C5-C6 vs. A6-A8

No, el t¨ªtulo de esta columna no refleja una transcripci¨®n sui generis de dos movimientos de una partida de ajedrez con caballos y alfiles, ni tampoco una discopat¨ªa provocada por hernia cervical. Alude a algo mucho m¨¢s dif¨ªcil de entender que el juego del ajedrez o la patolog¨ªa de las hernias discales. Me refiero a la decisi¨®n del actual presidente de la Xunta de sustituir el Audi A8 del anterior jefe del Ejecutivo por un Citro?n C6, y el Audi A6 de los anteriores conselleiros por el Citro?n C5. Enrocado en su estrategia electoral en el fascinante terreno del parque m¨®vil de la Xunta (?o quiz¨¢ tambi¨¦n movido por la gratitud debida a la marca francesa por el pr¨¦stamo del C6 durante los ¨²ltimos a?os?), Alberto N¨²?ez Feij¨®o se ha visto obligado a adoptar una decisi¨®n que no resiste el m¨¢s somero an¨¢lisis cr¨ªtico desde la perspectiva de la racionalidad econ¨®mica del gasto y arroja un buen n¨²mero de interrogantes de dif¨ªcil respuesta.

?Qu¨¦ haremos con los Audi? Tal vez un museo del autom¨®vil en la Cidade da Cultura

El principal interrogante consiste en saber cu¨¢l va a ser el destino de todos los Audi del parque m¨®vil, puesto que si los conselleiros viajan en Citro?n C5, los A6 no van a poder ser utilizados por los restantes altos cargos, situados en una escala jer¨¢rquicamente inferior. Lo l¨®gico es pensar que los secretarios generales utilicen un Citro?n C4 y los directores generales un C3, lo que har¨ªa aconsejable en este ¨²ltimo caso que, dado que en la parte trasera no se viaja excesivamente c¨®modo (longitud 3. 850 mil¨ªmetros, anchura 1.667 mil¨ªmetros), el modelo sea de dos puertas y el alto cargo (especialmente si su altura f¨ªsica sobrepasa el 1,75 metros) viaje en el asiento delantero, o, ya puestos a ser austeros de verdad, que conduzca ¨¦l mismo el veh¨ªculo.

Con respecto al resto del personal de la Xunta que puede utilizar un coche oficial para determinadas funciones, ser¨ªa suficiente uno de los modelos utilitarios de Citro?n, e incluso yo aconsejar¨ªa animar a la marca francesa a que fabrique en Vigo un modelo de motocicleta (que podr¨ªa bautizar como Citro?nspino) que ser¨ªa de suma utilidad para el servicio de mensajer¨ªa interna de la Xunta y que podr¨ªa ir pilotada por j¨®venes reclutados entre los repartidores de pizzas, que se desenvuelven como nadie en el colapsado tr¨¢fico compostelano.

Sea como fuere, ?qu¨¦ vamos a hacer con todos los Audi del parque m¨®vil? Y es que, pese a que muchos de ellos est¨¢n en perfecto estado y podr¨ªan seguir siendo utilizados durante unos cuantos a?os m¨¢s, su valor en el mercado de segunda mano es rid¨ªculo, con lo que su venta supondr¨ªa un negocio ruinoso, sin que se me alcance ver, por lo dem¨¢s, cu¨¢l ser¨ªa la opci¨®n alternativa, como no sea la creaci¨®n de un museo del autom¨®vil en uno de los edificios de la Cidade da Cultura.

Por otra parte, la decisi¨®n de N¨²?ez Feij¨®o genera ulteriores problemas institucionales. As¨ª, pensemos, por ejemplo, en los Audi A6 en los que viajan otros altos cargos de ¨®rganos auton¨®micos (como, verbigracia, los miembros del Consello Consultivo o del Consello de Contas), y que no dependen de la autorizaci¨®n del presidente de la Xunta para decidir si siguen con ese veh¨ªculo o lo cambian por un Citro?n. Est¨¢n situados ante un verdadero dilema ¨¦tico: por un lado, parece que estos altos cargos no pueden viajar en un coche te¨®ricamente m¨¢s lujoso que el del presidente de la Xunta, y m¨¢xime cuando el protocolo oficial en la toma de posesi¨®n de N¨²?ez Feij¨®o los confin¨® en una esquina de la plaza del Obradoiro (por detr¨¢s de los miembros de las fundaciones y flanqueados por los representantes del deporte y de las asociaciones de vecinos). Pero, por otro lado, est¨¢ la convicci¨®n de que comprar un veh¨ªculo nuevo ser¨ªa una aut¨¦ntica dilapidaci¨®n de fondos p¨²blicos.

Conozco bien el caso de uno de esos conselleiros, que viaja en un A6 de siete a?os, heredado de su antecesor en el cargo. El veh¨ªculo se halla en perfecto estado y puede ser utilizado durante varios a?os m¨¢s. Sin embargo, los concesionarios no van a pagar m¨¢s de cinco mil euros por ¨¦l. ?Qu¨¦ har¨ªan ustedes? Desde luego, les puedo asegurar que ese conselleiro va a seguir con el Audi, entre otras razones porque no va a tomar en su vida p¨²blica decisiones diferentes a las que adopta en su vida privada, en la que viaja en un Audi con catorce a?os de antig¨¹edad en buen estado de conservaci¨®n, y porque hay que convenir con ¨¦l en que, aunque el Audi sea m¨¢s caro, tambi¨¦n dura m¨¢s y posee mejores condiciones de seguridad pasiva, lo que, en caso de accidente, rebaja las posibilidad de sufrir una hernia cervical, normalmente entre los discos C4 y C6.