Viva la crisis
No hay mal que por bien no venga, aunque haya males que m¨¢s de cien a?os duren. Es lo que deben de estar pensando los toros y vaquillas que se han salvado por los pelos (las gre?as de la crisis) de ser torturados y asesinados p¨²blicamente en las pr¨®ximas fiestas populares de algunos pueblos de la Comunidad. El ¨²ltimo, Rivas-Vaciamadrid.
Dicen que el recorte del 50% que la Concejal¨ªa de Fiestas de ese consistorio ha sufrido en el presupuesto destinado a sus celebraciones de mayo es la causa por la que el Ayuntamiento ha decidido prescindir de la actividad taur¨®pata, digo taur¨®maca. La masacre sal¨ªa por los dos ojos de la cara del toro o la vaquilla que hubiera tenido la p¨¦sima suerte de ir a caer en el programa de tan festivas fechas: eran dos encierros, dos capeas y dos novilladas cuyo precio ascend¨ªa a 96.000 euros.
La plaza de toros m¨®vil es una escalofriante representaci¨®n de la maldad humana
Vamos a hacer cuentas, que es otra de las cosas positivas de la crisis: nos ha refrescado las matem¨¢ticas. A ver: en Rivas-Vaciamadrid hay 69.000 habitantes, de los que al parecer s¨®lo 300 han asistido en a?os anteriores a estos, llam¨¦mosles, espect¨¢culos, que se llevaban a cabo en la plaza m¨®vil. (Es una de las representaciones m¨¢s escalofriantes de la maldad humana, la plaza m¨®vil. Quien haya visto una de cerca y tenga un m¨ªnimo de sensibilidad sabr¨¢ a lo que me refiero. Se trata de un cub¨ªculo demasiado peque?o, cuyas dimensiones f¨ªsicas son mucho menores de lo que llevar¨ªa a imaginar la enormidad del acto que en ¨¦l se va a llevar a cabo: la enormidad del crimen. S¨®lo la nula dimensi¨®n moral de la actividad a la que est¨¢ destinada supera a esa aterradora peque?ez, compartida con los s¨®tanos de las picanas). Trescientas personas, dec¨ªamos, rodean el cub¨ªculo para presenciar el sufrimiento y el asesinato de un ser inocente. De esas 300, s¨®lo 100 han pagado su entrada (porque hay gente para todo, aunque en Rivas, menos). O sea, la cuenta es facil¨ªsima: para recuperar los 96.000 euros que cuesta la fiesta de la tortura cada uno de esos 100 ripenses deber¨ªa pagar 960 euros de entrada. Nanai de la China.
La decisi¨®n del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid viene a sumarse a la de una serie de municipios que han optado por suprimir los festejos taurinos. En algunos casos porque lo impide la crisis (?viva la crisis!), ya que el negocio de la tauromaquia vive principalmente de las subvenciones p¨²blicas, una de las mayores verg¨¹enzas nacionales. Pero en muchos otros, y cada vez son m¨¢s, por una creciente conciencia antitaurina: son ya m¨¢s de 60 los municipios espa?oles que se han declarado antitaurinos y han prohibido esos espect¨¢culos de forma expresa y manifiesta. En nuestra Comunidad fue pionera la localidad de Coslada, que se declar¨® antitaurina en 2005, mientras que en Manzanares el Real se ha vivido una situaci¨®n que tildaremos de curiosa, por no decir antidemocr¨¢tica: hace apenas un mes, su Ayuntamiento decidi¨® llamar a consultas a sus ciudadanos para que votaran por retirar, mantener o reducir las ayudas p¨²blicas a los festejos antitaurinos. Y aqu¨ª viene la curiosidad antidemocr¨¢tica: si bien el resultado de la votaci¨®n fue favorable a la retirada de las ayudas, el alcalde ?ngel Aretxaga, de IU, que se ha manifestado "en contra de la tauromaquia por el maltrato a los animales", decidi¨® tirar por la calle del medio y reducir, no retirar, dichas ayudas, que ascienden a 120.000 euros. Para ese viaje no se necesitaban urnas. ?Qu¨¦ intolerables presiones habr¨¢ llegado a recibir? Cu¨¦ntelas, se?or Aretxaga, que son de inter¨¦s p¨²blico.
En lo que al territorio nacional respecta, fue Canarias pionera en ¨¦tica antitaurina: las corridas de toros est¨¢n prohibidas desde 1991. Y es Catalu?a la cabeza del cartel del progreso moral: 53 municipios se han declarado abolicionistas, muchos m¨¢s han retirado toda subvenci¨®n a la tauromaquia y las plazas m¨®viles est¨¢n prohibidas. Todo ello indica que Espa?a ya no quiere m¨¢s salvajadas de ese tipo: seg¨²n Gallup, alrededor del 75% de los espa?oles se declara contrario o indiferente a la llamada fiesta nacional. ?Por qu¨¦, entonces, sigue destin¨¢ndose, como en 2008, 600 millones de euros a subvencionar la tauromaquia? 600 millones de euros. En plena crisis. Todas estas cifras deber¨ªan interesarle a ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, nueva ministra de Cultura, que en la pasada feria de San Isidro tuvo la desverg¨¹enza de confesar (en forma de tribuna en este peri¨®dico titulada, ret¨®ricamente, Elogio del silencio) que es seducida por las corridas de toros, aunque sabe que "est¨¢ mal y deber¨ªa curarme".
?Es tolerable una ministra de Cultura que reconoce que es seducida por el maltrato p¨²blico a un animal? No: la tortura no es cultura y los valores de Gonz¨¢lez-Sinde est¨¢n tan en crisis como las arcas que no pueden sufragar su enfermedad. Viva la crisis.
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