Mishima in¨¦dito
Con una est¨¦tica de calendario de bomberos para gays sensibles —los estudios de mercadotecnia de la editorial sabr¨¢n por qu¨¦ han optado por esa portada— Alianza traduce al espa?ol por primera vez la obra m¨¢s expl¨ªcitamente homosexual de Mishima. M¨¢s all¨¢ del escaso morbo que a los lectores habituales de Mishima esto pueda generarles, los devotos de su obra habr¨¢n de hacer un considerable esfuerzo por no dejar este libro en el mont¨®n de los medio empezados. As¨ª de terribles son sus primeras 30 p¨¢ginas. Ya lo anuncia la nota de los traductores: es inmadura, irregular, y necesita ser podada, como al parecer el propio Mishima reconoci¨®. Ellos optan por no hacerlo (a diferencia de lo que hiciera Alfred H. Marks en su traduci¨®n al ingl¨¦s) y hacen bien. Porque este libro, como cualquier otro escrito por Mishima, merece una oportunidad, a pesar de su inicio pedante y aparentemente previsible, y de los soliloquios intelectualoides del personaje de Shunsuk¨¦, motor de la trama. S¨¢ltenselos sin pudor, poden a su gusto. Porque, aunque no nos encontramos ante el mejor Mishima, s¨ª nos encontramos ante un Mishima en estado puro representado en sus dos personajes masculinos principales. Shunsuk¨¦, el escritor viejo y depravado, es el Mishima feo y enfermizo de su adolescencia, mis¨®gino y extremo, culto hasta la extenuaci¨®n. Yuichi, el bello efebo de cejas perfectas, es el cuerpo que Mishima deseo para s¨ª mismo, que se construy¨® a base de gimnasio y kendo, y que exhibi¨®, primero, literariamente en su relato Yukoku (Patriotismo) y, luego, en el corto que realiz¨® de ¨¦ste con ¨¦l mismo como protagonista. As¨ª que, salt¨¢ndose las innecesarias y t¨ªpicamente griegas reflexiones sobre la ausencia de alma de las mujeres, cuyo castigo parece el nudo de la obra, o aqu¨¦llas sobre lo bello y lo perverso, entramos en la verdadera novela dentro de la novela: el narciso insensible objeto universal de deseo del ambiente gay (¨¦l lo llama "gremio") del Tokio de la posguerra y la maldad que encierra la fealdad. Ah¨ª encontramos, al fin, a Mishima.
El color prohibido
Yukio Mishima
Traducci¨®n de Jordi Fibla
y Keiko Takahashi
Alianza. Madrid, 2009
560 p¨¢ginas. 21 euros
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