Necesitamos a los superh¨¦roes
Personajes nacidos en un mundo de totalitarismos y guerra arrasan hoy en el cine y la televisi¨®n - La cultura occidental sigue fascinada por quienes reflejan sus sue?os
En realidad, todas las historias arrancan de una historia, todos los libros nacen de un libro, bueno, de dos, en uno se relata una gran batalla entre Oriente y Occidente por el amor de una mujer y en otro se habla de un hombre que se pierde al regresar a casa. "Canta, o diosa, la c¨®lera de Aquiles", comienza la Iliada. "Cu¨¦ntame musa las aventuras de aquel var¨®n de tan variado ingenio", arranca la Odisea. Los dos tienen un punto en com¨²n: el h¨¦roe, esa figura dotada de superpoderes que a lo largo de los siglos ha llegado hasta nosotros con diferentes formas y colores, pero con un mismo fondo. Como dice la vieja canci¨®n de David Bowie, "podemos ser h¨¦roes, s¨®lo por un d¨ªa". Desde Homero hasta los Watchmen, desde Ulises hasta El caballero oscuro, ya sea en forma de tebeos, pel¨ªculas o series de televisi¨®n, los superh¨¦roes son una inagotable fuente de fascinaci¨®n y un negocio global m¨¢s que rentable.
Los h¨¦roes griegos, y tambi¨¦n sus dioses, son sus predecesores
A partir de los a?os setenta se fueron humanizando y comenzaron a sufrir
Superman represent¨® una esperanza tras la Gran Depresi¨®n
Hay elementos de culebr¨®n, de novela negra o de aventuras
En el siglo XXI, la fascinaci¨®n por los superh¨¦roes ha resurgido con taquillas millonarias. Cine, televisi¨®n, quioscos y librer¨ªas viven una renovada fiebre en torno a personajes concebidos en otra ¨¦poca, la de los totalitarismos y la II Guerra Mundial. ?Por qu¨¦ vuelve a actuar el im¨¢n de estos hombres extraordinarios?
"Es una atracci¨®n por los individuos que se salen de lo corriente porque siempre, desde la antigua Grecia hasta ahora, se han buscado personajes ejemplares", explica Carlos Garc¨ªa Gual, catedr¨¢tico de filolog¨ªa griega de la Universidad Complutense y uno de los grandes expertos espa?oles en el mundo cl¨¢sico. "Tambi¨¦n tienen algo de culebr¨®n, te enganchan, como te engancha Perdidos. Algunas series se prolongan desde hace d¨¦cadas", se?ala David L¨®pez, que desde Zaragoza dibuja superh¨¦roes para DC Comics y Marvel (las dos grandes compa?¨ªas del sector). "Tiene mucho que ver con los dioses griegos y romanos. La cultura occidental est¨¢ llena de superh¨¦roes, que funcionan con los mismos arquetipos, con los mismos modelos", prosigue este dibujante de 33 a?os. "Los superh¨¦roes ya exist¨ªan en la Iliada. En vez de dioses, creamos superh¨¦roes, pero tambi¨¦n forman una especie de pante¨®n divino", se?ala Salvador Larroca, valenciano de 44 a?os y dibujante estrella de la Marvel, sobre todo de X Men y la Patrulla X.
Los antih¨¦roes de las novelas gr¨¢ficas, como Corto Malt¨¦s, se equivocan, dudan y se enamoran siempre de una chica que los deja plantados. Los superh¨¦roes, en cambio, son irresistibles, siempre saben qu¨¦ hacer, siempre toman la decisi¨®n adecuada, no envejecen y van de haza?a en haza?a, enfrentados a villanos casi tan potentes como ellos. Son h¨¦roes ¨¦picos que, a diferencia de los h¨¦roes de las comedias, no cambian, no maduran, no sufren, no dudan, son perfectos. Bueno, por lo menos al principio, cuando fueron creados, porque a partir de los a?os setenta se fueron humanizando, comenzaron a sufrir, a dudar, a envejecer, aunque segu¨ªan sin equivocarse.
A mediados de marzo se vendi¨® en una subasta en Nueva York un ejemplar del primer c¨®mic de Superman por 317.000 d¨®lares. Costaba 10 c¨¦ntimos cuando sali¨® a la calle, en junio de 1938, y s¨®lo quedan 100 copias en circulaci¨®n. Con este tebeo escrito por Jerry Siegel y dibujado por Joe Shuster, que contaba la historia de Kal-El, el hijo de Jor-El y Lara, que acaba salvando a los habitantes de la tierra de todo tipo de malvados y cat¨¢strofes, naci¨® el mercado y el mundo de los superh¨¦roes contempor¨¢neos. Ahora Marvel y DC Comics venden cientos de miles de ejemplares al a?o en Espa?a de series y subseries con precios que van desde 1,95 euros por un tebeo grapado de 24 p¨¢ginas. En Estados Unidos, una de las compa?¨ªas ha subido el precio hasta los 3,99 d¨®lares mientras que Marvel lo har¨¢ en junio. En cualquier caso, se trata de un entretenimiento popular y masivo.
