Pizza de navajas
La actriz conquense Natalia Mateo, cuyo filme La verg¨¹enza inauguraba ayer el Festival de M¨¢laga, nunca olvidar¨¢ su primer viaje rom¨¢ntico con la que es su actual pareja.
Y la sorpresa fue...
Me tap¨® los ojos y hasta estar en el avi¨®n no me enter¨¦ de que me llevaba a Menorca. Hoy puedo decir que es mi isla.
?Qu¨¦ rom¨¢ntico!
Lo fue. Aunque recuerdo que acab¨¢bamos de empezar a salir y me pas¨¦ todo el viaje con unas borracheras espantosas.
Por los nervios.
No, por hacerme la madura; mi pareja es mayor que yo, y yo, que entonces ten¨ªa 21 a?itos, apenas beb¨ªa, y de hecho sigo sin beber casi nada hoy d¨ªa. Pero el caso es que si ¨¦l ped¨ªa un gin-tonic, yo ped¨ªa otro. Si ped¨ªa un vino de Menorca, yo...
Bueno, las resacas se pasan.
S¨ª, pero es que tambi¨¦n me ped¨ª una pizza de navajas -s¨ª, existen- porque ¨¦l la pidi¨®, y ?soy al¨¦rgica a las navajas! ?Con tal de gustarle, casi muero!
Alergia y borracheras aparte...
Fue una pasada. Nos alojamos en una casa de campo en Toraixer, a la que ahora siempre volvemos. No es una casa rural y no tiene ni web, s¨®lo funciona por el boca a boca. La lleva un matrimonio hippy desde hace 20 a?os. Es una maravilla, te despiertas en medio del campo y cada ma?ana te dejan en la mesa tomates, pimientos, todo lo que sale de la huerta.
Se hartaron de playa, supongo.
Claro. Adem¨¢s, descubrimos la que es mi cala favorita: Macarelleta. Es de acceso dif¨ªcil, pero vale la pena. Y aunque no es totalmente nudista, yo estaba en el momento de descubrir. As¨ª que imag¨ªnate a una ni?a de Cuenca de 21 a?itos haci¨¦ndose la mayor... Vamos, como si llevara haciendo nudismo toda la vida; jugando a las palas, revolc¨¢ndome...
Y ahora que es veterana, ?qu¨¦ recomienda a los primerizos?
Aparte del sol y esas calas maravillosas, no hay que dejar de sumergirse en el encanto medieval de la Ciudadela.
?Y m¨¢s all¨¢ de la pizza de navajas?
Hay que pedir caldereta de langosta. Con tu babero, tus abalorios y el pan para no dejar nada. Yo me he llegado a ventilar una caldereta para seis entre dos personas. En pueblos de interior como Alaior o Es Mercadal est¨¢ de muerte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.