Israel rechaza toda imposici¨®n de la UE para negociar la paz

Con palabras y hechos, el Gobierno ultraderechista israel¨ª desaf¨ªa a la Uni¨®n Europea y a sus esfuerzos por impulsar una negociaci¨®n con la Autoridad Palestina. Es consciente el primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, de que la pol¨ªtica exterior de Bruselas es poco m¨¢s que una entelequia. Sabe que la unanimidad que exige la adopci¨®n de decisiones hace inviable la imposici¨®n de sanciones, por simb¨®licas que fueren.

Esa misma unanimidad supone un obst¨¢culo a la mejora de relaciones econ¨®micas, cient¨ªficas y culturales acordada a finales de 2008 entre la UE e Israel y congelada por la guerra de Gaza. "No nos pong¨¢is condiciones", dijo el jueves Netanyahu al primer ministro checo y presidente de turno de la UE, Mirek Topolanek.

Bruselas, al igual que la Administraci¨®n de Obama, advierte que Israel debe detener la construcci¨®n en las colonias de Cisjordania y la demolici¨®n de casas palestinas en Jerusal¨¦n Este, adem¨¢s de aceptar la negociaci¨®n con los palestinos sobre la base de los dos Estados.

"Actividades recientes tendentes a crear nuevas realidades sobre el terreno refutan esta visi¨®n", ha declarado la comisaria de Exteriores de la Uni¨®n, Benita Ferrero-Waldner. Netanyahu no lo niega. Adem¨¢s, rechaza aceptar los compromisos pactados por anteriores Gobiernos israel¨ªes. Una posici¨®n similar a la de Ham¨¢s que acarrea consecuencias dram¨¢ticas para el mill¨®n y medio de habitantes de Gaza que sufren el bloqueo econ¨®mico.

Demolici¨®n de casas

S¨®lo esta semana las excavadoras han demolido una casa en la Jerusal¨¦n ocupada y media docena al sur de Nablus (Cisjordania). Suman alrededor de 500 durante el ¨²ltimo lustro. El primer ministro hace o¨ªdos sordos a las peticiones, fiel a la carta fundacional de su partido, el Likud, que no reconoce el derecho a los palestinos a formar su Estado. "Si los israel¨ªes no pueden construir viviendas en Cisjordania, tampoco a los palestinos se les debe permitir... No tengo planes para levantar nuevas colonias, pero si alguien quiere edificar una nueva casa en las que ya existen, no creo que haya problema", asegura Netanyahu.

S¨ª hay problema, aunque Israel pretenda que el carril del pacto con la UE sea paralelo al del conflicto con los palestinos.

"La cuesti¨®n es si se va a condicionar el acuerdo adoptado a finales de 2008 a la admisi¨®n del principio de los dos Estados. Cinco o seis pa¨ªses parecen dispuestos a hacerlo. Lo que casi con seguridad no tendr¨¢ lugar es la cumbre anual que la presidencia checa de la UE deseaba celebrar con Israel en junio. Cuando sea necesaria la unanimidad, no creo que se logre, aunque por la misma raz¨®n tampoco se conseguir¨¢n pronunciamientos contra Israel", afirma un diplom¨¢tico occidental acreditado en Tel Aviv.

En plena crisis econ¨®mica, varios dirigentes europeos comienzan a sugerir que la financiaci¨®n de la Autoridad Palestina (unos 1.000 millones de euros anuales) se enmarca en un plan institucional que s¨®lo tiene sentido si el objetivo es la creaci¨®n del Estado palestino. Dejan caer tambi¨¦n que las opiniones p¨²blicas europeas pueden acabar hartas de pagar a Israel la factura que le corresponder¨ªa como pa¨ªs ocupante.