El caballero oscuro, la cuarta entrega cinematogr¨¢fica de Batman, fue la pel¨ªcula m¨¢s taquillera del mundo en 2008 (en Espa?a recaud¨® 11 millones de euros), mientras que Watchmen, la pel¨ªcula basada en la novela gr¨¢fica de Alan Moore que cambi¨® la historia del c¨®mic y de los superh¨¦roes, ha sido uno de los estrenos m¨¢s comentados de los ¨²ltimos a?os. La ¨²ltima pel¨ªcula de superh¨¦roes, Lobezno, los or¨ªgenes, fue pirateada un mes antes de su estreno y colocada a principios de abril en Internet cuando todav¨ªa no estaba terminada ("Es como un Ferrari al que le falta una capa de pintura", dijo su protagonista, Hugh Jackman). En s¨®lo unas horas, m¨¢s de un mill¨®n de personas la hab¨ªan descargado.
Pero el concepto es mucho m¨¢s antiguo que este boom en la era del consumo de masas, m¨¢s viejo que la cultura pop. Los dioses de griegos y romanos ten¨ªan superpoderes y los h¨¦roes cl¨¢sicos, sin ellos, venc¨ªan todo tipo de obst¨¢culos con su inventiva, fuerza e ingenio. "Son sin duda un precedente", se?ala Francisco Garc¨ªa Jurado, profesor de filolog¨ªa latina de la Universidad Complutense de Madrid. "Todos necesitamos tener h¨¦roes aunque son los griegos y los romanos los que le ponen el nombre. Los romanos ten¨ªan dos grandes h¨¦roes, Eneas y H¨¦rcules. De hecho, en el Museo Arqueol¨®gico Nacional hay un mosaico de los trabajos de H¨¦rcules, en el que ya aparecen vi?etas", agrega este experto en literatura comparada. "Lo importante de ese mosaico es que demuestra que no puede haber h¨¦roes sino hay una representaci¨®n colectiva", prosigue. "A Stan Lee, uno de los grandes creadores, le han llegado a llamar el Homero de los c¨®mics", puntualiza Alejandro Mart¨ªnez Viturbia, director editorial de Panini C¨®mics, la empresa espa?ola que distribuye Marvel.
"En el fondo, los superh¨¦roes son la personificaci¨®n de los sue?os del ser humano, de perfecci¨®n inmediata, en cierto sentido hasta los santos de la tradici¨®n cristiana son superh¨¦roes", se?ala el escritor Rafael Mart¨ªn, novelista, guionista de c¨®mics y autor de varios ensayos sobre estos seres extraordinarios, el ¨²ltimo de ellos W de Watchmen. Este especialista tambi¨¦n considera que el origen del mito se remonta a los cl¨¢sicos, pero se pregunta si antes de la aparici¨®n de Superman, en los albores de la II Guerra Mundial, cuando los totalitarismos eran un peligro claro e inminente, ya exist¨ªan a trav¨¦s de personajes como Popeye, de 1939, o El hombre enmascarado, de 1936.
"Dos j¨®venes consiguen crear un personaje que encarna todo lo que Estados Unidos quer¨ªa ser despu¨¦s de la Gran Depresi¨®n. Es un personaje que representa tambi¨¦n una esperanza ex¨®gena, justo antes de la II Guerra Mundial", explica ?lvaro Pons, cr¨ªtico de tebeos y autor del blog La c¨¢rcel de papel (www.lacarceldepapel.com), sobre el nacimiento de Superman, un personaje con el que se inicia lo que se ha llamado la Edad de Oro de los c¨®mics, que se prolonga desde los a?os cuarenta hasta los a?os cincuenta. Fue entonces cuando nacieron Batman y Robin, Superwoman o The Flash, cuando los quioscos se llenaron de entretenimiento barato en forma de tiras, sobre todo por la compa?¨ªa DC, mientras que Timely Comics (precedente de la Marvel) puso en circulaci¨®n a personajes como Capit¨¢n Am¨¦rica. Tambi¨¦n en aquellos a?os, Will Esneir, que luego revolucionar¨ªa la novela gr¨¢fica, cre¨® The Spirit.
