"El flamenco tiene la voz y la sangre. Nosotros, el ruido"
Antonio Arias habla mucho y come poco. La ensalada Marta (en apariencia una mixta de toda la vida) ha quedado intacta. Y para cuando ataca el segundo, una brocheta de pollo que saldr¨¢ casi indemne, el cocido del otro comensal es s¨®lo recuerdo.
El l¨ªder de Lagartija Nick, 43 a?os, granadino hasta la m¨¦dula, tiene esa complexi¨®n escu¨¢lida tan propia de los llamados rockeros de culto. Una denominaci¨®n reservada a aquellos an¨®nimos para el gran p¨²blico pero muy admirados por unos pocos. Por ejemplo Amaral son tan fans de Lagartija Nick que en octubre de 2008 les invitaron a ser sus teloneros en Madrid ante 15.000 personas. Claro que Arias no se enter¨® de la se?al para acabar y les cerraron el tel¨®n en medio de un tema. Una an¨¦cdota m¨¢s. Gajes del oficio de un grupo que lleva 18 a?os y acaba de publicar su octavo ¨¢lbum, Larga duraci¨®n. En estos tiempos todo va bien. El grupo est¨¢ asentado, tiene una nueva gira en marcha, bien planificada y promocionada. Pero no siempre fue as¨ª.
Casa Marta. Madrid
- Cocido completo: 10,5 euros.
- Ensalada Marta: 6,1.
- Brocheta de pollo: 12,2.
- Vino Ribera del Duero: 16.
- Caf¨¦: 3,4.
Total: 48,2 euros.
Lagartija Nick publica 'Larga duraci¨®n', su octavo disco en 18 a?os
"Bueno, pasas por momentos de encanto y desencanto. En el rock no se entiende la vida sin la ficci¨®n. Pero ficcionar no es mentir. Esa ficci¨®n de que ¨¦ramos algo nos dio fuerza para acercarnos a Morente. ?l dijo que le gustar¨ªa hacer algo bonito y original y nuestros corazones encontraron por fin a su gur¨², que era, curiosamente, un flamenco".
Era 1996, y su segundo disco, Inercia, les hab¨ªa dado un nombre. Enrique Morente planeaba un ¨¢lbum de versiones de Leonard Cohen. Lagartija otro con poemas de Lorca. De aquello surgi¨® Omega, un aut¨¦ntico hito. "Fue dif¨ªcil publicarlo porque no es fusi¨®n, es enfrentamiento. El flamenco es una puerta que se abre desde dentro. ?se ha sido el error del rock con el flamenco: hacerlo por huevos".
El ¨¦xito fue mundial. Aquellos rockeros y su gur¨² recorrieron el globo. "Fue una regeneraci¨®n que acab¨® con nosotros como banda. Pasamos a?os cuestionados, como si fu¨¦ramos culpables de algo. Pero en Morente vimos a una persona de este negocio que conservaba su personalidad y arriesgaba. Llev¨¢bamos una vida intent¨¢ndolo".
En los ochenta, Arias vivi¨® con su primera banda, 091, la ansiedad del triunfo pronosticado que nunca lleg¨®. "Nos trataban como pardillos que no sab¨ªan ni tocar ni grabar. Con la juventud ¨¦ramos v¨ªctimas f¨¢ciles. Quer¨ªan nuestra sangre". Hasta consiguieron que Joe Strummer, l¨ªder de The Clash, les produjera un ¨¢lbum. "Llegamos a Madrid, y le dijimos a la compa?¨ªa: 'Mirad, ¨¦ste es Joe Strummer'. No le conoc¨ªan. Se lo quitaban de encima: 'Te doy la pasta y t¨² te arreglas con este borracho ingl¨¦s'. A Joe le afect¨®. Disfrutaba en Madrid pero odiaba el trato de la industria. Se pasaba el d¨ªa metido en discusiones absurdas, cosas de afinaciones, tonter¨ªas".
Cosas del pasado. Hoy es una banda respetada. Se acaba de publicar Eternamente en vuelo, un libro en el que 30 comiqueros rinden homenaje a la banda y se ha reeditado Inercia. La gran victoria lleg¨® el a?o pasado, con Omega 2008, la edici¨®n ampliada del cl¨¢sico. Fue recibida con pasi¨®n inesperada. En especial la gira, uno de los ¨¦xitos del a?o. Los cuatro conciertos previstos se transformaron en una docena. "Esta vez fue diferente. Recibimos el calor. El flamenco tiene la verdad y la ra¨ªz, tiene la voz y la sangre... pero le faltaba el ruido. Nosotros somos el ruido".
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