De la tumba a la c¨¢rcel
Una denuncia conyugal por maltrato desenmascara a un supuesto 'narco' al que la justicia dio por muerto en 2001
Juan Guti¨¦rrez estaba muerto desde el 6 de septiembre de 2001, justo cuando la Audiencia de Las Palmas dio por bueno el certificado de defunci¨®n aportado por su abogado... y dio carpetazo al proceso por narcotr¨¢fico que hab¨ªa contra ¨¦l. La responsabilidad penal se extingue con la muerte, dice la ley. As¨ª que si el presunto delincuente hab¨ªa pasado a mejor vida, ?qu¨¦ objeto ten¨ªa mantener abierta la causa? Los otros diez imputados junto con ¨¦l fueron condenados unos meses m¨¢s tarde a penas de entre uno y nueve a?os de prisi¨®n.
Guti¨¦rrez, de 51 a?os, hab¨ªa sido detenido por la Guardia Civil en julio de 1998 en el hotel Riu Palace de Maspalomas (Gran Canaria) acusado de tener relaci¨®n con una banda de narcos. No se encontr¨® droga en su poder, pero los investigadores sostuvieron entonces que estaba a la espera de hacerse cargo de un alijo de m¨¢s de 1.600 gramos de coca¨ªna que le iba a entregar un individuo. Por eso, el juez orden¨® su ingreso en una prisi¨®n, de la que sali¨® en libertad provisional cinco meses m¨¢s tarde, a la espera del juicio.
Guti¨¦rrez trabajaba de guarda en una importante empresa de seguridad
Nunca m¨¢s volvi¨® nadie a saber nada de Guti¨¦rrez hasta que su esposa, la colombiana Yolanda Deal Tafur, de 38 a?os, llev¨® al consulado de Espa?a en Bogot¨¢ un certificado m¨¦dico en el que constaba que su c¨®nyuge hab¨ªa fallecido por un infarto de miocardio el 17 de julio de 2001 en Palmar de Varela Atl¨¢ntico, en la cuenca del r¨ªo Magdalena (Colombia). La legaci¨®n consular valid¨® ese documento y dio por bueno que el espa?ol Guti¨¦rrez hab¨ªa causado baja en el mundo de los vivos. Lo dem¨¢s fue coser y cantar: ese papel fue aportado a los jueces de Las Palmas y as¨ª qued¨® archivada para siempre la causa penal abierta contra el presunto finado.
Pero el 25 de enero pasado, Yolanda se present¨® en la comisar¨ªa del distrito de Puente de Vallecas (Madrid) y denunci¨® que hab¨ªa sido maltratada psicol¨®gicamente y de palabra por su esposo. Sin p¨¦rdida de tiempo, los polic¨ªas fueron al sexto piso del n¨²mero 18 de la calle de Rafael Alberti y detuvieron a Guti¨¦rrez en el momento en que se estaba afeitando pl¨¢cidamente. No opuso la menor resistencia.
La esposa del detenido no se limit¨® a denunciarlo por maltrato, sino que se explay¨® en la comisar¨ªa. Cont¨® que estaban casados desde hace 15 a?os. Relat¨® que Juan hab¨ªa sido detenido en Canarias en 1998, que al salir en libertad provisional ambos se trasladaron a Colombia acompa?ados de sus dos hijas, y que, al poco de llegar a ese pa¨ªs, ella y las ni?as fueron secuestradas y posteriormente liberadas por el Ej¨¦rcito. Pero, sobre todo, revel¨® que el tipo que estaba en los calabozos -su marido- estaba muerto desde hace ocho a?os.
Los polic¨ªas no daban cr¨¦dito a lo que contaba Yolanda. ?C¨®mo iba a estar muerto ese hombre al que ellos mismos le hab¨ªan puesto las esposas? ?Es que hab¨ªa resucitado? Para salir de dudas, los agentes telefonearon a la Secci¨®n Primera de Las Palmas y ¨¦sta les confirm¨® que la causa penal abierta contra Guti¨¦rrez hab¨ªa sido archivada a la vista del certificado de defunci¨®n expedido por el consulado espa?ol.
Sin embargo, las huellas dactilares tomadas al detenido dejaron bien a las claras que ¨¦ste era Juan Guti¨¦rrez Garc¨ªa, nacido en Madrid el 29 de marzo de 1958. Es decir, la misma persona a la que los jueces hab¨ªan dado por fenecida y enterrada. De modo que, a la vista de la ins¨®lita situaci¨®n, la Audiencia de Las Palmas determin¨® ipso facto "reaperturar la causa y dejar sin efecto la extinci¨®n de responsabilidad criminal acordada mediante auto de fecha 6 de septiembre de 2001".
Guti¨¦rrez fue puesto a disposici¨®n de la juez de Violencia sobre la Mujer n¨²mero 9 de Madrid, Inmaculada L¨®pez Candela, que el 28 de enero pasado mand¨® que el reo fuera encarcelado en Soto del Real (Madrid). La magistrada adopt¨® tal determinaci¨®n a tenor del "riesgo de fuga m¨¢s que probable, habida cuenta los numerosos viajes que el imputado realiza a Colombia, de donde puede no regresar, no pudi¨¦ndose [en ese caso] asegurar su presencia en el juicio", seg¨²n consta en el auto dictado al efecto.
La propia esposa del muerto resucitado hab¨ªa explicado a los polic¨ªas de Puente de Vallecas que Juan ten¨ªa planeado marcharse a Colombia en compa?¨ªa de su hija mayor, como probaban los dos billetes de avi¨®n expedidos para volar a ese pa¨ªs en las siguientes horas. La mujer tem¨ªa que ese viaje supusiera la muerte -esta vez aut¨¦ntica- no s¨®lo de su marido, sino tambi¨¦n de su hija, ya que una banda criminal hab¨ªa amenazado con liquidarlos a ambos si no les pagaba una vieja deuda de 500 millones de pesos (unos 170.000 euros).
El resucitado ha sido trasladado desde la c¨¢rcel de Soto del Real a la de Las Palmas, donde el pr¨®ximo 2 de junio ser¨¢ enjuiciado por un presunto delito de tr¨¢fico de drogas por el que el fiscal solicita que se le imponga una pena de 11 a?os de reclusi¨®n.
?Qu¨¦ ha hecho Guti¨¦rrez durante los ocho a?os en que ha estado resucitado? Regres¨® a Espa?a con su pasaporte y no tuvo ning¨²n contratiempo. Ha presentado sus declaraciones de la renta. Ha estado trabajando de guarda de seguridad -con porra y grilletes- para las empresas m¨¢s importantes del sector, que de forma incompresible jam¨¢s descubrieron ni sus antecedentes policiales ni que estaba oficialmente muerto. Estaba muerto s¨®lo para el tribunal que le ten¨ªa que enjuiciar. Pero ya se sabe: el cartero siempre llama dos veces.
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