Con los sesenta, llegaron nuevos tiempos y tambi¨¦n nuevos superh¨¦roes mucho m¨¢s humanos, m¨¢s complejos. Personajes como Spiderman, X Men, Hulk, la Patrulla X, detr¨¢s de los que se encuentran nombres fundamentales en la historia del c¨®mic como Stan Lee o Jack Kirby, se mueven en un mundo m¨¢s realista, con problemas m¨¢s pedestres (superpoderes aparte). Algunos son superh¨¦roes por desgraciados accidentes, h¨¦roes a su pesar, encarcelados por su propia fuerza.
La ¨²ltima vuelta de tuerca al realismo se produce con Watchmen, para muchos el mejor c¨®mic de superh¨¦roes (aunque s¨®lo aparezca un personaje con superpoderes), que Alan Moore y Dave Gibbons comenzaron a publicar en 1986. "Es muy importante porque reflexiona sobre las cosas que aceptamos en el mundo de los superh¨¦roes, pero que en la vida real dar¨ªan mucho miedo, porque es gente que te salva quieras o no", explica el historiador de los c¨®mics Rafael Mart¨ªn. ?Qu¨¦ ocurre cuando el Ej¨¦rcito de EE UU cuenta con un superh¨¦roe en sus filas durante la guerra de Vietnam? Pues que la gana y la historia ser¨¢ diferente. Como dijo Alan Moore, la idea era arrancar con la muerte de un superh¨¦roe para demostrar que las cosas no son lo que parecen.
Hay series, Superman sin ir m¨¢s lejos, que llevan siete d¨¦cadas en el mercado y siguen encontrando millones de compradores. Es una aut¨¦ntica industria, que emplea a centenares de dibujantes, guionistas, coloristas, y que mes a mes coloca sus productos en los quioscos y en las tiendas. "Una de las cosas que mejor funcionan es el aspecto culebronero", explica el dibujante David Garc¨ªa. "A Batman le sali¨® un hijo hace unos a?os. Enganchan porque son historias ¨¦picas que se prologan durante a?os, pero tambi¨¦n son familiares. Nos gustan porque los personajes se relacionan los unos con los otros. En algunos casos, al ser personajes que sigues desde peque?o, te llegan a importar realmente. Al construir ficciones, convertimos a los personajes en personas", agrega. "El g¨¦nero de superh¨¦roes es un caj¨®n de sastre en el cabe desde la novela negra hasta las aventuras o las historias de amor", se?ala Alejandro Mart¨ªnez Viturbia.
Para otros expertos, la continuidad es una de las claves: al igual que con las series de televisi¨®n, una vez que te enganchas, te conviertes en un espectador/ comprador sempiterno. En realidad, el origen tambi¨¦n es anterior: la continuidad seriada es el principio con el que se crearon los folletines a trav¨¦s de los que autores como Alejandro Dumas forjaron la novela contempor¨¢nea. "El gran hallazgo fue hacer que enganchasen como las tragedias griegas", afirma Rafael Mart¨ªn.
Eso s¨ª, el enganche y la duraci¨®n tiene una contrapartida, que para algunos explica la ca¨ªda de lectores en la ¨²ltima d¨¦cada (adem¨¢s de la mayor presencia de estos personajes en pantalla). Series muy largas, como Friends, no eran f¨¢cil de agarrar a medias. Pero hay tebeos que llevan en el mercado desde los a?os cuarenta complic¨¢ndose y complic¨¢ndose y no es f¨¢cil subirse en marcha. "Cada vez hay m¨¢s lo que se llama crossover, las relaciones de unos tebeos con otros", explica ?lvaro Pons. Para alguien que no haya bebido de esta cultura desde peque?o, puede llegar a ser un l¨ªo monumental o directamente un culebr¨®n absurdo.
Para un ne¨®fito en el mundo de los superh¨¦roes, navegar por las p¨¢ginas web de DC Comics (www.dccomics.com) o de Marvel (www.marvel.com) es un encuentro en la tercera fase. Si uno se mete en la secci¨®n de personajes de Marvel, se encuentra con centenares de nombres, cada uno con su enlace, con su dibujo y con su historia, incluso el aficionado se puede descargar e instalar un buscador especial del Universo Marvel. Lo mismo ocurre con DC Comics. El problema est¨¢ en que, incluso antes de los cruces entre las diferentes series, resulta un l¨ªo monumental para los que no est¨¦n acostumbrados a este universo infinito, que se prolonga y ramifica como un relato de Borges. Tal vez no todo el mundo est¨¦ contado en dos historias, haya leyendas m¨¢s all¨¢ de los guerreros que luchan por una mujer y el hombre que vuelve a casa, aunque en todas las dem¨¢s aparecen tipos con capas y superpoderes.

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