Juan Carlos Marset, sustituido por F¨¦lix Palomero al frente del INAEM
Mercedes del Palacio ser¨¢ subsecretaria en el ministerio de Gonz¨¢lez-Sinde
Parece que los viajes de F¨¦lix Palomero son de ida y vuelta. Ayer por la ma?ana era gerente del Festival Mozart de A Coru?a y responsable del consorcio para la promoci¨®n de la M¨²sica en Galicia y por la tarde fue designado director general del Instituto Nacional de Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (INAEM) en sustituci¨®n de Juan Carlos Marset. Vuelve Palomero a un organismo cuyos vericuetos conoce al dedillo y que agrupa a compa?¨ªas de teatro y danza p¨²blicos a la Orquesta Nacional de Espa?a (ONE).
Lo mismo que Mercedes del Palacio (Palencia, 1958) elegida ayer subsecretaria del ministerio de Cultura, y que coincidi¨® con ¨¦l en ese lugar cuando Palomero era director t¨¦cnico de la Orquesta Nacional y ella secretaria general del INAEM. Fue en ¨¦poca del PP, con Andr¨¦s Amor¨®s como responsable. Ahora regresan de la mano.
"En esta nueva etapa necesitamos un perfil diferente", dice la ministra
Harto de luchas internas, Palomero dej¨® la direcci¨®n t¨¦cnica de la OCNE
Su primera misi¨®n ser¨¢ aclarar qui¨¦n sigue y qui¨¦n no a partir de 2010
Lo m¨¢s curioso es que Del Palacio acababa de rechazar el cargo que a partir de ahora ocupar¨¢ Palomero (Le¨®n, 1962). No parec¨ªa razonable que quien hab¨ªa sido secretaria de Estado de Administraciones P¨²blicas con Elena Salgado -y mujer muy pr¨®xima a la hoy vicepresidenta Econ¨®mica- fuese rebajada de rango. Pero Palomero, hombre de perfil completamente t¨¦cnico y avalado por muchas personas de dentro del Instituto, encajaba en los deseos de la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde. "Es alguien que controla muy bien la escena en un momento en el que el INAEM, un ente muy complejo, necesita una persona de perfil t¨¦cnico", afirm¨® ayer a este diario Gonz¨¢lez- Sinde, informa Gregorio Belinch¨®n.
Marset, cuyo trabajo en la etapa de C¨¦sar Antonio Molina fue movida y pol¨¦mica, sale del organismo con la sensaci¨®n de haberse quedado a mitad del camino en sus reformas. ?l quer¨ªa seguir en el cargo, pero Gonz¨¢lez- Sinde ha preferido dar un nuevo giro al rumbo de un lugar que no parece encontrar f¨¢cil estabilidad.
Habr¨¢ que ver a partir de ahora d¨®nde queda el tan cacareado C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas, que, en teor¨ªa, iba a destronar a todas sus cabezas visibles en 2010. Desde Nacho Duato, responsable de la Compa?¨ªa Nacional de Danza (CND) a Gerardo Vera, director del Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN), hasta las 14 unidades del Inaem.
Pero la reestructuraci¨®n de Marset ha quedado en el aire. La ministra le daba una palmada en la espalda ayer y le agradec¨ªa los servicios prestados pero le abr¨ªa la puerta para marcharse de inmediato. "Ha hecho una gran labor pero en esta nueva etapa necesitamos un perfil diferente. Lo que s¨ª deseamos es que Marset vuelva a colaborar con el ministerio", afirmaba la ministra. Palomero ha dedicado su vida a la gesti¨®n cultural, principalmente en el terreno musical. Su car¨¢cter es discreto, pero quienes han colaborado a fondo con ¨¦l le consideran eficaz, inteligente y h¨¢bil negociador. Fue alumno aventajado de Federico Sope?a, impulsor de un aut¨¦ntico clan del que han salido responsables de festivales musicales, fundaciones, orquestas y publicaciones especializadas en la Espa?a de los ¨²ltimos 50 a?os.
Palomero representa la ¨²ltima generaci¨®n formada a su vera. Fue hombre de m¨¢xima confianza de Paloma O' Shea en una de las etapas cruciales de la Fundaci¨®n Alb¨¦niz, que rige la Escuela Reina Sof¨ªa y el concurso de piano que lleva el nombre de la mecenas, entre otras cosas.
En el a?o 2000 cambi¨® a un verdadero campo de batalla: la Orquesta y Coros Nacionales de Espa?a. Le nombr¨® para el cargo Andr¨¦s Amor¨®s, que entonces ocupaba para el Gobierno del PP el despacho donde ¨¦l va a sentarse ahora. Su papeleta no era f¨¢cil. Se trataba de reformar de arriba a abajo una instituci¨®n caduca, llena de vicios y desprestigiada. Adem¨¢s no contaban con director titular y Palomero tuvo que ocupar un vac¨ªo alarmante de 14 a?os hasta que fue nombrado Josep Pons, hoy todav¨ªa en el podio.
Harto de luchas internas y de reformas que se retrasaban, Palomero dej¨® la OCNE y viaj¨® en 2006 a Galicia. Pons lo lament¨®. All¨ª le propusieron encargarse del consorcio para la promoci¨®n musical de la regi¨®n y del Festival Mozart, el principal escaparate internacional gallego. Su labor ha sido de consolidaci¨®n y su paso por el mismo, discreto, toda una marca de su car¨¢cter.
Ahora vuelve al mismo lugar del que sali¨® hace tres a?os. Deber¨¢ apagar varios fuegos, pero es algo que los encargados del Inaem asuemen. Perfil t¨¦cnico o no, lo que deben tener claro es que se requieren habilidades de bombero. Es un lugar pendiente tambi¨¦n de reformas profundas y de su reconversi¨®n en Agencia Estatal. Marset ha dejado varias cosas en el aire y revuelos importantes, como el enfado y las amenazas de estampidas de Nacho Duato. Algo que la discreci¨®n y la mano izquierda de Palomero puede aplacar. De hecho, su primera misi¨®n ser¨¢ aclarar quien sigue y quien no a partir del a?o que viene. Habr¨¢ que ver si el ¨®rdago que plant¨® Marset sigue o los ¨¢nimos son sofocados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.