Tarkovski reserva en elBulli

Los huevos fritos de Vel¨¢zquez, las sopas de Warhol, la gigantesca hamburguesa de Oldenburg y el chocolate de Roth... Las incursiones de los artistas pl¨¢sticos en el mundo de la gastronom¨ªa son m¨²ltiples y frecuentes, pero raras veces pasa lo contrario. Como es bien conocido, la de Ferran Adri¨¤ es mucho m¨¢s que una incursi¨®n. Lo confirma el libro de Vicente Todol¨ª, director de la Tate Modern de Londres, y Richard Hamilton, el m¨¢s relevante artista pop brit¨¢nico, Comida para pensar. Pensar sobre el comer (Actar), una reflexi¨®n gastron¨®mico-art¨ªstica sobre la cocina y el arte de vanguardia, a partir de la trayectoria de Adri¨¤ y su participaci¨®n en Documenta, la exhibici¨®n que se celebra cada cinco a?os en la ciudad alemana de Kassel.

Vicente Todol¨ª: "La obra racionaliza la experiencia de comer all¨ª"

"Una comida de Adri¨¤ es una experiencia multisensorial. Tiene aquel ritmo que, seg¨²n el cineasta Tarkovski, caracteriza la obra de arte", afirma Todol¨ª. Convencido de que la pol¨¦mica sobre la presencia del cocinero en una de las muestras de arte contempor¨¢neo m¨¢s importantes del mundo est¨¢ superada, Todol¨ª asegura que el libro "pretende racionalizar la experiencia de una comida en elBulli". Y qui¨¦n mejor para hacer de maestro de ceremonia que Richard Hamilton, no s¨®lo por la cercan¨ªa entre la iconograf¨ªa gastron¨®mica y el arte pop, sino porque adem¨¢s descubri¨® elBulli en 1963 junto a Marcel Duchamp, cuando era s¨®lo un chiringuito y Adri¨¤ a¨²n un ni?o. Desde entonces ha vuelto una vez al a?o.

Una memoria que en el libro se junta con la del propio Adri¨¤, a trav¨¦s de los 1.461 platos que ha creado entre 1987 y 2007, y los recuerdos de los 200 invitados, que durante los 100 d¨ªas de Documenta cenaron en el restaurante de Cala Montjoi. Tambi¨¦n se incluyen las reflexiones surgidas en unas cenas-debates posteriores al cierre de la muestra, en las que participaron representantes del mundo del arte y la gastronom¨ªa, desde Adrian Searle, cr¨ªtico de The Guardian, y Heston Blumenthal, chef de The Fat Duck, hasta artistas relacionados con la comida, como Miralda. Junto a las contribuciones de los comensales resultan curiosas las notas de los camareros sobre sus reacciones a los platos. "Alguien ha comparado elBulli con un espect¨¢culo de Pina Bausch. No es todo placer, a veces es un atentado contra los sentidos", apunta ?lex Susanna, director de la Fundaci¨®n Caixa Catalunya. Artista o no, lo cierto es que Adri¨¤ se ha convertido en uno de los s¨ªmbolos de Espa?a que m¨¢s vende en el extranjero. Ya es un icono. La cubierta del libro, con su retrato a cargo de Matt Groening, creador de los Simpson, lo dice todo.