Los talibanes se reorganizan en la zona bajo responsabilidad espa?ola
Los servicios de informaci¨®n alertan de la creaci¨®n de un mando rebelde unificado
"Todo el mundo es consciente del deterioro de la seguridad que se ha producido en Afganist¨¢n", asegur¨® ayer la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, en una videoconferencia con las tropas espa?olas, a las que pidi¨® que "se mantengan en alerta permanente y con la m¨¢xima concentraci¨®n".
Aunque el deterioro afecta al conjunto del pa¨ªs, se ha notado especialmente en la regi¨®n donde est¨¢n desplegados los 780 militares espa?oles. "Los insurgentes contin¨²an extendiendo su presencia en ¨¢reas antes estables. La provincia noroccidental de Badghis y la vecina de Faryab se convirtieron en un campo de batalla durante el invierno, con un significativo aumento de las acciones de la insurgencia", asegura un informe del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de marzo pasado. "Este aumento de la presencia insurgente dificult¨® seriamente la asistencia humanitaria y la ayuda al desarrollo en zonas que antes eran accesibles", agrega.
La ONU advierte que la insurgencia se ha extendido a la provincia de Badghis
Un talib¨¢n muri¨® y otros cuatro cayeron heridos en el ¨²ltimo ataque a las tropas
?Cu¨¢l ha sido la causa de este agravamiento de la situaci¨®n? Informes de los servicios de inteligencia, a los que ha tenido acceso EL PA?S, aportan algunas claves para entender lo sucedido.
El 1 de octubre del a?o pasado, el presidente afgano, Hamid Karzai, orden¨® la puesta en libertad de Gholam Dasteguir, l¨ªder past¨²n originario del distrito de Bala Murghab, el m¨¢s violento de los que componen Badghis. Entre los a?os 2006 y 2007, Dasteguir, de unos 30 a?os, se convirti¨® en lugarteniente del gobernador talib¨¢n de la provincia, Abdul Haqqani. Este ¨²ltimo huy¨® de Badghis tras resultar herido en un enfrentamiento con otro se?or de la guerra, mientras que Dasteguir fue detenido el 13 de marzo a su regreso de Quetta (Pakist¨¢n), donde est¨¢ refugiada la Shura (direcci¨®n) talib¨¢n.
La puesta en libertad de Dasteguir, menos de siete meses despu¨¦s de su captura, respond¨ªa a un plan del Gobierno de Kabul para pactar con los pastunes supuestamente moderados, una idea que est¨¢ en la base de la nueva estrategia de la Administraci¨®n de Obama y que imita la f¨®rmula aplicada para pacificar Irak. Su excarcelaci¨®n fue fruto de la mediaci¨®n de un grupo de notables de Bala Murghab. El propio Dasteguir se comprometi¨® por escrito a favorecer los trabajos de reconstrucci¨®n financiados por Espa?a en Badghis.
Pero lejos de eso, se dedic¨®, seg¨²n las fuentes citadas, a reorganizar y agrupar bajo un mando ¨²nico a los diferentes grupos de la insurgencia que actuaban de forma descoordinada y a poner en marcha un consejo talib¨¢n provincial. El golpe m¨¢s audaz lo dio el 27 de noviembre, cuando tendi¨® una emboscada a una columna del Ej¨¦rcito y la polic¨ªa afganos en la localidad de Azakai, que se sald¨® con 20 muertos y 12 secuestrados.
La respuesta de EE UU lleg¨® el 15 de febrero: un avi¨®n lanz¨® una bomba de varias toneladas sobre una casa de la localidad de Juy Ganj, en el distrito de Bala Murghab. En el bombardeo murieron al menos 10 personas, entre ellas, Dasteguir.
Tras su eliminaci¨®n, dos cabecillas parecen disputarse el liderazgo de los talibanes locales: el mul¨¢ Jamaluddin, responsable de la insurgencia mientras Dasteguir estuvo encarcelado, e Ismail, mano derecha del ex gobernador Haqqani, exiliado en Pakist¨¢n.
Aunque los servicios de inteligencia pronosticaron un debilitamiento de los talibanes tras el asesinato de Dasteguir, el pron¨®stico no parece haberse cumplido. El pasado s¨¢bado, las tropas espa?olas sufrieron dos ataques: uno en Sang-Atesh, en la provincia de Badghis, y otro en Shiavasha, a s¨®lo ocho kil¨®metros de Herat. En ninguno hubo que lamentar bajas de los militares espa?oles ni de civiles, seg¨²n explic¨® ayer el coronel Luis Yag¨¹e, jefe de la base de Herat, pero en el segundo, que se prolong¨® m¨¢s de cuatro horas, los insurgentes sufrieron un muerto y cuatro heridos. Entre estos ¨²ltimos, el presunto l¨ªder talib¨¢n provincial. Uno m¨¢s.
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