Examen decisivo para 2016
Tras pasar por Chicago, R¨ªo y Tokio, la comisi¨®n ol¨ªmpica eval¨²a desde hoy a Madrid
Dentro de exactamente 150 d¨ªas (el 9 de octubre), los 107 miembros en activo del club privado con m¨¢s poder en el mundo, una ONG que de nadie depende, que a nadie pide, que de todos consigue, llamada Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), decidir¨¢n en Copenhague d¨®nde tendr¨¢n lugar los Juegos Ol¨ªmpicos de la XXI Olimpiada el verano de 2016. Superados los primeros filtros, cuatro ciudades aspiran a organizar un evento que convertir¨¢ a una de ellas durante unas semanas en la capital del mundo y que, pese al empe?o de sus promotores en resaltar su aspecto de experiencia multisensorial y multitem¨¢tica -deportiva, cultural, vital ritual, ciudadana-, constituye sobre todo un empe?o econ¨®mico desmesurado, ya que requiere una inversi¨®n m¨ªnima de entre 6.000 y 13.000 millones de d¨®lares (entre 4.521 y 9.795 millones de euros), dependiendo de la ambici¨®n y del punto de partida de los aspirantes.
La visita de los 13 miembros de la comisi¨®n de evaluaci¨®n, que, una vez pasada por Chicago, Tokio y R¨ªo de Janeiro, llega hoy a Madrid, la cuarta candidata, constituye el pen¨²ltimo escollo en el camino y, quiz¨¢s, el m¨¢s insidioso y pejiguero. Como se dice en el Tour de las etapas tontas, es uno de esos momentos en los que no se puede ganar la carrera -el informe de los visitantes, que se dar¨¢ a conocer durante la primera semana de septiembre, no es vinculante-, pero s¨ª perderla v¨ªa un error, un malentendido, un desastre inesperado. No es de extra?ar, por lo tanto, que los expertos movilizados por Mercedes Coghen, consejera delegada de Madrid 2016, y Alberto Ruiz-Gallard¨®n, alcalde de la capital espa?ola, para responder a las dudas de los 13 visitantes dirigidos por Nawal el Mutawakel sobre los 17 temas ya expuestos en el dossier de la candidatura hayan ensayado 70 discursos en tres idiomas (aparte del espa?ol, ingl¨¦s y franc¨¦s, los idiomas oficiales del COI).
Las respuestas en las sesiones a puerta cerrada en el hotel Villamagna y lo que observen in situ, los recintos ya terminados -la Caja M¨¢gica-, los solares en construcci¨®n -la semi-Peineta-, las maquetas, los power points y otras presentaciones, generar¨¢n un informe que, posiblemente, algunos de los votantes ni siquiera hojear¨¢n, ya que las motivaciones a la hora de elegir son muy variadas. Puede pesar la ley no escrita de la alternancia entre continentes -tras la Segunda Guerra Mundial, s¨®lo se repiti¨® en un mismo continente, en 1948 y 1952, los segundos de Londres y Helsinki-, lo que condenar¨ªa a Madrid y, quiz¨¢s, a Tokio, s¨®lo ocho a?os despu¨¦s de Pek¨ªn; puede pesar la filosof¨ªa, la contradictoria relaci¨®n entre Estados Unidos -el gran socio capitalista del COI: la mitad de los principales patrocinadores, seis de 12, que proporcionan el 40% de sus ingresos, son multinacionales estadounidenses; los derechos televisivos, que representan la mitad de los ingresos, los compran siempre cadenas estadounidenses- y el ideal ol¨ªmpico, que se materializaron de forma inequ¨ªvoca en los Juegos de Atlanta 1996, un desastre. La condici¨®n de ciudadano de Chicago del presidente Barack Obama modificar¨¢, entonces, el estado de la cuesti¨®n.
Puede pesar el criterio de cercan¨ªa geogr¨¢fica -47 miembros del COI son europeos, 21 asi¨¢ticos, 17 africanos, 12 de Am¨¦rica Latina, seis de la Am¨¦rica anglosajona y cuatro de Ocean¨ªa-, pero tambi¨¦n los matices culturales; puede decidir, como ocurri¨® hace cuatro a?os, desgraciadamente para Madrid, que perdi¨® un voto entre la segunda y la tercera votaci¨®n, lo que supuso su eliminaci¨®n ante Londres y Par¨ªs. Y puede que, incluso, el voto lo decida la calidad del proyecto.
La ¨²ltima etapa antes de Copenhague pasar¨¢ a mediados de junio por la sede ol¨ªmpica de Lausana (Suiza) con la presentaci¨®n del proyecto ante el comit¨¦ ejecutivo del COI.
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