Avalancha de atletas por las calles de Madrid
8.280 atletas completan la carrera en el tiempo establecido por la organizaci¨®n
Acababa de caer un chaparr¨®n de granizo, pero ya hasta eso daba igual. Luis y Alfonso cruzaban la meta cogidos del hombro, medio andando y seguidos por un grupo de patinadores que les vitoreaban como h¨¦roes. "?Vamos campeones, lo hab¨¦is conseguido!". As¨ª era. Tras seis horas y cinco minutos, los dos amigos completaban el Marat¨®n de Madrid. "Yo estoy muerto", resoplaba Alfonso Mart¨ªn-Gil, "que hable ¨¦l". Y ¨¦l, Luis G¨®mez-Martinho, explicaba orgulloso que hab¨ªan conseguido lo que quer¨ªan al empezar en el paseo de Recoletos: "Llegar".
El que, adem¨¢s de llegar, consigui¨® ganar ayer fue Khalid Yaseen, de 26 a?os y procedente de Bahrein. El atleta complet¨® la 32? edici¨®n del marat¨®n madrile?o con un tiempo de dos horas, 14 minutos y 31 segundos. Para esas horas, Luis y Alfonso andaban cerca del kil¨®metro 20. Entonces, contaba Luis chorreando sudor tras pasar la meta, no iban mal. "A unos siete minutos el kil¨®metro, buen ritmo para nosotros", comentaba. Pero poco despu¨¦s, a la altura del kil¨®metro 25, a Alfonso le dio una p¨¢jara. "Me he quedado con ¨¦l porque si no hubiera abandonado. En la Casa de Campo lo ha pasado mal", contaba Luis, agradecido a los voluntarios de Madridpatina que les iban animando por detr¨¢s.
Khalid Yaseen, de Bahrein, gan¨® con una marca de 2 horas y 14 minutos
Tambi¨¦n Yaseen tuvo sus dificultades en la Casa de Campo, cuando se vio solo tras la retirada de su liebre. Tuvo que enfrentarse sin ayuda a los ¨²ltimos kil¨®metros de la carrera, los m¨¢s duros, e incluso vomit¨® dos veces antes de llegar al parque del Retiro, donde estaba situada la meta. All¨ª recibi¨® los aplausos del p¨²blico, que no abandon¨® a los corredores a pesar del mal tiempo. "Se ha notado que hab¨ªa menos gente por la lluvia, aunque en Madrid siempre hay mucho p¨²blico", dec¨ªa Miguel ?ngel Rabanal, uno de los primeros espa?oles en cruzar la meta.
Mucho p¨²blico, y muy animoso. Si los espectadores no gritaban lo suficiente, lo hac¨ªan los propios corredores. "?Que no se oye nada!", chillaba con guasa un atleta en el avituallamiento del kil¨®metro 10, donde incluso con trompetas animaban a los participantes. En la Puerta del Sol, un grupo de mujeres de C¨®rdoba vitoreaba a todos mientras esperaban a sus maridos. "?Marea ver pasar a tanto t¨ªo corriendo!", gritaba una tras aplaudir a un corredor con unas trencitas rubias de pega. "?Pero los nuestros se han perdido o qu¨¦?", preguntaba otra entre risas. Tardaron, pero al final los maridos llegaron y besaron r¨¢pidamente a sus fans. Y ellas salieron tambi¨¦n a la carrera hacia el metro: "Para seguir anim¨¢ndoles en la Casa de Campo".
Rabanal, que hab¨ªa venido desde Le¨®n para la prueba y que lleg¨® el 27 en su octavo marat¨®n, apenas parec¨ªa cansado. "Se sufre antes para no sufrir en la carrera", sentenciaba. Quiz¨¢s eso fue lo que les fall¨® a Luis y Alfonso, los amigos "cuarentones" que llegaron los ¨²ltimos de los 8.280 participantes. "Entrenar me aburre much¨ªsimo", confesaba Luis, contento con su participaci¨®n. "Est¨¢bamos poco preparados, somos s¨®lo aficionados... con nuestras limitaciones". Y se tocaba una incipiente barriga.
El que tambi¨¦n estaba realmente satisfecho de completar los 42.195 metros del recorrido era Carmelo de Vicente, de 64 a?os. Y eso que lleg¨® fuera de tiempo (la organizaci¨®n marc¨® seis horas, aunque dio algunos minutos m¨¢s), despu¨¦s de seis horas y 33 minutos corriendo. Entr¨® al trote con su mujer, y recibi¨® su medalla y un refresco con una amplia sonrisa. Hab¨ªa cumplido el reto: correr enteros los 32 maratones de Madrid. "Es el m¨¢s veterano en hacerlo", contaba orgullosa su esposa. El a?o pasado ya fue ¨²ltimo, pero no se desanim¨® cuando el coche escoba le pas¨® en la Casa de Campo. "He corrido con 39 de fiebre, diluviando, con 30 grados de calor... de todo", contaba antes de declararse "con ganas de repetir el a?o que viene". "No estoy cansado", aseguraba, "... estoy muerto, pero lo he hecho".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.