"Me falta mala leche"
En el cuarto del Josep Rull adolescente hab¨ªa un p¨®ster de los Dire Straits, uno de Olivia Newton-John y otro de Pujol. As¨ª que resulta f¨¢cil adivinar los nervios que sinti¨® a sus 23 a?os cuando le suena el tel¨¦fono y le dicen: "El president Pujol quiere verte". Rull era por aquel entonces un militante de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC); el president le hab¨ªa visto intervenir en una escuela de verano y hab¨ªa quedado impactado.
Rull acudi¨® a la Generalitat y entr¨® al despacho del honorable. Lo recuerda perfectamente: aquella ma?ana hab¨ªa ardido el teatro del Liceo, era enero de 1994. Pujol le espet¨®: "?Y t¨² c¨®mo ves el pa¨ªs?". La primera reacci¨®n fue de perplejidad, pero Rull no tard¨® en arrancarse y, con lo que le gusta hablar, no extra?a que el encuentro durara una hora y media. Mientras el joven expresaba sus inquietudes, el honorable daba vueltas y m¨¢s vueltas a lo largo y ancho del despacho, barruntando y rumiando sus tesis, reflexionando en voz alta. "La gran virtud de Pujol era la diversidad de fuentes de informaci¨®n que ten¨ªa", sostiene Rull, "quer¨ªa saber lo que pens¨¢bamos los j¨®venes, era una esponja de sentido com¨²n". Hubo feeling en aquel encuentro, y dos a?os m¨¢s tarde, en 1996, el joven de Terrassa acced¨ªa a la secretar¨ªa general de la JNC. "De Pujol aprend¨ª a estar a ras de suelo".
"Yo sue?o con que Catalu?a sea un d¨ªa una naci¨®n libre entre el resto de naciones libres del mundo"
Esa facilidad de palabra que impresion¨® al president es la que hoy distingue a Rull como uno de los m¨¢s brillantes oradores del Parlamento de Catalu?a, si no el m¨¢s brillante. A sus 41 a?os, Rull ya est¨¢ situado en la c¨²pula de CiU -forma parte de la ejecutiva- y es adjunto al portavoz en el Parlamento. Su labor como l¨¢tigo del PSC en asuntos de aeropuertos, trenes y carreteras le ha granjeado una considerable repercusi¨®n medi¨¢tica. En el ¨²ltimo congreso de CiU, en julio del a?o pasado, fue el tercer miembro de la ejecutiva que m¨¢s votos obtuvo por parte de los compromisarios convergentes: s¨®lo le superaron Artur Mas y Jordi Pujol. Y eso que pertenece al sector cr¨ªtico, al de los renovadores, el que encabeza el alcalde de Sant Cugat, Llu¨ªs Recoder; un conjunto de convergentes con fuerte arraigo local (alcaldes, concejales) a los que Mas hizo hueco en su ¨²ltima ejecutiva. Sostienen que hay que medir el discurso identitario para primar el program¨¢tico.
"Mi soberanismo, siendo concejal, se ha transformado en un soberanismo m¨¢s pragm¨¢tico, m¨¢s operativo", dice Rull en un despacho de la sede de CiU en Barcelona. "La gradualidad es importante; cada vez que das un paso debe estar avalado por mayor¨ªas. Hay que evitar las gestualidades vac¨ªas; el progreso hacia la soberan¨ªa no puede suponer una rotura de la sociedad". Eso s¨ª, el objetivo lo tiene claro, no importa el tiempo que tarde en conseguirse: "Yo sue?o con que Catalu?a sea un d¨ªa una naci¨®n libre entre el resto de naciones libres del mundo. Un Estado soberano, en el siglo XXI, ya no es un Estado con fronteras r¨ªgidas, o con moneda o ej¨¦rcito propio: a los que somos soberanistas nos gustar¨ªa participar del sue?o de la construcci¨®n de Europa sin crear ninguna frontera nueva, pero decidiendo por nosotros mismos".
Josep Rull naci¨® en Terrassa, localidad de la que hoy es concejal. De su abuelo, hombre que aparc¨® la industria textil para abrazar la pintura naif, hered¨® el inconformismo. "?l buscaba el ideal en la belleza de la pintura; yo, el ideal de servicio como elemento que te ayude a trascender". De su abuelo hered¨® tambi¨¦n un dos caballos amarillo descapotable con el que circulaba por la Facultad de Derecho. "Era el tipo m¨¢s normal que puedas imaginar", cuenta Aaron Oliveras, compa?ero de Universidad. "Es muy humilde y tiene sus inseguridades: tiene miedo a no dar la talla, pero cuando se pone en acci¨®n, se multiplica por siete".
