El micr¨®fono revelador
Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, presidente de la patronal CEOE, expuso a micr¨®fono abierto -cuando lo cre¨ªa cerrado- una teor¨ªa que habr¨¢ hecho palidecer de envidia a los Geithner, Bernanke y dem¨¢s esforzados analistas de la crisis. "El problema que tenemos no es la grave crisis, sino los a?os de Zapatero". Una tesis tan esclarecedora no estar¨ªa completa sin su ant¨ªtesis, rotunda y sin matices, esta vez a Esperanza Aguirre: "Es que es cojonuda, es cojonuda, lo mejor que tenemos", balbuce¨® D¨ªaz Ferr¨¢n desde esa posici¨®n, falsa pero reveladora, del micro mal cerrado. Tan gratuitas acusaciones y loas se prevalen de ese pensamiento recio y rancio, propio de la barra de cafeter¨ªa, que atribuye todos los males a la gesti¨®n de un agente ¨²nico. D¨ªaz Ferr¨¢n es digno heredero de su predecesor, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, quien no dud¨® en acusar a Carlos Solchaga de haber creado ¨¦l solito una recesi¨®n. En el manual econ¨®mico imaginario de Cuevas y D¨ªaz Ferr¨¢n, un Solchaga y un Zapatero son poderes tenebrosos capaces de desatar una crisis universal; y la presidenta de Madrid es el hada ben¨¦fica capaz de conjurarla con los efluvios de una reducci¨®n de impuestos.
El presidente de CEOE respira por la herida de los cambios econ¨®micos que reclama hasta la n¨¢usea, pero que el Gobierno se niega a conceder: despido m¨¢s barato, impuestos m¨¢s bajos, cotizaciones sociales reducidas y subvenciones directas a las empresas. En el prontuario intelectual de D¨ªaz Ferr¨¢n aparecen perlas de exquisita contradicci¨®n. Por ejemplo, cuando la crisis financiera amanec¨ªa, defendi¨® con firmeza liberal que "se puede hacer un par¨¦ntesis en la econom¨ªa de libre mercado"; no precis¨® si el par¨¦ntesis deber¨ªa abrirse y cerrarse a voluntad de la CEOE.
Ya es mala suerte que en las elecciones de 2008 los votantes encargasen la gesti¨®n econ¨®mica al candidato socialista y no a la cojonuda Esperanza Aguirre; y es pura fatalidad que existan intereses distintos de los de la CEOE. D¨ªaz Ferr¨¢n, con sus an¨¢lisis entrecortados ante micr¨®fonos traidores, deplora tales contrasentidos. En su alabanza p¨®stuma al duque de La Force, Montesquieu lo retrat¨® de un trazo magistral: "Lo que dec¨ªa val¨ªa siempre m¨¢s que lo que hab¨ªa aprendido". ?se no es el caso de D¨ªaz Ferr¨¢n.
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