La necesaria reforma de las pensiones
Con la intervenci¨®n del gobernador del Banco de Espa?a ante la Comisi¨®n del Pacto de Toledo se ha reabierto la pol¨¦mica sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones y la necesidad o no de reformarlo. Me parece importante explicar que en este tipo de debates de comportamientos a medio y largo plazo no sirven las simples aseveraciones en cualquier sentido si no se ponen sobre la mesa cu¨¢les son las previsiones contempladas y en base a qu¨¦ hip¨®tesis se realizan. Creo que el ciudadano tiene derecho a no tener que ejercer un acto de fe sobre lo que dicen las autoridades, los periodistas o los tertulianos. Tienen derecho a ser informados con rigor y transparencia, y para ello es necesario conocer, aunque sea resumidamente, qu¨¦ datos se manejan.
Ser¨ªa un error aferrarse a posturas pol¨ªticas de corto plazo y negar la necesidad de abordar reformas
Para empezar me ha sorprendido que se intente tildar de falsas o verdaderas algunas de las opiniones sobre la sostenibilidad del sistema actual en la pr¨®xima d¨¦cada. En primer lugar, no hay que confundir los resultados anuales en t¨¦rmino de super¨¢vit o d¨¦ficit de la Seguridad Social con el tema parcial de la sostenibilidad a medio y largo plazo del sistema de pensiones. Dicha sostenibilidad depender¨¢ del comportamiento de variables tan dif¨ªciles de predecir ahora como el crecimiento de la poblaci¨®n, la actividad, la variaci¨®n positiva o negativa del empleo, el paro y la productividad. Y, lo que es m¨¢s importante, en cualquier previsi¨®n ser¨¢n cruciales las hip¨®tesis que se hagan cuando, en un momento de incertidumbre como el actual, lo razonable es establecer diferentes escenarios para analizar las posibles situaciones.
Una variable esencial para estos c¨¢lculos es el crecimiento de la poblaci¨®n y su estructura por edades. El crecimiento previsto depender¨¢ de las hip¨®tesis que se hagan sobre la evoluci¨®n de la natalidad, la mortalidad o esperanza de vida y del saldo neto de la emigraci¨®n. Todos los an¨¢lisis parten del proceso actual de envejecimiento de la poblaci¨®n espa?ola y, por tanto, del aumento de la tasa de dependencia de los mayores de 65 a?os sobre los que est¨¢n en edad de trabajar. La natalidad mejora muy suavemente y tambi¨¦n aumenta la esperanza de vida. Pero ?qui¨¦n se atreve a pronosticar qu¨¦ va a ocurrir en los pr¨®ximos diez a?os con el saldo neto de emigrantes, actualmente superior a una entrada neta de 500.000? Los escenarios posibles oscilan entre un mantenimiento elevado del saldo neto y una moderaci¨®n por debajo de los 200.000. La diferencia en la evoluci¨®n de las cotizaciones y en el gasto de las pensiones futuras es considerable seg¨²n el escenario que se elija.
Otra variable fundamental es el crecimiento (o decrecimiento) de la actividad econ¨®mica. De las hip¨®tesis que se establezcan para la evoluci¨®n del PIB y de la productividad durante los pr¨®ximos a?os depender¨¢n el nivel de empleo y paro y, por tanto, la evoluci¨®n de los cotizantes y los ingresos de la Seguridad Social. En un sistema de reparto como el establecido hoy en Espa?a, que consiste en que las pensiones de cada momento se financian con las contribuciones corrientes de los que est¨¢n trabajando, es fundamental acertar con las hip¨®tesis adecuadas en la evoluci¨®n de las variables relacionadas con la actividad. Si el ¨²ltimo escenario del Gobierno respecto a la evoluci¨®n del PIB en 2009 y 2010 (-1,6%, +1,2%) es como siempre m¨¢s optimista que el escenario que estima el Banco de Espa?a (-3%, -1%), es raz¨®n suficiente para que sus previsiones sobre la sostenibilidad de las pensiones sean m¨¢s favorables no s¨®lo que las del Banco de Espa?a, sino tambi¨¦n que los estudios realizados por otras muchas instituciones nacionales e internacionales cuyos escenarios de salida de la crisis son m¨¢s pesimistas.
A falta de conocer el estudio y, por tanto, las hip¨®tesis en las que se basa el Banco de Espa?a, instituci¨®n cuyos estudios siempre han sido de gran valor emp¨ªrico y que en ning¨²n caso creo que sea superficial, hay uno elaborado y actualizado por el servicio de estudios del BBVA en el que se proyectan con seriedad todas las variables en tres escenarios posibles y que revela en sus conclusiones la falta de sostenibilidad del sistema a medio plazo y la necesidad de acometer con tiempo la reforma del mismo.
Como casi siempre, basta observar qu¨¦ est¨¢n haciendo nuestros socios europeos. Muchos de los pa¨ªses con sistemas de reparto ya han acometido reformas en diferentes direcciones y alternativas que deber¨ªamos estudiar para Espa?a para incrementar los ingresos y/o reducir los gastos: el posible aumento de las cotizaciones (que choca con la necesidad de reducir las cargas de las empresas y la mayor carga en Espa?a que en otros pa¨ªses). El retraso de la edad de jubilaci¨®n (65 a?os), que podr¨ªa hacerse gradualmente en dos meses por a?o hasta los 67 a?os de edad (Alemania). Alargar el periodo de c¨®mputo de a?os de cotizaci¨®n para alcanzar la pensi¨®n m¨¢xima (ya se pas¨® de 10 a 15 a?os, y en Francia se ha aumentado hasta 25). Actualizaci¨®n de las pensiones por debajo del IPC. Ninguna de estas medidas basta por s¨ª sola para garantizar la sostenibilidad. Tendr¨ªa que ser un planteamiento global en el que se incluyan todas las variables.
El consejo del Banco de Espa?a de que la comisi¨®n no permanente del Pacto de Toledo se re¨²na, revise y actualice los escenarios y con los nuevos par¨¢metros se debata sobre posibles reformas parece razonable. En un momento de incertidumbre como este, y teniendo en cuenta el tiempo necesario para cualquier planteamiento de reformas en el sistema de pensiones que asegure su sostenibilidad, ser¨ªa un error aferrarse a posturas pol¨ªticas de corto plazo y negar la evidencia de la necesidad de estudiar su reforma aportando credibilidad, reduciendo incertidumbres y mejorando la confianza de los ciudadanos.
Carmen Alcaide es economista y ex presidenta del INE.
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