El esc¨¢ndalo de las 'misses' acelera el fin del matrimonio Berlusconi
Veronica Lario pide el divorcio tras a?os de vivir separada del primer ministro
Viv¨ªan en casas diferentes desde hace a?os, pero Veronica Lario, segunda esposa de Silvio Berlusconi y primera dama italiana, ha decidido poner fin al esperpento y al escarnio (azuzado estos d¨ªas por los medios de la derecha) y ha pedido a su marido, a trav¨¦s de la prensa, el divorcio tras 18 a?os de matrimonio. La gota que colm¨® el vaso se llama Noemi Letizia, vive en N¨¢poles y tiene 18 a?os reci¨¦n cumplidos. Seg¨²n La Repubblica y La Stampa, Lario coment¨® a sus hijos y a sus amistades ¨ªntimas que "su dignidad" le impide "continuar con un hombre que frecuenta chicas menores de edad".
La frase, en la que algunos ven incluso una posible presencia de delito, se refiere sin citarla a Letizia, la joven de Casoria (N¨¢poles) a la que Berlusconi visit¨® la noche del pasado 28 de abril para regalarle, en la fiesta de su 18? cumplea?os, un collar de oro y brillantes con forma de mariposa.
Lario se indign¨® por la elecci¨®n de coristas para los comicios europeos
La noticia molest¨® a la primera dama porque, seg¨²n dijo, su marido "nunca asisti¨® a las fiestas de 18 a?os de sus propios hijos, a pesar de que estaba invitado". La muchacha recibi¨® a Berlusconi al grito de "ciao, papi", y cont¨® a la prensa que conoce al primer ministro "desde peque?a" y que lo frecuenta "a menudo, tambi¨¦n en Mil¨¢n y Roma, porque ¨¦l no siempre puede ir a N¨¢poles con todo lo que tiene que hacer".
Estudiante de dise?o publicitario, Noemi sue?a con ser estrella de la televisi¨®n, y tanto el collar como el saludo como sus fotograf¨ªas escasas de ropa -visibles en todas las webs de los diarios italianos- han generado una marea de especulaciones sobre el tipo de relaci¨®n que mantiene con el fogoso Cavaliere, de 72 a?os.
La primera dama ahond¨® ayer en esa herida al decir: "Preferir¨ªa que Noemi fuese hija suya", y a?adi¨® que hab¨ªa pedido ayuda a los amigos y colaboradores de su marido, "porque ¨¦l no est¨¢ bien", sugiriendo tal vez que Berlusconi sufre alg¨²n tipo de patolog¨ªa.
Mientras tanto, el primer ministro vol¨® para ver a Lario desde Roma a Mil¨¢n en helic¨®ptero con su hermano Paolo. En una nota, el multimillonario adujo que el divorcio "pertenece a la esfera privada". S¨®lo agreg¨® que le ocasiona "dolor".
Pero muchos italianos dudan de que el divorcio del primer ministro sea s¨®lo una historia privada. Un sondeo de Il Sole 24 Ore revel¨® ayer que el 51% cree que es un asunto privado, frente al 39% que piensa que tendr¨¢ implicaciones pol¨ªticas.
La semana pasada, la primera dama hab¨ªa declarado a la agencia de noticias Ansa que la selecci¨®n de misses y presentadoras para nutrir las listas del partido a las elecciones europeas le parec¨ªa una "basura imp¨²dica", un "juego machista" que se pone en marcha para "entretenimiento del emperador". Seg¨²n revela a su c¨ªrculo ¨ªntimo, Lario no siente a estas alturas celos de su marido, sino que ve a las misses de Berlusconi como "v¨ªrgenes que se ofrecen al drag¨®n para obtener ¨¦xito, notoriedad y poder econ¨®mico". Esas fuentes afirman que lo que m¨¢s le duele es el hecho de que esa forma de hacer pol¨ªtica no escandalice ya a nadie en Italia.
Las lecturas pol¨ªticas que se derivan del divorcio son, por tanto, variadas e inciertas. Aunque Berlusconi siempre ha jugado con ¨¦xito ante sus compatriotas el doble papel de latin-lover/padre de familia entregado y est¨¢ en su punto m¨¢s alto de popularidad, el centro derecha teme los da?os que pueda ocasionar la ruptura a un proyecto que se inspira en "profundas ra¨ªces cristianas".
