El olvido a su disposici¨®n
Preferir¨ªa no hacerlo", era todo lo que necesitaba decir Bartleby el escribiente para no hacer nada que le desagradara. Pronto, las personas
de carne y hueso podremos contar con una opci¨®n casi tan buena como la del personaje de Herman Melville: "No quiero acordarme". El pasado es inmutable, pero la memoria es fr¨¢gil. Sobre todo ahora que ha llegado un compuesto qu¨ªmico llamado ZIP. En las pruebas con ratones, una dosis de ZIP elimina por completo cualquier recuerdo que el animal estuviera recuperando de la memoria en ese momento. La mol¨¦cula funciona tanto para borrar procedimientos motores, h¨¢bitos afectivos y conocimientos geom¨¦tricos. Es eficaz y altamente espec¨ªfico. Y no destruye neuronas. Borra limpiamente el recuerdo, con m¨¢s eficacia y nitidez que el propio paso del tiempo.
Los cient¨ªficos utilizan esta mol¨¦cula del olvido
para estudiar las bases biol¨®gicas de la memoria, uno de los grandes problemas no resueltos de la neurolog¨ªa cl¨¢sica. Pero tambi¨¦n discuten su posible uso futuro en pacientes humanos. La idea inicial ser¨ªa usarlo para ayudar a las personas a olvidar hechos traum¨¢ticos, como una violaci¨®n, o los h¨¢bitos asociativos que les conducen a las drogas.
El problema, como suele ocurrir, est¨¢ en las fronteras invisibles. ?Por qu¨¦ no borrar
toda memoria dolorosa? ?Por qu¨¦ no acceder al para¨ªso en la cabina
de montaje?
Borrar o modificar
los recuerdos de la gente, aun cuando sean recuerdos dolorosos, es una posibilidad llena de incertidumbres. Una cosa es que las personas tengan aversi¨®n al sufrimiento en el momento de experimentarlo, y otra que quieran eliminarlo de su pasado. El aprendizaje del dolor
es parte de la formaci¨®n del individuo, y las experiencias desagradables constituyen un valioso cuerpo de conocimiento sobre el mundo al que, probablemente, ser¨ªa arriesgado renunciar en ciertas situaciones. Otra cosa es que estos argumentos lograran detener
a alguien que tuviera el f¨¢rmaco en su mano y
un recuerdo insoportable en su cabeza. Contra todo consejo m¨¦dico, la amnesia selectiva podr¨ªa convertirse en una droga de abuso del futuro.
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