El desaf¨ªo de conseguir una escuela triling¨¹e

Nadie en el mundo educativo hubiese entendido que Isabel Cela¨¢ (Bilbao, 1949) no fuera la consejera de Educaci¨®n, una vez que se confirm¨® la llegada del PSE al Gobierno. ?sa era la sensaci¨®n imperante entre sindicatos, asociaciones de padres, profesores, directores y la patronal de la ense?anza concertada. Cela¨¢, veterana militante socialista, cumple as¨ª un recorrido vital: ya fue viceconsejera de Educaci¨®n con Fernando Buesa y en sus tres legislaturas como parlamentaria siempre ha estado al frente del ¨¢rea educativa, tanto en la C¨¢mara como en el PSE. Forma parte del n¨²cleo de m¨¢xima confianza de Patxi L¨®pez.

Esta catedr¨¢tica de Literatura Inglesa, diplomada en Derecho y con el EGA en euskera, va a tener que echar mano de esa confianza para gestionar una cartera tan esencial como complicada y que despierta tantas pasiones en Euskadi. La experiencia que acumul¨® en su etapa anterior en la consejer¨ªa (1991-1995), cuando junto a Buesa puso los cimientos del actual sistema educativo, le resultar¨¢ ahora de gran valor. Su m¨¢xima es el di¨¢logo, siempre, pero acompa?ado de firmeza si es preciso. Y as¨ª ha actuado en el Parlamento, convirti¨¦ndose en los ¨²ltimos a?os en el l¨¢tigo de los consejeros de EA por su deriva nacionalista y su empe?o en marginar al castellano en las aulas.

Forma parte del n¨²cleo de la m¨¢xima confianza de Patxi L¨®pez

Ah¨ª tendr¨¢ su principal reto: lograr un biling¨¹ismo efectivo y equilibrado, bajo el escrutinio del mundo de las ikastolas, que han acogido como m¨ªnimo con recelo que el PSE dirija el departamento. Cela¨¢ tendr¨¢ por delante una complicada tarea: cumplir el pacto con el PP y hacer efectivo que los padres puedan escolarizar a sus hijos en la lengua que deseen.

Lo previsible es que protagonice un cambio tranquilo, consciente de las diferentes sensibilidades que pueblan el mundo educativo, y potencie al m¨¢ximo la presencia del ingl¨¦s. Y es que Cela¨¢ prefiere hablar de triling¨¹ismo antes que de biling¨¹ismo, consciente de que el conocimiento del idioma extranjero es una hipoteca que sigue lastrando al sistema.