Quiz¨¢ por eso, el entorno medi¨¢tico del PDL ha dedicado en los ¨²ltimos d¨ªas a Lario todo tipo de insultos. Hace s¨®lo unos meses, el Gobierno puso en pie una alianza con las bases pro-vida del Vaticano para afrontar juntos el debate pol¨ªtico m¨¢s confuso y encendido de esta legislatura, el que gener¨® el caso Eluana Englaro, la mujer que pas¨® 17 a?os en estado vegetativo.
Durante el reciente congreso del partido donde fue elegido l¨ªder por aclamaci¨®n, Berlusconi reiter¨® que la familia es el "n¨²cleo central de la sociedad", y que el PDL comparte los valores del Partido Popular Europeo, entre ellos "la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, el car¨¢cter sagrado de la vida y la defensa de la familia natural". El sondeo de Il Sole preguntaba ayer si este segundo divorcio y las causas que lo han motivado deslegitiman esa posici¨®n. El 70% cree que s¨ª.
El factor econ¨®mico de la separaci¨®n tambi¨¦n ser¨¢ analizado, porque debe acelerar y enconar la divisi¨®n de la herencia del magnate. Algunas voces creen incluso que puede cambiar el juego de mayor¨ªas del imperio medi¨¢tico, financiero e inmobiliario de Berlusconi, cuyo patrimonio se calcula entre los 5.000 y los 8.000 millones de euros.
De actriz de serie B a opositora
El amor surgi¨® en 1980. Veronica Lario (Bologna, 1956) era una actriz de serie B que se llamaba en realidad Miriam Raffaella Antolini y se hab¨ªa rebautizado as¨ª para el arte en homenaje a Veronica Lake. Una noche, Silvio Berlusconi, entonces pujante promotor inmobiliario y editor del diario Il Giornale que dirig¨ªa Indro Montanelli, acudi¨® a ver la obra El magn¨ªfico cornudo al teatro Manzoni de Mil¨¢n (que era de su propiedad) y quiso conocer a aquella joven actriz que daba la r¨¦plica a Enrico Maria Salerno y ense?aba un seno en escena.
Entre el flechazo y la boda civil celebrada en 1990, Ver¨®nica Lario tuvo tres hijos con el magnate milan¨¦s: B¨¢rbara (nacida en 1984), Eleonora (1986) y Luigi (1988). En 1985, Berlusconi se hab¨ªa divorciado de su primera esposa, Carla Elvira dall'Oglio, despu¨¦s de 20 a?os de matrimonio y de tener otros dos hijos, Maria Elvira (Marina) y Piersilvio.
Retirada de la interpretaci¨®n de forma prematura, Lario se dedic¨® a cuidar de sus hijos y se mantuvo en un discreto segundo plano, incluso cuando su marido entr¨® en pol¨ªtica en 1994. Era la primera dama ausente: evitaba aparecer en actos p¨²blicos, cenas y recepciones oficiales. Con el tiempo fue convirti¨¦ndose en una figura mucho m¨¢s apreciada por los rivales pol¨ªticos de su marido que por sus correligionarios.
Accionista del diario Il Foglio, partidaria del aborto (terap¨¦utico) y de la fecundaci¨®n asistida, en 2003, Lario concedi¨® una entrevista a Paolo Flores de Arcais en Micromega y declar¨® sus simpat¨ªas pacifistas mientras el Gobierno italiano apoyaba a la invasi¨®n de Irak. En 2007, tras a?os de tragar quina, escribi¨® una carta a La Repubblica en la que exig¨ªa a su marido que se disculpara p¨²blicamente por haber cortejado en p¨²blico a Mara Carfagna, ex starlette y hoy ministra de Igualdad de Oportunidades.
Ahora, su inteligente denuncia pol¨ªtica del decadente sistema imperial de promoci¨®n pol¨ªtica de las veline (las mamachicho actuales) inventado por su marido ha disparado al n¨²cleo del berlusconismo. La derecha m¨¢s c¨ªnica y machista la ha lapidado al amanecer. Pero en Facebook muchos j¨®venes 'tifan' por la "se?ora" (como la llam¨® displicente Il Cavaliere) y la ven como una mujer de izquierda, valiente y sensata. Y sin iron¨ªa, piden: "Santa s¨²bito". "Jefa de la oposici¨®n, ya". Agallas no le faltan.
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