Flamenco contaminado
Tablaos y caf¨¦s de chinitas en Jap¨®n y escuelas de flamenco en Rusia. Joaqu¨ªn Cort¨¦s ovacionado por las masas en Am¨¦rica Latina. Sara Baras triunfando por igual en la Gran V¨ªa madrile?a que en pa¨ªses ex¨®ticos y lejanos. As¨ª es el contexto internacional conocido del baile flamenco. Seduce, tiene duende, tiene encanto, y el mundo entero lo reconoce. Hasta ahora se ha apreciado, b¨¢sicamente, su pureza, autenticidad y espectacularidad, pero desde hace unas pocas generaciones algunos bailaores se han mostrado rebeldes e inquietos. La coreograf¨ªa mestiza y de riesgo se ha hecho protagonista. Con las dificultades que supone enfrentarse a la ortodoxia flamenca, tan cerrada, tan obstinada y celosa, un pu?ado de artistas ha apostado, contra todo pron¨®stico, por la contaminaci¨®n y la experimentaci¨®n, dedic¨¢ndose a aplastar obst¨¢culos y derribar fronteras. "El flamenco no tiene l¨ªmites. Voy a ir hasta donde me permita mi t¨¦cnica, no tengo miedo, hay que quebrantar las estructuras r¨ªgidas o lo convertiremos en un arte inm¨®vil", sentencia Andr¨¦s Mar¨ªn (Sevilla, 1969), artista que, desde su conocimiento del flamenco cl¨¢sico, ha elaborado una obra personal y contempor¨¢nea que ¨¦l no duda en calificar de flamenco abierto. "No soy partidario de guardar la est¨¦tica de antes. El flamenco no es folclor, es un arte individual, an¨¢rquico, que se mueve y cambia. Dentro de lo andaluz est¨¢ por ejemplo la sevillana que tiene una estructura inamovible. Eso es folclor". Las propuestas innovadoras de todos los artistas que piensan como Mar¨ªn no han sido ignoradas por las audiencias internacionales y comienzan a tener su impacto, pero no en las plazas de p¨²blicos masivos, donde cierto flamenco espectacular ya est¨¢ instalado, sino en c¨ªrculos ardientes y anal¨ªticos de la danza m¨¢s innovadora y vanguardista.
Voy a ir hasta donde me permita mi t¨¦cnica, hay que romper las estructuras r¨ªgidas o lo convertiremos en un arte inm¨®vil, sentencia Andr¨¦s Mar¨ªn
Dicen que en Caracas o Bogot¨¢, las jovencitas chillan cuando sale Joaqu¨ªn Cort¨¦s, y tambi¨¦n que le caen sobre el escenario prendas ¨ªntimas de sus fans. Es del todo improbable que Israel Galv¨¢n, notable revelaci¨®n del nuevo flamenco, termine la funci¨®n con una braga en la cabeza, pero dentro del relativamente reducido ¨¢mbito de la danza contempor¨¢nea mundial, agota localidades, arranca sinceras ovaciones y obtiene cr¨ªticas m¨¢s que favorables de diarios importantes y revistas de vanguardia esc¨¦nica. La realidad es que este sevillano, hoy con 36 a?os, estaba llamado a ser la gran estrella del flamenco tradicional, pero una vez lo asimil¨®, opt¨® por un lenguaje propio y m¨¢s abierto. Sus padres, maestros de una conocida escuela de flamenco de Sevilla, recib¨ªan el p¨¦same de los amigos cuando su hijo abandon¨® la l¨ªnea tradicional. "Eran cr¨ªticas muy negativas y hablaban de m¨ª como si hubiese muerto art¨ªsticamente", rememora el core¨®grafo. "Desde que present¨¦ mi primer espect¨¢culo en 1998 me he acostumbrado a que esto es as¨ª, un d¨ªa te ponen bien y otro te ponen mal. Me parece l¨®gico que sea as¨ª y lo que trato es que esto no me afecte. No hago nada para gustar, intento ser yo mismo y no ceder a lo que quiera el p¨²blico o la cr¨ªtica. Lo que hay que intentar siempre es demostrar que se es bueno". Con un estilo personal, bailando de perfil como se?a de identidad y con una fuerza arrolladora, Galv¨¢n posee un amplio sentido de lo coreogr¨¢fico y es capaz de colocar la t¨¦cnica del flamenco al servicio de una obra centrada, por un lado, en el Apocalipsis b¨ªblico, y, por otro, en Apocalypse Now, el filme de Francis Ford Coppola, que ha visto un centenar de veces. Semejante tema, a¨²n hoy, es marciano en una propuesta flamenca.
"Creo que es muy interesante observar c¨®mo en Espa?a se ha dado un caso ¨²nico, en el que la modernidad de la danza no ha salido de la danza contempor¨¢nea que ha alimentado al resto de los pa¨ªses europeos. Y apareci¨® donde menos la esper¨¢bamos, en el mismo coraz¨®n del flamenco", opina el franc¨¦s Jean-Paul Montanari, director del Festival de Danza de Montpellier, uno de los escaparates m¨¢s relevantes de la danza europea contempor¨¢nea, que este verano tendr¨¢ como plato fuerte una selecci¨®n que habla de la diversidad flamenca del momento, inaugurando el 14 de junio con el estreno mundial de El jard¨ªn de las delicias, de la ecl¨¦ctica andaluza anclada en Par¨ªs Blanca Li, y teniendo en cartel El cielo de tu boca, la alucinante propuesta para bailaor y campanas de Andr¨¦s Mar¨ªn; m¨¢s un espect¨¢culo de solos de Mercedes Ruiz y, por supuesto, El final de este estado de cosas. Redux, la obra apocal¨ªptica de Galv¨¢n.
