¨ªa, y que lo diga Arenas, que estuvo ocho a?os en Madrid cobijado a la sombra del poder de Aznar, no dice mucho a favor de su coherencia personal. Ni siquiera la cr¨ªtica a Gri?¨¢n por tener 60 a?os como si ¨¦l todav¨ªa fuera el Ni?o Arenas de hace 30 a?os, cuando se present¨® a las municipales de Sevilla por UCD. No parece que el l¨ªder popular est¨¦ en la mejor situaci¨®n para criticar la gerontocracia de los dem¨¢s.

Muchos han hecho una lectura en clave interna socialista acerca de estos cambios: el inter¨¦s de Zapatero y de la direcci¨®n federal del PSOE en que hubiera un cambio de liderazgo en Andaluc¨ªa, la pugna Zarr¨ªas-Pizarro resuelta a favor de este ¨²ltimo, el fracaso de Mar Moreno en sus m¨²ltiples conspiraciones para suceder a Chaves. Como en el PSOE han aprendido a llevar esas desavenencias con discreci¨®n todo lo que se diga no son m¨¢s que conjeturas. El PSOE es ahora un partido cohesionado donde las divergencias, salvo los congresos provinciales de M¨¢laga y Sevilla, se resuelven en la intimidad. S¨ª parece cierto que Chaves ha propuesto a la persona que ¨¦l mismo quer¨ªa, no a la que le hayan sugerido. Tantos sucesores a lo largo de estos a?os, tantos tapados y al final el elegido ha sido aquel del que menos se hab¨ªa hablado. El tiempo dir¨¢ si el cambio es bueno para el PSOE y es bueno para Andaluc¨ªa. Aunque Gri?¨¢n lleva muchos a?os en la gesti¨®n p¨²blica ser¨¢ necesario esperar y ver sus nombramientos, el dise?o de su pol¨ªtica, cu¨¢nto de nuevo y cu¨¢nto de continuidad habr¨¢ en sus propuestas y en su manera de gobernar. En cualquier caso es seguro que tendr¨¢ un estilo diferente. Es cierto que asume una Andaluc¨ªa mucho m¨¢s desarrollada que la de hace 20 a?os aunque con una situaci¨®n econ¨®mica delicada. Por ahora tiene una imagen de persona rigurosa. Y por si fuera poco es del Atl¨¦tico de Madrid.