Econom¨ªa prev¨¦ que el super¨¢vit de la Seguridad Social casi desaparezca
El Gobierno admite ante Bruselas que ser¨¢ la cuarta parte del presupuestado - Ord¨®?ez y Corbacho usan conceptos diferentes al hablar del posible d¨¦ficit
La tesis de que la Seguridad Social puede entrar en n¨²meros rojos de aqu¨ª a un a?o no se aleja tanto de los datos oficiales. El Ministerio de Econom¨ªa envi¨® a Bruselas a principios de a?o unas previsiones que cifran en un magro 0,2% del producto interior bruto (PIB) el super¨¢vit de la Seguridad Social para 2009. La cifra comunicada a la Comisi¨®n Europea supone admitir que el excedente de la Seguridad Social que figura en los Presupuestos Generales del Estado se reducir¨¢ a una cuarta parte.
Esa nueva estimaci¨®n, adem¨¢s, corresponde a un escenario relativamente optimista, en el que la econom¨ªa se contraer¨ªa un 1,6%. Si el a?o resulta m¨¢s desfavorable, como augura el Banco de Espa?a y la mayor¨ªa de los economistas, no es descabellado pensar en d¨¦ficit, si no este a?o, s¨ª a principios del que viene.
El excedente puede desaparecer sin que haya d¨¦ficit en las prestaciones
Ese super¨¢vit del 0,2% (seg¨²n el plan de estabilidad) o posible d¨¦ficit "en un a?o" (seg¨²n dijo el gobernador del Banco de Espa?a) corresponde a lo que se entiende por Seguridad Social en t¨¦rminos de contabilidad nacional, que incluye el gasto por desempleo financiado por el servicio p¨²blico de empleo estatal. T¨¦cnicamente, es el saldo de las "Administraciones de Seguridad Social".
Sin embargo, cuando Trabajo niega el riesgo de d¨¦ficit de la Seguridad Social est¨¢ usando un concepto diferente, el de Sistema de Seguridad Social y Mutuas en sentido estricto, que cuenta s¨®lo el gasto en pensiones, adem¨¢s de otras prestaciones como las de maternidad, paternidad o enfermedad. Al quitar una importante partida de gasto, con esos criterios el sistema goza de mejor salud y resulta m¨¢s probable que cierre el a?o con super¨¢vit. Con este criterio, el peor escenario, aseguran en el Ministerio de Trabajo, consiste en un super¨¢vit del 0,3% del PIB para 2009. Se trata, en todo caso, de reducir a m¨¢s de la mitad lo previsto, aunque Trabajo conf¨ªa en que esta hip¨®tesis no llegue a cumplirse.
Para que se entienda la diferencia, en 2008 el "Sistema de Seguridad Social y Mutuas" tuvo un super¨¢vit de 13.615 millones, mientras que las "Administraciones de Seguridad Social" lo tuvieron de 8.319 millones. Casi toda la brecha se debe a las prestaciones de paro, para cuyo pago no se toca el sistema de pensiones.
El paro se abona con la cotizaci¨®n que empresarios y trabajadores realizan a una hucha espec¨ªfica, no a la de las pensiones. Si las cuotas no son suficientes para cubrir los pagos -como ocurre ahora que el desempleo est¨¢ desbordado-, el Estado habilita una partida extraordinaria. Lo mismo ocurre con las pensiones no contributivas y con los gastos de dependencia.
Otro de los motivos que alejan la tempestad de las cuentas de la Seguridad Social -al menos por un tiempo- es que la p¨¦rdida de empleo no se traduce en una ca¨ªda de los cotizantes. Los parados siguen cotizando al desempleo el tiempo que les dura la prestaci¨®n contributiva (un m¨¢ximo de dos a?os). El Estado paga por ellos la misma cantidad que su empresa abonaba antes de despedirlos. Es decir, se cotiza en funci¨®n del ¨²ltimo salario, m¨¢s elevado que la prestaci¨®n por desempleo, con lo cual las cuentas de la Seguridad Social no notan el impacto mientras dura la prestaci¨®n. Tambi¨¦n se cotiza por los mayores de 52 a?os que perciben el subsidio (se recibe despu¨¦s de la prestaci¨®n y no es contributivo).
La conclusi¨®n, por tanto, es que es posible que el super¨¢vit de la Seguridad Social desaparezca en t¨¦rminos de contabilidad nacional -que es a lo que se refer¨ªa Fern¨¢ndez Ord¨®?ez- sin que el sistema de pensiones ni la Seguridad Social como organismo p¨²blico entre en d¨¦ficit, que es lo que ha negado airadamente Corbacho. Aparentemente, uno y otro hablan de cosas distintas.
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