Cuando el pop entr¨® en la mejor cocina del mundo

"La gastronom¨ªa es cultura, tradici¨®n e innovaci¨®n, y encima aporta al PIB". Lo dec¨ªa ayer, a pocos pasos del Banco de Espa?a, el director de la Obra Social Caixa Catalu?a, Adolf Tod¨®. Compart¨ªa mesa en el C¨ªrculo de Bellas Artes con uno de los padres del arte pop, el brit¨¢nico Richard Hamilton, y el cocinero espa?ol n¨²mero uno mundial, Ferran Adri¨¤.

Pero una vez lanzado el mensaje que la cocina ayuda a la econom¨ªa -"que lo apunten las instancias oficiales", se o¨ªa en el auditorio-, el producto interior bruto dej¨® paso a un di¨¢logo, coraz¨®n en mano, entre Adri¨¤ y Hamilton. El motivo del encuentro: el libro Comida para pensar. Pensar sobre el comer (Actar), con una primera tirada de 30.000 ejemplares en castellano y catal¨¢n (habr¨¢ ediciones en ingl¨¦s y alem¨¢n).

"El Bulli es como una ¨®pera: 70 personas consiguen emocionar a 50", dijo el artista

"Es un acto de amor", en palabras del chef, que ha visto impreso el trabajo de dos admiradores suyos, Hamilton y Vicente Todol¨ª, el director de la Tate Modern de Londres. Ellos han documentado el resultado de la Documenta 12, la gran feria de arte de vanguardia en la que Adri¨¤, al ser llamado, opt¨® por colocar un pabell¨®n "a 2.000 kil¨®metros de distancia". "Fue criticada, pero fue una bella y dif¨ªcil decisi¨®n", considera Hamilton, cuya mano est¨¢ en el paseo por el universo creativo de El Bulli. Recoge las reacciones verbales y gr¨¢ficas de las visitas diarias de dos personas al restaurante en el verano de 2007.

El famoso restaurante de Cala Montjoi es ya para Hamilton un "lugar de peregrinaje", que lleva frecuentando desde 1963, desde que le llev¨® su amigo Marcel Duchamp a la Costa Brava. "Mi casa de Cadaqu¨¦s est¨¢ a la misma distancia de El Bulli que mi casa de Oxfordshire de The Fat Duck", subray¨® Hamilton. Su apetito gourmet se puede repartir entre los dos "top mundiales", seg¨²n la reci¨¦n proclamada lista Restaurant en Londres.

De all¨ª acaba de regresar Adri¨¤ envuelto en el ¨¦xito de ser declarado El Bulli el mejor restaurante del mundo por quinta vez (y cuarto a?o consecutivo). Dialogar ayer con "una leyenda viva del arte del siglo XX" era un buen postre "para una semana m¨¢gica". "Esto es ciencia ficci¨®n", porque re¨²ne "coraje y horas de gente incre¨ªble", dec¨ªa el cocinero mirando la portada del libro, con un retrato suyo en el inconfundible amarillo de Matt Groening, el autor de Los Simpson.

Hamilton, figura enjuta y quijotesca de 87 a?os y ojos tan vivaces como su conversaci¨®n, dio pinceladas de algo que "ya sobra en la discusi¨®n": el arte de la cocina de vanguardia. Compar¨® la experiencia gastron¨®mica que sirven Adri¨¤ y su equipo con "la representaci¨®n de una ¨®pera, donde 70 personas consiguen emocionar a 50". Conoce "el lenguaje po¨¦tico" de la presentaci¨®n de los platos y el trabajo de la cocina: "Es una performance exquisita de precisi¨®n, organizaci¨®n y control". Sus palabras tienen la autoridad de ser "el cliente m¨¢s fiel y m¨¢s antiguo de El Bulli", seg¨²n Adri¨¤. "S¨ª, desde que serv¨ªan unos buenos snacks hasta que salt¨® a la estratosfera", record¨® el artista.

En las primeras filas del auditorio, escuchando atentamente, asent¨ªa su esposa, Rita, junto a Juli Soler, el socio de Adri¨¤ y director de El Bulli, colegas cocineros, especialistas gastron¨®micos y el director de RTVE, Luis Fern¨¢ndez, anunciando satisfecho la emisi¨®n en pr¨®ximos d¨ªas de "nada menos que tres programas sobre El Bulli y la cocina de vanguardia".

Y el cocinero vanguardista habl¨® de la evoluci¨®n y del recorrido. "En el arte un estilo se fragua en a?os", en la revoluci¨®n culinaria de los ¨²ltimos a?os "se ha vivido una creatividad kleenex". Adri¨¤ es un hombre que trabaja su suerte y anima a los dem¨¢s -"explora los l¨ªmites", dec¨ªa el banquero-: "Hay que aprovechar que est¨¢ cambiando la actitud ante el comer. La gente quiere calidad y hay que ofrec¨¦rsela". ?Y habr¨¢ patrocinadores para los restaurantes?: "Va a pasar. Las exposiciones se patrocinan".

"?Es Ferran como Picasso?", fue preguntado Hamilton. "No, el pintor era un genio explosivo. Ferran es consistente en su filosof¨ªa", dijo categ¨®rico. Y tras entretenerse paciente en firmar aut¨®grafos, pos¨® su mirada en las bandejas de aperitivos bullinianos servidos por Paco Roncero, un disc¨ªpulo de Adri¨¤ en Madrid. Hubo esferificaciones de aceituna y croqueta, bocata de chorizo en versi¨®n laminada pero de sabor intenso, trampantojos de galletitas con gorgonzola.... Lo de siempre, pero reinventado.