Dentro de la corriente cada vez m¨¢s caudalosa de este nuevo flamenco, hay que hacer distinciones importantes. Est¨¢n los artistas que llevan al mismo terreno del flamenco nuevos aires, aliment¨¢ndolo con t¨¦cnicas propias de la danza contempor¨¢nea y enmarc¨¢ndolo en propuestas conceptuales alejadas de la tradici¨®n, y los que dentro del gran sincretismo global de las nuevas tendencias lo usan como una herramienta ¨²til para su propio lenguaje. Blanca Li (Granada, 1965), sin duda, reina en esta corriente. "El flamenco es una parte esencial de mi inspiraci¨®n, pas¨¦ muchos a?os en la escuela de la calle del Amor de Dios de Madrid estudi¨¢ndolo, con igual dedicaci¨®n que mi formaci¨®n en Martha Graham, el hip hop, y otras formas que descubr¨ª en mis m¨²ltiples experiencias. Soy una artista multiforme y nunca he querido ser encasillada en un estilo". En la obra de Li convergen en un mismo cuerpo estilizaci¨®n flamenca, desmelene hip hop o rigores cl¨¢sicos. Esa amalgama es su lenguaje y ello no la excluye de la comunidad flamenca. Tanto es as¨ª, que est¨¢ trayendo ventilaci¨®n moderna al Centro Andaluz de Danza (CAD), de Sevilla, legendario centro de ense?anza flamenca que ha empezado a descubrir la amplitud de la danza desde su llegada a la direcci¨®n en 2006. "Los alumnos, por ser j¨®venes, est¨¢n muy abiertos a los cambios. Una de mis exigencias en el programa del CAD fue que cada alumno se formase en las diferentes disciplinas que se ense?an: espa?ol, cl¨¢sico y contempor¨¢neo, incluso hip hop". Tampoco intenta alejarles de ese flamenco espectacular que alimenta sue?os de riqueza y grandeza. "Ese flamenco siempre ha existido y permite tener m¨¢s impacto sobre el p¨²blico cautivo. Tambi¨¦n aprecio el hecho de que en estas producciones se da mucho trabajo a artistas buenos. Todo el mundo necesita comer".
Las alianzas son otra vertiente. Sidi Larbi Cherkaoui, joven core¨®grafo belga-marroqu¨ª en la c¨²spide de la nueva danza internacional, ha hecho del husmear una filosof¨ªa de creaci¨®n. Sus obras son el extremo del mestizaje. Danza contempor¨¢nea, hip hop, kung fu, circo, nuevas tecnolog¨ªas y barroco convergen con toda naturalidad en su lenguaje global, as¨ª que no es extra?o que se haya fijado en el flamenco y abra la pr¨®xima temporada del Teatro Real de Madrid, en septiembre, estrenando Dunas, con la bailaora Mar¨ªa Pag¨¦s (Sevilla, 1963). Esta mezcla de apariencia imposible no podr¨ªa materializarse sin la disposici¨®n y talante art¨ªstico de Pag¨¦s, una creadora que se ha movido por un universo personal alejado del circuito flamenco al uso. Ella ha empleado con libertad las posibilidades del flamenco, siempre desde el rigor y balance¨¢ndose en ese dif¨ªcil equilibrio, bail¨¢ndolo incluso al ritmo de las m¨²sicas de Peter Gabriel, Tom Waits o Domenico Modugno. "Vivo y convivo con el flamenco cl¨¢sico. Es mi base y una de mis fuentes de inspiraci¨®n, por tanto no vivo separada de ¨¦l, pero es verdad que al tener una apertura hacia otras artes es necesario un equilibrio. Y todo equilibrio es cuesti¨®n de medida y de conocimiento, de seriedad y sinceridad", opina la artista que, como ya hiciera al lado de Tamara Rojo, compartir¨¢ escenario con un bailar¨ªn cl¨¢sico, el cubano estrella del Royal Ballet londinense Carlos Acosta. "Siempre hay elementos, sensaciones, ideas comunes entre dos bailarines, sean de la disciplina que sean, con los que se puede dialogar y compartir un mismo espacio", dice Pag¨¦s, cuyo espect¨¢culo, Autorretrato, fue avalado por Barishnikov.
El caldo de cultivo de todo esto est¨¢ comenzando a estructurarse. En Sevilla, las nuevas pr¨¢cticas del CAD deber¨ªan crear generaciones m¨¢s ecl¨¦cticas. Los m¨¢s experimentales e innovadores festivales del planeta ya no se conciben sin al menos una propuesta de nuevo flamenco y en Madrid se ha consolidado una plataforma en la sala Pradillo, que desde 1996 viene impulsando cada agosto el ciclo La otra mirada del flamenco, un espacio para la innovaci¨®n y la ruptura, donde bien cabe un espect¨¢culo de una finlandesa que hace flamenco hasta las propuestas de artistas j¨®venes comprometidos con su tiempo. "Espero que el futuro del flamenco sea riqu¨ªsimo y para ello est¨¢n los artistas mestizos, las nuevas generaciones de bailarines que no necesitan repetir sino explorar nuevas formas, desarrollar e inventar. En cualquier caso, el flamenco siempre ha evolucionado con su tiempo, y conf¨ªo en que seguir¨¢ haci¨¦ndolo", dice Li.
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