El Tupolev que acab¨® en Via Laietana

Los caminos de la justicia no son inescrutables, pero a veces resultan singulares. En el Juzgado de Primera Instancia 34 de Barcelona qued¨® ayer visto para sentencia un juicio por el accidente a¨¦reo ocurrido el 1 de julio de 2002 al sur de Alemania y en el que murieron 71 personas al colisionar a 11.000 metros de altura un Boeing 757 de carga y un Tupolev 154 ruso.

El avi¨®n ruso deb¨ªa aterrizar en El Prat. Por eso y porque un tribunal de Nueva Jersey (EE UU) se declar¨® incompetente para enjuiciar a las compa?¨ªas demandadas, el caso ha acabado en un juzgado de Barcelona. En el avi¨®n siniestrado viajaban, entre otros, 43 ni?os y j¨®venes rusos. Hab¨ªan sido escogidos de entre los mejores estudiantes de la rep¨²blica de Baxquiria y ven¨ªan a disfrutar de unas vacaciones en Port Aventura. Los padres de algunos de ellos se concentraron ayer a las puertas del juzgado para exigir justicia.

Los padres de los 43 ni?os rusos reclaman 600 millones de d¨®lares

Su abogado, Carlos Villacorta, ha demandado a las compa?¨ªas norteamericanas Honeyell y ACSS, a las que reclama 600 millones de d¨®lares. Sostiene que se produjo un funcionamiento deficiente del dispositivo de seguridad TCAS. Inicialmente, ese mecanismo advirti¨® al piloto del Tupolev de que deb¨ªa ascender para evitar la colisi¨®n, pero la tripulaci¨®n descendi¨® al hacer caso de la orden de la torre de control de Suiza, que ten¨ªa cedida la supervisi¨®n del espacio a¨¦reo en aquella zona. El abogado sostiene que, pese a todo, el TCAS est¨¢ programado para invertir la orden cuando no se le hace caso, pero no ocurri¨® as¨ª y no se activ¨® la alarma de inversi¨®n.

Varios controladores suizos ya fueron condenados por su actuaci¨®n, pero ninguno tuvo peor destino que el principal acusado, que muri¨® asesinado por un padre que perdi¨® a su mujer y sus tres hijos en el accidente. Dos tiros acabaron con su vida en su domicilio, en presencia de su mujer y sus hijas, pero el homicida fue dado por loco y repatriado a su pa¨ªs, donde fue recibido entre multitudes.

Otro juzgado de Barcelona ya conden¨® en su d¨ªa a resarcir a cada familia con 20.400 euros, pero nunca llegaron a cobrar porque la aerol¨ªnea desapareci¨® y la aseguradora quebr¨®. Los padres siguen confiando en la justicia. "Por eso hemos venido a Barcelona", dijo ayer Zulfart Jammator, presidente de la asociaci¨®n de v¨ªctimas.