"En biolog¨ªa los principios son simples, pero los detalles no"

Peter Agre, estadounidense de ascendencia noruega, ten¨ªa el objetivo de hacer algo por sus semejantes y por eso se convirti¨® en m¨¦dico, pero el premio Nobel que obtuvo en 2003 fue, curiosamente, el de Qu¨ªmica, su primera licenciatura. En Medicina empez¨® como hemat¨®logo y termin¨® descubriendo, "por casualidad", recalca, las acuaporinas, canales celulares para el agua, fundamentales para el funcionamiento del cuerpo humano (y de cualquier organismo). ?se fue el descubrimiento que le hizo merecedor del Nobel. Ahora, a los 60 a?os, a pesar de que cualquiera dir¨ªa que ya ha hecho suficiente por sus semejantes, se dedica a impulsar en su universidad de siempre, la John Hopkins, la investigaci¨®n de la malaria, sin perder de vista las posibilidades de sus queridas acuaporinas en la lucha contra esta enfermedad. Particip¨® en el Foro Cient¨ªfico que reuni¨® recientemente en Madrid a investigadores de todo el mundo de la empresa GlaxoSmithKline.

"Si existen formas de vida en Marte, seguro que hay acuaporinas"

"Me han citado hasta en un anuncio de cremas de belleza"

Pregunta. Las acuaporinas son una familia de prote¨ªnas implicadas en muchos procesos fisiol¨®gicos.

Respuesta. Claro, son responsables de la concentraci¨®n de la orina en el ri?¨®n, del sudor y de las l¨¢grimas, pero tambi¨¦n son muy importantes en trastornos como la hidrocefalia, el glaucoma, la retenci¨®n de l¨ªquidos, el ojo seco o la fibrosis qu¨ªstica. Y son pr¨¢cticamente universales, existen en los microbios y tambi¨¦n en las plantas.

P. Usted bromea con que le han citado hasta en un anuncio de cremas de belleza.

R. S¨ª, las acuaporinas se expresan en la membrana de la c¨¦lula, especialmente en algunos ¨®rganos, como el ri?¨®n, y en la piel. Me llamaron de una conocida marca de cosm¨¦ticos para decirme que ten¨ªan unas mol¨¦culas que aumentan la expresi¨®n de las acuaporinas en la piel y consiguen m¨¢s hidrataci¨®n. No estoy nada convencido de eso y no colabor¨¦ con ellos, pero en el anuncio mencionaron mi premio Nobel y mi madre me dijo: "?Hijo, por fin has hecho algo ¨²til!".

P. Tambi¨¦n dice que las acuaporinas est¨¢n en todos los organismos y que pueden existir hasta en Marte.

R. S¨ª, ahora creemos que hay agua en cantidad en Marte, y si existen formas de vida all¨ª seguro que tienen acuaporinas. Y si las tienen, yo asegurar¨ªa que la vida en la Tierra ha venido del espacio.

P. Volviendo a la Tierra, est¨¢ interesado en las implicaciones de las acuaporinas en situaciones de estr¨¦s.

R. S¨ª, su papel es m¨¢s importante cuando hay estr¨¦s, como sucedi¨® en 2003 durante la ola de calor en Europa. Muchas de las varias miles de muertes no esperadas se produjeron en personas mayores. A medida que envejecemos concentramos la orina menos eficientemente y tambi¨¦n sudamos menos. Sudar es lo que nos refrigera, cuando se evapora el agua sobre la piel. Al no sudar sube demasiado la temperatura, es el golpe de calor, que puede ser fatal. Por eso hay que tomar mucho l¨ªquido, para sudar m¨¢s.

P. ?Y tambi¨¦n tienen que ver estas prote¨ªnas con la necesidad de orinar tras tomar cerveza?

R. Es un mecanismo que est¨¢ relacionado efectivamente con la ruta metab¨®lica en la que est¨¢n las acuaporinas. El alcohol act¨²a sobre el cerebro disminuyendo la liberaci¨®n de la hormona vasopresina, y esta disminuci¨®n influye en una menor concentraci¨®n de la orina, por lo que surge la necesidad de orinar. La causa es la mezcla del alcohol con un gran volumen de l¨ªquido, como sucede en la cerveza. Con el whisky, por ejemplo, no pasa tanto, porque ingerimos menos l¨ªquido, pero con el caf¨¦ s¨ª, porque act¨²a tambi¨¦n sobre la liberaci¨®n de la vasopresina.

P. ?C¨®mo descubri¨® la primera acuaporina?

R. Seg¨²n la teor¨ªa, deb¨ªa de existir, pero en mi laboratorio, donde trabaj¨¢bamos en hematolog¨ªa, la descubrimos sin querer. La aislamos, pero no conoc¨ªamos su funci¨®n. Est¨¢bamos atascados. Gracias a mis conversaciones con otros colegas, conseguimos avanzar y nos concentramos en averiguar su estructura. Tiene un di¨¢metro de 3 angstroms, adecuado para dejar pasar las mol¨¦culas de agua.

P. ?Qu¨¦ es para usted la biolog¨ªa, es una verdadera ciencia, sabemos ya casi todo sobre la c¨¦lula, por ejemplo?

R. Creo que la biolog¨ªa es la ciencia de la vida, la qu¨ªmica de la vida. Sabemos cada vez m¨¢s, pero todav¨ªa queda mucho por conocer. Ahora ya tenemos el genoma, pero todav¨ªa no sabemos ni la mitad de lo necesario. Cualquiera dir¨ªa que los canales del agua se tendr¨ªan que haber descubierto hace 100 a?os, pero no.

P. En qu¨ªmica el ox¨ªgeno y el hidr¨®geno siempre forman agua, pero en biolog¨ªa no es tan f¨¢cil.

R. Es que la biolog¨ªa no es tan simple como la qu¨ªmica. Los principios b¨¢sicos s¨ª son simples, pero los detalles son complicados. Conseguir conocer la estructura de una prote¨ªna es muy dif¨ªcil, y la estructura es lo que determina su funci¨®n. Pero estamos en la edad de oro de la investigaci¨®n en biolog¨ªa y la medicina moderna ha conseguido que personas de mi edad tengan una muy buena calidad de vida.

P. Pero en el c¨¢ncer las cosas no van tan bien.

R. Es que es muy complicado el c¨¢ncer. Mi amigo Bert Vogelstein me lo dice.

P. ?Conoce bien al m¨¦dico espa?ol Pedro Cuatrecasas, descubridor de muchos medicamentos?

R. S¨ª, su padre era un naturalista muy famoso y ¨¦l naci¨® en Madrid pero se trasladaron a Colombia. Fue mi mentor cuando llegu¨¦ al John Hopkins y all¨ª escuch¨¦ tambi¨¦n a Severo Ochoa.