Mia Farrow finaliza su huelga de hambre por Darfur

Despu¨¦s de 12 d¨ªas, Mia Farrow ha abandonado la huelga de hambre que emprendi¨® para protestar contra la expulsi¨®n de 16 agencias humanitarias de Darfur. "Mi m¨¦dico me ha dicho que mis niveles de az¨²car hab¨ªan bajado demasiado y realmente no ten¨ªa alternativa as¨ª que hoy [por el viernes] he tenido que volver a comer. He perdido 7 kilogramos y ha sido un poco decepcionante tener que parar ahora porque esperaba al menos haber llegado a los 16 d¨ªas. Era un n¨²mero importante ya que son 16 las agencias humanitarias expulsadas por el presidente de Sud¨¢n Omar Al Bashir, pero no he podido", explica la propia actriz en un v¨ªdeo colocado en YouTube, uno de los ocho en los que ha relatado personalmente su huelga de hambre.

Con trenzas y el rostro p¨¢lido, ¨¦se es el ¨²ltimo mensaje multimedia de la actriz, de 63 a?os, que quer¨ªa llamar la atenci¨®n del presidente Obama para que intervenga en el conflicto de Darfur, que se agrava por momentos desde la expulsi¨®n en marzo de las agencias humanitarias.

Farrow afirma estar satisfecha porque otro famoso, esta vez el multimillonario Richard Branson, due?o entre otras cosas de la aerol¨ªnea Virgin, ha escuchado sus peticiones para que alguien la relevara en su ayuno y desde el viernes es ¨¦l quien no come por Darfur. Hoy tomar¨¢ su lugar un congresista, Donald M. Payne, en lo que parece ser el principio de una t¨ªmida carrera de famosos y personalidades p¨²blicas en apoyo a Darfur mediante huelgas de hambre.

Aunque la iniciativa de Farrow no ha conseguido, aparentemente, el tir¨®n que se esperaba. O al menos eso puede deducirse por el n¨²mero de personas que han visto sus cr¨®nicas del ayuno: la que m¨¢s visitas ha recibido no llega a las 20.000; la que menos, 747. Como todos los gestos que emprenden los famosos, el de Farrow se enfrenta a una opini¨®n p¨²blica que se pregutna sobre su efectividad.

La int¨¦rprete fue escogida en 2008 por la revista Time como una de las personalidades m¨¢s influyentes del planeta. Y, desde que comenz¨® a trabajar como embajadora de buena voluntad para Unicef a principios de esta d¨¦cada, su implicaci¨®n personal en la denuncia de conflictos como el de Darfur, donde ya han muerto 400.000 personas y donde casi tres millones han sido desplazadas, ha sido imparable.