Otra mirada sobre el esperpento de Valle-Incl¨¢n es posible

El mejor Valle-Incl¨¢n vuelve hoy al teatro que lleva su nombre en Madrid. Lo hace con tres de sus piezas cortas m¨¢s interesantes: Ligaz¨®n, La cabeza del bautista y La rosa de papel, agrupadas bajo el nombre de Avaricia, lujuria y muerte. En ellas su esperpento brilla con luz propia. Pero esta vez la mirada sobre sus textos no la aportan vacas consagradas como Jos¨¦ Luis Alonso, Jos¨¦ Tamayo, Jos¨¦ Carlos Plaza, Llu¨ªs Pasqual, Jos¨¦ Luis G¨®mez o Gerardo Vera, ¨²ltimos en atreverse con el genial manco. Se ha buscado intencionadamente desde el Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN) los ojos de tres j¨®venes directores, Ana Zamora, Alfredo Sanzol y Salva Bolta. Poseen lenguajes esc¨¦nicos muy distintos. Y a partir de ellos, levantar¨¢n tres de las cinco obras de Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte. Un conjunto que se estren¨® a finales de los a?os veinte del pasado siglo y que funciona como un aut¨¦ntico espejo que refleja las miserias humanas.

"El CDN ten¨ªa que abordar un nuevo Valle dentro de la pol¨ªtica planteada en esta casa de recuperar y reivindicar a este autor. Y hemos llamado a tres profesionales con una nueva mirada, porque no quiero llamarles j¨®venes, que descubren a Valle sin la losa de estar contra Franco", comenta Vera, director del CDN, quien fracas¨® en su intento de montar una versi¨®n de Comedias B¨¢rbaras porque la familia de Valle le neg¨® los derechos.

Zamora se ha responsabilizado de Ligaz¨®n, un texto te?ido de simbolismo, que ella ha convertido en una propuesta muy sint¨¦tica. La directora deja claro que entre ellos se ha dado la comunicaci¨®n, pero han escogido tres v¨ªas muy distintas cada uno, "casi irreconciliables, con el fin de hacer este retablo que es muy poco retablo y no tiene nada que ver con el que se hizo en La Abad¨ªa", dice en referencia al montado por G¨®mez hace 10 a?os.

Sanzol define La cabeza del bautista, que ¨¦l dirige, de "cuento macabro de primavera que muestra lo peor del ser humano y en el que dominan las pasiones animales y los miedos". La rosa de papel, la m¨¢s conocida de las tres, es definida por Vera de "grito doloroso y esperp¨¦ntico de gran violencia emocional". Ha sido puesta en pie por Bolta. "En nuestro montaje hemos conseguido hacer un viaje de lo po¨¦tico a lo salvaje", se?ala el director, quien sostiene que Valle puso en su ¨¦poca el teatro espa?ol a la altura de lo que hab¨ªa en Europa: "Nos hac¨ªa mirar lo que a veces el arte pretende esconder, como la fealdad, el horror y lo grotesco".

Las tres miradas distintas cuentan, con todo, con algo en com¨²n: han contado con un mismo iluminador, Albert Faura, y un mismo escen¨®grafo, el franc¨¦s Jean-Guy Lecat, colaborador de Peter Brook durante 25 a?os.