Sus amigos coinciden en describirle como un tipo emp¨¢tico, cercano. Es esa cercan¨ªa la que le ha granjeado tantas simpat¨ªas en su partido. En su ¨¦poca al frente de las juventudes se pate¨® las comarcas a conciencia. "Es un l¨ªder nato", dice Dami¨¤ Calvet, el que fue su secretario general adjunto en la ¨¦poca de la JNC. "Tiene una gran capacidad de comunicar gestualmente, enseguida capta la atenci¨®n de todo el mundo".
Artur Mas, l¨ªder de CiU, asegura que su talante es uno de los mejores del pa¨ªs: "Es una gran esperanza de futuro. Tiene que perseverar, seguir haciendo su trabajo, no pensar que esto es una cosa r¨¢pida: lo de los pol¨ªticos es como lo de los buenos vinos".
Rull se considera idealista, tranquilo y tenaz. "En ocasiones tengo excesivas dudas", confiesa, "y me falta mala leche: a veces es imprescindible en pol¨ªtica; intento buscar m¨¢s el s¨ª que el no". Carles Campuzano, diputado de CiU en el Congreso de los Diputados, no est¨¢ de acuerdo con su amigo Rull. "No le falta mala leche; para ser secretario de la JNC hace falta tener la justa. Lo que pasa es que es muy cr¨ªtico consigo mismo. ?l no fue un d¨¦spota, pero tampoco le tomaron el pelo".
Rull hace dibujitos y gr¨¢ficos en un folio en blanco mientras habla. Tiene carrete para abrumar y cuando agarra un tema le cuesta soltarlo, se recrea con sus propias palabras. "Hay que luchar para no caer en la burbuja de la comodidad institucional y de la coherencia ideol¨®gica", dice. Sostiene que muchos pol¨ªticos acaban tomando decisiones como si pertenecieran a un consejo de administraci¨®n y cuenta que a ¨¦l le ha ayudado mucho su actividad como concejal en Terrassa: "Eso s¨ª que es pol¨ªtica de proximidad en estado puro; se te quita toda la tonter¨ªa enseguida". Estar en la oposici¨®n -lo est¨¢ en el Parlamento y en Terrassa-, cuenta, lleva a hacer demasiada pol¨ªtica en negativo. "Y yo estoy en la oposici¨®n c¨®smica. Perm¨ªteme que sea un poco naif: a veces, estar en la oposici¨®n te vuelve malo".
Sus contrincantes en Terrassa, municipio con alcalde del PSC, reconocen que se entrega a su actividad de concejal. "Te lo encuentras en todos los actos", dice Jordi Ballart, del PSC, concejal de presidencia en Terrassa. "Es un orador muy bueno, pero en pol¨ªtica local los ciudadanos quieren hechos, no palabras. Tiene un estilo muy parlamentario, utiliza los plenos para su proyecci¨®n en la pol¨ªtica catalana".
Encuadrado en la l¨ªnea socialdem¨®crata de CiU, Rull desconf¨ªa de la mano que est¨¢ tendiendo el PP catal¨¢n a su partido: "Es muy dif¨ªcil que nos podamos entender con alguien que se ha enfrentado con una de las normas b¨¢sicas para la construcci¨®n del futuro de este pa¨ªs, el Estatut". En cuanto a su negociado de infraestructuras, se queja de los lentos avances logrados para Catalu?a: "El problema del PSC es que no supera la prueba del algod¨®n del AVE y del puente a¨¦reo".
Y en la cuesti¨®n de la ampliaci¨®n de la ley del aborto, declara que si tuviera que votar, se abstendr¨ªa: "Ninguna mujer debe ir a la c¨¢rcel por tener que abortar, pero el aborto debe ser el ¨²ltimo de los mecanismos posibles".
Rull fue padre el pasado martes. Su primer hijo se llama Bernat. Joaquim Nadal, el hombre con el que mantiene esos notorios duelos dial¨¦cticos en el Parlamento, le dedic¨® un poema, a pesar de todos los pesares, el mi¨¦rcoles, en plena sesi¨®n de control. Rull se puso rojo.
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