Devaluar el empleo
La casualidad ha querido que se diesen al tiempo en Praga dos acontecimientos europeos de distinto signo: cuando el Senado de la Rep¨²blica Checa ratificaba el Tratado de Lisboa y despejaba el pen¨²ltimo obst¨¢culo para su puesta en marcha, llegaban a la ciudad los participantes en la devaluada cumbre europea sobre el empleo, a la que no ha asistido ning¨²n l¨ªder de entre los m¨¢s significativos de la zona. Simult¨¢neamente, el Banco Central Europeo bajaba los tipos de inter¨¦s al 1% y decid¨ªa aumentar la inyecci¨®n de dinero en el sistema, lo que equivale a reconocer la profundidad de los problemas.
Los tres movimientos, de naturaleza diferente, habr¨¢n de ser tenidos en cuenta por los ciudadanos, a menos de un mes de las elecciones al Parlamento Europeo y a poco m¨¢s de medio a?o de que Espa?a asuma la presidencia de turno de la Uni¨®n Europea. Los distintos bar¨®metros del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas y el Eurobar¨®metro encargado por el Parlamento Europeo, hecho p¨²blico a mediados del mes pasado, indican que la atenci¨®n ciudadana est¨¢ en ¨ªntima conexi¨®n con la crisis econ¨®mica que padecen y que sus principales problemas se relacionan con el paro y con la necesidad de crecimiento econ¨®mico para salir de la recesi¨®n.
Los sondeos indican que el paro es el primer problema. Pero a la cumbre sobre el empleo no asisti¨® ning¨²n l¨ªder
Desde este punto de vista, la poca relevancia de la cumbre sobre el empleo y sus mediocres resultados en forma de un gen¨¦rico dec¨¢logo ser¨¢n sin duda desestimulantes y albergan serias dudas sobre las prioridades que ha establecido la presidencia espa?ola para la Europa del primer semestre de 2010. Esas prioridades, expuestas una y otra vez por el secretario de Estado para la UE, Diego L¨®pez Garrido -un europe¨ªsta consecuente que ejerce de misionero-, ser¨¢n la recuperaci¨®n econ¨®mica, el Tratado de Lisboa y el dise?o de una arquitectura geopol¨ªtica y de seguridad para el continente. Casi nada.
Para que la ciudadan¨ªa note el final de la Gran Recesi¨®n ser¨¢ preciso contener la hemorragia de puestos de trabajo perdidos. La cumbre de Praga, en su inanidad, no servir¨¢ precisamente para ello. Adem¨¢s, en la reuni¨®n de jefes de Estado y de Gobierno de la UE de mediados de marzo del a?o que viene habr¨¢ de tratarse la continuaci¨®n de la Agenda de Lisboa, que hasta ahora ha sido un fiasco, lo que significa abordar ese modelo de crecimiento basado en el conocimiento, del que tantas veces se habla y poco se aplica, y que habr¨ªa de hacer de Europa la zona m¨¢s avanzada del planeta. En este punto ser¨¢n de ayuda los estudios y las recomendaciones del grupo de reflexi¨®n presidido por Felipe Gonz¨¢lez, que tendr¨ªan que ser entregados antes de esas fechas. Por ¨²ltimo, deber¨ªa desarrollarse algo que hasta hace poco era s¨®lo materia te¨®rica: los instrumentos de gobernanza econ¨®mica y de regulaci¨®n, para impedir la repetici¨®n de las causas de la actual crisis econ¨®mica.
En el debate pol¨ªtico, apenas se habla de estos asuntos. Y luego hay que votar.
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