El hombre que ech¨® a dos lesbianas de su sidrer¨ªa les pide perd¨®n
Nicol¨¢s Parrondo tambi¨¦n est¨¢ acusado de lesiones a otras dos mujeres
Afligido y apretado, con las costuras del traje a punto de estallar, Nicol¨¢s Parrondo acudi¨® ayer a los juzgados de plaza de Castilla. Ah¨ª se vio de nuevo con Aurora Velasco, de 28 a?os, Blanca Costa, de 35, y Anne Vandelier. No hab¨ªan concurrido en el mismo lugar desde julio del a?o pasado, cuando el hombre las ech¨® de malos modos de su sidrer¨ªa, Casa Parrondo, en el centro de Madrid, por ser lesbianas.
"Les pido mil perdones", dijo el hombre ayer ante el juez. Y reconoci¨® que la noche del martes 2 de julio de 2008 las ech¨® por ser homosexuales. Aurora estaba despidiendo a Anne, que se iba de vacaciones. Se besaron en la boca y eso desat¨® la ira del due?o del bar. Les pidi¨® que se fueran. Las mujeres exigieron la hoja de reclamaciones y entonces empez¨® el guirigay. Parrondo se neg¨® a darles la hoja y, seg¨²n ellas, las ech¨® con gritos de "basura, este bar no es para vosotras". Entre medias lleg¨® Blanca, amiga de ambas, y se enfrent¨® tambi¨¦n con el due?o y exigi¨® la hoja. ?l, seg¨²n la versi¨®n de Blanca, le respondi¨®: "T¨² no tienes ning¨²n derecho, puta, lo que pasa es que no has conocido una buena polla".
"Me comport¨¦ mal", reconoce en el juicio el due?o del restaurante
"Me comport¨¦ mal", reconoci¨® ayer Parrondo, aunque seg¨²n ¨¦l nunca las llam¨® "basura". "Les dije: 'Miren, este local no es para bolleras", cont¨® ante el juez. Y pidi¨® disculpas de nuevo. A las mujeres les vali¨®. No quer¨ªan hacer sangre, s¨®lo necesitaban que se desdijera p¨²blicamente. El juez absolvi¨® a Parrondo de las faltas de vejaciones e insultos.
Pero a¨²n quedaba la falta de lesiones de la que le acusan otras dos mujeres, Olga Iglesias, de 33 a?os, y Cristina S¨¢ez, de 38. A ra¨ªz de que Parrondo echara a Aurora, Anne, Blanca y varias personas decidieron protestar cada jueves delante de la sidrer¨ªa. La primera de estas besadas l¨¦sbicas, como las llamaron, se desarroll¨® sin altercados el 18 de julio. Unas 70 personas se pasaron una hora delante de la sidrer¨ªa repartiendo octavillas y entonando canciones como "Parrondo, facha querido" con la m¨²sica del himno de Asturias, tierra de origen del empresario.
En la segunda convocatoria, el 24 de julio, se reunieron unas 10 personas. Entre ellas, Olga, Cristina y Mar¨ªa Aparicio. Mientras algunas mujeres se besaban, Mar¨ªa se puso a repartir octavillas. Entonces se le acerc¨® Parrondo, le quit¨® las hojas de la mano y se las rompi¨®, seg¨²n recoge el v¨ªdeo que grab¨® Cristina. "Me est¨¢is jodiendo", grita en ¨¦l el due?o de la sidrer¨ªa. Olga intercede y Parrondo la empuja. El v¨ªdeo se acaba ah¨ª.
Olga present¨® ayer en el juicio un parte de lesiones con una contusi¨®n en la nariz y una herida en el codo. Cristina otro, con el labio superior partido. Ellas aseguran que adem¨¢s Parrondo y varios amigos suyos las insultaron.
Parrondo neg¨® las agresiones y los insultos ante el juez, que debe dictar sentencia, pero luego se disculp¨® tambi¨¦n con ellas en los pasillos de los juzgados. El hombre se acerc¨® a las seis mujeres y les dio la mano. "Me gustar¨ªa que vinierais a mi local y os comportaseis como personas", dijo. Y enseguida, a?adi¨®: "Que es lo que sois, personas".
Ellas no van a volver a su sidrer¨ªa, pero est¨¢n satisfechas de que Parrondo se haya disculpado. "Lo que buscaba lo tengo, que es que pidiera perd¨®n, aunque luego vaya por detr¨¢s diciendo bolleras de mierda", asegur¨® Cristina. A Aurora le pesa que el hombre no haya rectificado antes. "Si hubiera sido a tiempo se habr¨ªa evitado el da?o f¨ªsico y todo lo dem¨¢s", lament¨®.
El objetivo ahora, seg¨²n el abogado de Parrondo, es convencerlas de que esa cena es necesaria para empezar de cero. Le va a costar lo suyo.
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