"El baile me lleva a otro mundo"
Cuando era ni?a Maha Akhtar, nieta de la maharan¨ª Anita Delgado, visit¨® Granada. Una noche, sin que su padre lo supiera, el arte flamenco oficiado en una cueva del Sacromonte le lleg¨® muy dentro. Al ver que sus ojos brillaban como dos faros de asombro, una mujer le dijo que volver¨ªa a Espa?a a bailar. Maha Akhtar, que vive a caballo entre Nueva York, Sevilla y Nueva Delhi, es ahora una bailarina profesional de flamenco. Esta mujer, que es articulista para el peri¨®dico The Times en India y que trabaj¨® para el canal de noticias CBS entre 1993 y 2006, acaba de publicar su primer libro, La nieta de la maharan¨ª, en Rocaeditorial.
Maha Akhtar tiene una casa en una callecita del centro de Sevilla, muy cerca de la plaza del Salvador. Su libro recorre la historia de una familia cuyo origen tiene sus ra¨ªces en una bailaora malague?a. Anita Delgado, la abuela de Maha Akhtar, ten¨ªa 17 a?os cuando contrajo matrimonio con el maraj¨¢ de Kapurthala. Anita Delgado vio India por primera vez en 1907. Hasta su llegada a Kapurthala, la bailaora malague?a no supo que su marido ten¨ªa cuatro mujeres, cuatro hijos y una hija y unas 120 concubinas. El divorcio se produjo en 1925. Pero la energ¨ªa de un ¨¢rbol familiar era ya imparable en su crecimiento. El libro no s¨®lo habla de Anita Delgado. Tambi¨¦n ocupan sus p¨¢ginas la libanesa Laila y su hija Zahra, que se enamor¨® de Ajit, hijo de Anita y el maraj¨¢. Maha Akhtar es hija de Zahra y Ajit y completa, por el momento, un siglo de historia.
"Nueva Delhi es como la mezcla de Nueva York y Sevilla"
La autora del libro cree que "Anita Delgado fue una mujer con mucho coraje". "A principios del siglo XX, en una ¨¦poca en que no hab¨ªa televisi¨®n, ni radio ni Internet, dej¨® su tierra y su familia, con sus 17 a?os, y se fue al otro lado del mundo para vivir una vida muy diferente de la que viv¨ªa en Espa?a y en una cultura totalmente distinta a la de Occidente. La admiro much¨ªsimo porque yo no lo har¨ªa", relata Akhtar. La bailaora opina que la historia de su abuela es "como un cuento de hadas".
Maha Akhtar tiene sangre de varios pa¨ªses. La rama libanesa de su familia pesa tambi¨¦n mucho en su forma de ver las cosas. "Me gusta mucho de L¨ªbano que es un poco el cruce entre lo oriental y lo occidental, la encrucijada donde se encuentran las dos culturas", explica esta mujer, que ha hecho del salto entre continentes un modo de vida.
Su reparto del a?o entre Nueva York, Sevilla y Nueva Delhi agudiza su capacidad observadora. "Me siento muy c¨®moda en las tres ciudades y ese hecho las une a mis ojos. Ahora bien, hay m¨¢s diferencias que cosas en com¨²n entre ellas. Nueva York tiene un ritmo de vida que no para. Est¨¢ en movimiento 24 horas al d¨ªa siete d¨ªas a la semana. De Sevilla me gustan mucho las tradiciones. Me gusta mucho tambi¨¦n que todo se cierre a las dos de la tarde. Es un ritmo de vida m¨¢s humano. En Sevilla no me siento estresada como en Nueva York. En Sevilla la gente vive para vivir y no s¨®lo para trabajar. En Nueva York la gente vive m¨¢s para trabajar. El ritmo de vida en Nueva Delhi est¨¢ en el medio de los de Nueva York y Sevilla. Nueva Delhi es como la mezcla de Nueva York y Sevilla", comenta.
El flamenco la atrae hacia Sevilla como un im¨¢n. "El baile ha sido un refugio y un santuario para m¨ª. El baile me libera. Ya sea flamenco ya sea kathak, una danza originaria de India. Cuando bailo me siento como si no tuviera estr¨¦s ni problemas. El baile me lleva a otro mundo", dice la autora de La nieta de la maharan¨ª, que nunca olvidar¨¢ la primera vez que vio un espect¨¢culo de flamenco. El rojo de los trajes, los lunares, las peinetas, las flores y los mantones fueron un arco iris de im¨¢genes que le quedaron grabadas en la retina. Por eso, no par¨® hasta comprarse una casa en Sevilla.
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