Buenas noticias
Los Suaves, con el menor consumo de alcohol de Yosi, son demoledores
Cuenta Yosi, cantante de Los Suaves y sufridor Atl¨¦tico, que de joven hizo un pacto con el diablo. "Le ped¨ª que, aunque no se me levantase nunca m¨¢s, nos convirtiese en una banda maldita. Tambi¨¦n le ped¨ª ser el mejor grupo de este pa¨ªs. Todo se ha cumplido. ?Todo!". Lo dec¨ªa ayer frente a un filete y una copita de vino tinto, a s¨®lo seis horas de llenar la sala La Riviera. 1.700 personas, que alucinaron con la mejor banda de rock en Espa?a. Casi 30 a?os despu¨¦s de que en Orense se formase Los Suaves, el diablo ha cumplido con su parte.
Pero Belceb¨² tambi¨¦n se cobra tributos en forma de excesos. Hace un a?o y medio Yosi toc¨® fondo. La banda -y el m¨¦dico- le dio un ultim¨¢tum. La botella o nosotros. Eligi¨® lo segundo. "Eso fue mi etapa m¨ªstica", dice Yosi, que a sus 61 a?os conserva una larga, rizada y canosa melenaza.
Con el equilibrio recuperado, Los Suaves est¨¢n en su mejor ¨¦poca. La banda es explosiva sobre el escenario. Yosi, con vaqueros, chupa de cuero y los bolsillos por fuera es un le¨®n. Se estira, juega con el p¨²blico, ense?a la barriga y se acuerda de las letras. Unas letras que cuentan crudas historias de amor, tristeza, noches, mujeres... Anoche, entre otras, sonaron Dulce castigo, Maldita sea mi suerte, Malas noticias, Palabras para Julia y una emocionante Pardao. En los sobrios Suaves, tras 14 discos publicados, hay menos incertidumbre y m¨¢s calidad.
"Ser fan de Los Suaves es un don", dec¨ªa a media tarde Bel¨¦n Albala, funcionaria de 45 a?os. "Intuyo que ¨¦ste va a ser su a?o". Tiene toda la pinta: en unos d¨ªas el grupo se mete a grabar un nuevo disco: Adi¨®s a Dios. Diez canciones nuevas del que, pese a la leyenda maldita, es uno de los mejores compositores en espa?ol.
Yosi le suele pedir a los recepcionistas de los hoteles que si alguien viene el d¨ªa siguiente y pregunta les diga que s¨ª, "que anoche destrozaron la habitaci¨®n del hotel". Aunque en realidad haya estado tomando una tortilla viendo la tele. Ahora, el conciertazo de anoche no se lo quita nadie. Ni el diablo.
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