Muerte digna

Trinidad Jim¨¦nez, ministra de Sanidad, en la entrevista publicada el 20 de abril y respondiendo a los planes del ex ministro Soria de legislar sobre "una muerte digna", declara: "No forma parte de una prioridad en el debate social ni pol¨ªtico (...) no existe un clima social que demande este tipo de legislaci¨®n". He quedado sorprendida y defraudada ante la falta de informaci¨®n o inter¨¦s de una mujer progresista. ?Conoce las miles de firmas recogidas por las asociaciones de Derecho a una Muerte Digna? Cuando dice "en mi responsabilidad anterior", est¨¢ hablando de Latinoam¨¦rica, donde las prioridades son otras, puesto que la media de vida es muy inferior a la europea. Todos los sujetos aprobados: divorcio, aborto... afectan a personas con edad y facultad para decidir.

La ¨²ltima etapa de la vida debemos prepararla con anterioridad (los que quieran) puesto que cuando llega, la mayor¨ªa no tiene capacidad ni autonom¨ªa para expresarse. ?Ser¨¢ por eso que cree que no hay demanda social? Quiero citar a una mujer sabia, Rita Levi-Montalcini: "Cuando ya no pueda pensar, quiero que me ayuden a morir con dignidad". Ella no habla de "sufrimientos insoportables" ni "cuidados paliativos", ni todos tendremos una enfermedad dolorosa f¨ªsicamente. Quien quiera aceptar esos cuidados tiene derecho, pero los que no, tambi¨¦n. Legislen y tomen en serio a los que no desean seguir con la angustia del qu¨¦ pasar¨¢, aunque se hayan depositado las voluntades anticipadas, porque no garantizan nada.