Castilla-La Mancha quiere excluir del J¨²car el lago de L'Albufera

El nuevo plan hidrol¨®gico del J¨²car lleva meses de retraso porque debe reflejar la nueva ordenaci¨®n de los r¨ªos de acuerdo con un decreto que a¨²n est¨¢ por aprobar. El documento enfrenta a la Comunidad Valenciana con Castilla-La Mancha por el peso que tendr¨¢ cada una de esas comunidades aut¨®nomas en los futuros ¨®rganos de gesti¨®n de la cuenca hidrogr¨¢fica del J¨²car.

El conflicto ha generado un aluvi¨®n de informes de ambas partes dirigidos al Gobierno para defender sus posiciones. La Junta castellanomanchega ha enviado uno extenso para alegar, de momento sin ¨¦xito, que la cuenca vertiente a L'Albufera debe asumirla la Generalitat, lo que implicar¨ªa desligar el parque natural del J¨²car y un sinf¨ªn de ramblas del ¨¢rea metropolitana de Valencia. A ello se oponen frontalmente el Consell y los regantes, que consideran que estos cauces y el lago de L'Albufera forman parte indiscutible del sistema del r¨ªo J¨²car.

El Gobierno tampoco apoya este planteamiento, y rechaza tambi¨¦n que de la cuenca del Turia se desvinculen los barrancos del Carraixet y del Poyo, como pretende Castilla-La Mancha. En el n¨²cleo del enfrentamiento por la delimitaci¨®n de la demarcaci¨®n del J¨²car est¨¢ la asignaci¨®n de votos a cada comunidad aut¨®noma. La Generalitat quiere conservar su actual mayor¨ªa, y as¨ª lo defiende ante el ministerio, mientras que la Junta castellanomanchega ve la ocasi¨®n de ganar peso si los valencianos pierden territorio dentro de la demarcaci¨®n al quedarse sus r¨ªos.

A ninguna de las dos partes ha gustado el reparto que propone el borrador del decreto, que pretende responder a la nueva realidad. La Comunidad Valenciana quiere m¨¢s que la mayor¨ªa relativa que consigue, y Castilla-La Mancha no logra desbancar a la Generalitat en los ¨®rganos de gesti¨®n de la cuenca hidrogr¨¢fica. La pugna sigue abierta.