El arte de adular

Los caminos utilizados para hacer la pelota a los poderosos son inescrutables. Es lo que se piensa en cuanto se observa el cuadro en el que el pintor palermitano Filippo Panseca ha retratado a un Silvio Berlusconi alado que se vuelca sobre su ministra de Igualdad, Mara Carfagna, para susurrarle algo. Il Cavaliere aparece desnudo, y desnuda est¨¢ tambi¨¦n la ministra, s¨®lo protegidos en sus partes m¨¢s ¨ªntimas por unas vaporosas telas, que el artista ha procurado pintar a la manera antigua. Con primor y cuidando cada pliegue, para buscar as¨ª la complicidad de esos comentaristas que, al no saber muy bien qu¨¦ decir, deciden elogiar el virtuosismo, la habilidad para atrapar cada movimiento, cada matiz, cada sombra.

Un se?or regordete, blancuzco y calvo, que soporta unas inc¨®modas y aparatosas alas y que se acerca a una joven beldad con gesto seductor. Quiz¨¢ el artista quiso agradar al poderoso porque, ante semejante aparici¨®n, no pint¨® a la delicada dama saliendo despavorida y asustada sino que la coloc¨® en un gesto de disposici¨®n y coqueter¨ªa. El gui?o est¨¢ tambi¨¦n en otra parte. El pie desnudo del hombre se apoya en el pie desnudo de la mujer. Se trata de un indiscutible pisot¨®n, pero Panseca ha sabido transmutarlo en caricia. Silvio no s¨®lo parece musitarle unas frases que conmueven a la joven sino que entre ellos, y a trav¨¦s de la complicidad de los pies, puede pensarse que hay qu¨ªmica.

Filippo Panseca fue famoso en los a?os ochenta por las pomposas escenograf¨ªas que pint¨® para los congresos del Partido Socialista de Bettino Craxi. Deb¨ªa a?orar la cercan¨ªa al poder y ha decidido llevar a sus ¨®leos al hombre m¨¢s poderoso de Italia. Panseca est¨¢ tan seguro de sus recursos como adulador que le ha recomendado a Berlusconi que compre la obra al precio que estime oportuno: el artista ha dicho que donar¨¢ el dinero a las v¨ªctimas del terremoto de los Abruzzos. Quiz¨¢ las cosas sean m¨¢s sencillas, y Panseca no haya querido sugerir complicidad er¨®tica entre el hombre alado y la beldad, sino expresar algo m¨¢s rotundo y palmario: que Berlusconi, a pesar de las bellezas que incluye en las listas de su partido para las elecciones europeas, es en realidad un ¨¢ngel.