Camas libres

Resulta loable el af¨¢n ahorrador de Asepeyo del que nos hablan en la p¨¢gina 19 del 12 de abril en EL PA?S, al planear el alojamiento de sus empleados desplazados en las camas vac¨ªas de sus hospitales. Especialmente porque contribuir¨¢ a reducir el d¨¦ficit p¨²blico, ya que las mutuas de accidentes de trabajo se financian de forma pr¨¢cticamente exclusiva a trav¨¦s de las cuotas de la Seguridad Social. La noticia, sin embargo, admite una lectura bien distinta.

Los hospitales de las mutuas de accidentes de trabajo no son en realidad de su propiedad, sino que legalmente forman parte del patrimonio de la Seguridad Social, pues se han construido con fondos procedentes de las cotizaciones sociales. Por tanto, si en ellos hay camas libres, ?no ser¨ªa m¨¢s l¨®gico que fueran puestas a disposici¨®n de los servicios p¨²blicos de salud con el fin de reducir las listas de espera, que son uno de los principales problemas de nuestro sistema sanitario, en lugar de ser empleadas como habitaciones de hotel para ejecutivos?

Quiz¨¢ los ciudadanos que llevan meses semiinv¨¢lidos esperando a ser intervenidos, por ejemplo, de una pr¨®tesis de cadera o de rodilla, merezcan una explicaci¨®n por parte de los responsables de la Seguridad Social acerca de tanta cama hospitalaria desocupada.