El triunfo del pasado
El argentino Cabrera, vencedor en Augusta, es el modelo del golfista natural hecho a s¨ª mismo

Cuando ?ngel Cabrera (C¨®rdoba, Argentina; 1969) entr¨® en la sala de prensa vestido con la chaqueta verde, apenas le esperaba una veintena de periodistas. El Pato no era precisamente el hombre m¨¢s querido en Estados Unidos. Cabrera, un gigant¨®n de casi 100 kilos, acababa de ganar su primer Masters de Augusta, el primero de un argentino, dejando tirada a toda la panda de h¨¦roes locales. A Kenny Perry y Chad Campbell, a quienes se impuso en un desempate tras acabar igualados a 12 golpes bajo par tras la ¨²ltima jornada. Y a Tiger Woods y Phil Mickelson, los dos colosos que le persiguieron de manera heroica. Pero resisti¨® a todos con una fe de granito y dej¨® a Augusta sin campe¨®n de la casa. El chasco se agrav¨® para los estadounidenses porque la ¨²ltima v¨ªctima fue Perry, el hombre de 48 a?os que encarnaba el sue?o americano de convertirse en el ganador de m¨¢s edad de un grande y que termin¨® d¨¢ndose cabezazos por ceder una ventaja de dos golpes a falta de dos hoyos.
Charlie Epps molde¨® su 'putt' y le dio confianza: "Puedes ganar lo que sea"
A El Pato le trae sin cuidado no saber ingl¨¦s. Nunca le interes¨® venderse
Cabrerita se enfund¨® su segundo major, tras el Open de Estados Unidos que birl¨® en 2007 a Woods, y cerr¨® la vieja herida argentina de hace 41 a?os, cuando Roberto de Vicenzo perdi¨® sus posibilidades en el Masters por un error en la anotaci¨®n de la tarjeta.
Dos victorias de Cabrera en Estados Unidos, ambas en un grande, dentro de una carrera de 20 a?os de profesional esculpida con mucho sudor. Cuando el golf vive en la dimensi¨®n de los jugadores robotizados, cuando los adolescentes llaman al reemplazo de la vieja guardia y un ni?o de 17 a?os como el japon¨¦s Ryo Ishikawa firma un contrato de imagen de 15 millones de euros al a?o, Cabrera recuerda que el jugador natural sigue vivo. Su perfil de caddie que ha madurado le emparenta con Miguel ?ngel Jim¨¦nez, una raza del pasado en un deporte obsesionado con el futuro.
Al Pato le trae sin cuidado no saber ingl¨¦s (necesita traductor) porque nunca le ha interesado venderse m¨¢s all¨¢ del green. "?l ha tenido que gan¨¢rselo todo solito. Ha luchado m¨¢s que nadie por estar donde est¨¢", cuenta Mariano Bartolom¨¦, el que fue su entrenador durante seis a?os; "la suya ha sido siempre una historia de superaci¨®n". La del ni?o que empez¨® a jugar torneos de caddies con 10 a?os, a quien llamaron El Pato por su andar extra?o; la del adolescente a quien su colega y compatriota Eduardo Romero, El Gato, le dej¨® dinero para probar en el golf. Las penurias han forjado a un luchador, un jugador de swing natural, manos grandes y drive pesado (el noveno m¨¢s largo en Augusta), a quien el t¨¦cnico Charlie Epps ha moldeado el putt y le ha hecho creerse un grande. "Puedes ganar lo que sea", le dijo.
Cabrera ya no combate la presi¨®n fumando. "?l es de sangre caliente, pero ha hecho un esfuerzo por mantenerse en paz. En Augusta ha tenido una paciencia enorme", resume Bartolom¨¦. "Estaba muy confiado. Me divert¨ªa. Trataba de disfrutar el momento. He trabajado mucho para llegar hasta aqu¨ª. El US Open me lleg¨® por sorpresa. Ahora estoy m¨¢s preparado", dijo El Pato. Cuando gan¨® hace dos a?os, De Vicenzo le regal¨® un cuadro con una chaqueta verde. "Nunca he sentido celos ni soy envidioso. Siempre tiro para mi pa¨ªs", cuenta desde Buenos Aires el propio De Vicenzo, frito a llamadas. El ganador del Open Brit¨¢nico de 1967 cumple hoy 86 a?os. "Por la ambici¨®n que siempre tuvo, El Pato no se quedar¨¢ aqu¨ª. Conseguir¨¢ muchas m¨¢s cosas", apunta.
Vestido de verde, Cabrera se acord¨® de su "gran amigo" Seve Ballesteros: "Le necesitamos. Ha sido el mejor". Y, claro, de sus or¨ªgenes. Esta semana vuelve a C¨®rdoba para jugar el Abierto del Centro, el torneo con el que so?aba cuando era un caddie con el mundo por descubrir.
Clasificaci¨®n final: 1. ?. Cabrera (Arg.), 276 golpes (12 bajo par), ganador en el segundo hoyo del desempate. 2. K. Perry (EE UU) y Ch. Campbell (EE UU), 276. 4. S. Katayama (Jap.), 278. 5. Ph. Mickelson (EE UU), 279. 6. T. Woods (EE UU), 280. 20. R. McIlroy (Irl. N.), 286. 38. S. Garc¨ªa, 289. 46. M. ?. Jim¨¦nez, 294.

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