El turismo y el riego excesivo ponen en peligro el acu¨ªfero de Do?ana

El ¨²ltimo Consejo de Participaci¨®n del Espacio Natural de Do?ana fue contundente. El equilibrio en esta apreciada zona est¨¢ peligro. El acu¨ªfero que nutre Do?ana, el de Almonte-Marismas, se est¨¢ quedando sin agua. "Existe desde el a?o 1974 un descenso generalizado de los niveles", se se?ala en el informe de la Agencia Andaluza del Agua que se present¨® en el consejo celebrado hace dos semanas. Aunque, se a?ade: "La pendiente se suaviza a partir de la ¨²ltima d¨¦cada". Gran parte del acu¨ªfero se encuentra en un estado de precauci¨®n, peligro o alerta.

Detr¨¢s de esta situaci¨®n l¨ªmite est¨¢ el uso del agua para el turismo y, principalmente, la actividad agr¨ªcola descontrolada a trav¨¦s de pozos ilegales. "Se observa claramente como las zonas m¨¢s afectadas est¨¢n asociadas al riego de parcelas agrarias", se?ala el estudio de la Agencia Andaluza del Agua, elaborado con los datos procedentes de 357 puntos de medici¨®n del acu¨ªfero de abril de 2008.

Fernando Hiraldo, director de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, aplaude el informe elaborado por esta entidad, dependiente de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente. La situaci¨®n se conoc¨ªa, pero el estudio le pone cifras a este fen¨®meno. "Hay dos zonas que est¨¢n en una situaci¨®n clara de alerta, en las que el nivel ha bajado 10 ¨® 12 metros y no se recupera con las lluvias. Adem¨¢s, hay una extensi¨®n brutal que est¨¢ en peligro".Las ¨¢reas m¨¢s afectadas son la zona norte del arroyo La Rociana (en peligro) y la zona sur y suroeste de Villamanrique de la Condesa (en alerta). "El problema es que en Do?ana hay muchos usuarios del agua, pero la naturaleza es la m¨¢s antigua", dice Hiraldo.

Entre las soluciones propuestas en el Consejo de Participaci¨®n de Do?ana est¨¢ el cambio de tipo de cultivos en la zona. Que se sustituya el regad¨ªo y que se pongan en marcha desaladoras para utilizar el agua del mar. "Pero en ning¨²n caso se puede permitir que aumente la contaminaci¨®n por abonos y pesticidas", afirma Hiraldo. Porque ¨¦ste es otro de los problemas de las aguas de Do?ana. A finales de 2008 un equipo de investigadores de las universidades de Huelva y C¨¢diz comprob¨® como los niveles de nitratos y sulfatos en el acu¨ªfero superan los habituales, debido, posiblemente, a los productos utilizados en la agricultura. Actualmente, en la zona hay unas 5.000 hect¨¢reas dedicadas al regad¨ªo.

Hiraldo propone que en Do?ana se lleve a cabo un plan como el del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, donde el Estado est¨¢ comprando miles de hect¨¢reas para intentar salvar esta zona castigada por la agricultura. La Unesco ha planteado incluso retirar Daimiel de la lista de reservas de la biosfera por este asunto. Ha dado de plazo a Espa?a hasta 2011 para solucionar el problema. "En Do?ana urge una soluci¨®n para que no ocurra igual que en Daimiel", sostiene Hiraldo.

En el ¨²ltimo Consejo de Participaci¨®n de Do?ana tambi¨¦n se inst¨® a las administraciones a que concluyan de una vez el Plan Do?ana 2005, para intentar paliar as¨ª la falta de agua que sufre este espacio.

Y es que Do?ana tiene su propio muro de la verg¨¹enza. De la verg¨¹enza y del olvido de las administraciones. Mide un metro de alto y unos 28 kil¨®metros de largo. Se conoce como Monta?a del R¨ªo y la mitad se levant¨® en 1983 para proteger el parque de las aguas del Guadalquivir. Los otros 13 kil¨®metros de muro se construyeron de emergencia en abril de 1999 para proteger esta zona declarada Patrimonio de la Humanidad de los lodos contaminados procedentes de la cat¨¢strofe de Aznalc¨®llar.

Ese muro no tendr¨ªa que estar ya ah¨ª. El antiguo Patronato de Do?ana aprob¨® la demolici¨®n de esta estructura en 2005. Un a?o despu¨¦s se anunci¨® que el Ministerio de Medio Ambiente lo derribar¨ªa en 2007. Pero no se ha hecho nada. S¨®lo falta que Medio Ambiente o la Junta de Andaluc¨ªa, que tiene ahora las competencias sobre Do?ana, se decidan a poner sobre la mesa los 40 millones de euros que costar¨ªa esta actuaci¨®n contemplada dentro del Plan Do?ana 2005. "El 50% de las aguas que llegaban a la marisma proced¨ªan de las avenidas del r¨ªo Guadiamar, algo que impide ese muro ahora", se?alan fuentes de la Agencia Andaluza del Agua.