Madrid afrancesado
Esta semana ha sido francesa de arriba abajo. Empez¨® con la visita oficial del matrimonio Sarkozy y acab¨® ayer con la fiesta del Dos de Mayo, acontecimientos bien dispares que dan una idea sobre las relaciones hist¨®ricas entre francos y espa?oles. Ha habido de todo, como ocurre entre aldeas pr¨®ximas, que tienen sus piques permanentes, pero que tambi¨¦n saben llevarse bien de vez en cuando. Siempre subsisten ciertas relaciones esquivas entre dos poblaciones vecinas. Por lo que se refiere a espa?oles y galos, la relaci¨®n pasa por tiempos de especial bonanza.
Madrid comenz¨® a afrancesarse en 1700 con la llegada de Felipe V, duque de Anjou, primer monarca de la casa Borb¨®n. Con ¨¦l llegaron los balbuceos de la Ilustraci¨®n, el inicio de la modernidad, los comienzos de la libertad de pensamiento. Carmen Mart¨ªn Gaite, en Usos amorosos del XVIII en Espa?a, demuestra con amplia documentaci¨®n que Madrid se dej¨® seducir por las costumbres francesas, no s¨®lo las er¨®ticas. Uno de los barrios m¨¢s tradicionales de la capital, Chamber¨ª, fue llamado as¨ª en honor de la primera esposa de Felipe V, Mar¨ªa Luisa de Saboya, que era de Chamb¨¨ry, capital de la Saboya francesa. Ese barrio fue tambi¨¦n campamento militar del ej¨¦rcito franc¨¦s en 1808.
Napole¨®n pas¨® unos d¨ªas en lo que hoy es Chamart¨ªn. All¨ª firm¨® el memorable decreto que anulaba la Inquisici¨®n. El n¨²mero de afrancesados se multiplic¨®. La mayor¨ªa eran patriotas herederos del reformismo ilustrado y del progreso. Luego los tacharon de colaboracionistas. Muchos se exiliaron.
Jos¨¦ I de Espa?a, Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, dej¨® Madrid plagada de liberales y masones. Fue buen rey, pero no le dejaron. Jos¨¦ Bonaparte merece reconocimiento oficial. Dato marginal: era bastante mujeriego y fue amante de la Fineschi, cantante de ¨®pera italiana, entre otras muchas (una condesa vasca, una baronesa de Dinamarca, una estadounidense de Filadelfia y, por supuesto, su esposa, hija de un comerciante marsell¨¦s).
En 1823, el nefasto Fernando VII volvi¨® a solicitar la intervenci¨®n militar francesa para librarse de los liberales. Los Cien Mil Hijos de San Luis ocuparon Madrid y volvi¨® otra vez el absolutismo.
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